Si hace unos días se conocía que McLaren ha superado los crash test o pruebas de impacto llevadas a cabo por la Federación Internacional de Automovilismo, esta jornada de viernes hemos sabido que la Scuderia ha hecho lo propio. Estas pruebas de impacto se realizan en pro de la seguridad para conocer cuál es la resistencia del monoplaza en ciertos impactos límite, por lo cual se convierten en un elemento fundamental que todo equipo ha de superar con sus dos vehículos.

Esto es un buen punto de partida para los de Maranello puesto que todavía tienen un mes completo para seguir puliendo dicho chasis y perfeccionando el monoplaza al máximo, intentando dejar atrás el decepcionante SF16-H que tantos quebraderos de cabeza ha dado a la Scuderia del ‘Cavallino Rampante’. No obstante, se podría decir que los italianos llevan el desarrollo con cierta calma ya que Haas, equipo que porta su misma unidad de potencia, ya completó la obligatoria homologación doce días antes, concretamente el 15 de enero.

Una de las novedades del crash test de cara a este año es que la evaluación de choque frontal se realiza en dos fases separadas ya que el frontal del chasis se hace en un momento diferente a la del cuerpo del monoplaza en sí. El uso de neumáticos más anchos en los monoplazas de este año, en los que aumentará la carga aerodinámica más de un 25% con respecto al periodo anterior, así como un paso por curva 40 km/h superior al 2016 hace que los técnicos de la FIA sean más exigentes y exhaustos en dichas pruebas para garantizar al máximo posible la seguridad de los coches.

De esta forma, Ferrari ya puede continuar con el desarrollo del chasis 668 y pueden continuar preparando el coche de cara a los primeros test de pretemporada que tendrán lugar en el Circuit de Barcelona-Catalunya del 27 de febrero al 2 de marzo. Los segundos test tendrán lugar también en Montmeló y se celebrarán del 7 al 10 de marzo, los últimos antes de que dé comienzo la temporada en Albert Park el día 26 de marzo.