Ford es uno de esos fabricantes míticos que gozan de buena acogida por parte del público en la mayoría de competiciones a nivel mundial y, por supuesto, la Fórmula 1 no iba a ser menos. Es una marca que siempre sale en las quinielas cuando todo el paddock especula con la posibilidad de introducir nuevos motoristas a la categoría reina del automovilismo. A día de hoy, la marca estadounidense se encuentra en un momento de apogeo, al menos en lo referido a la competición. Con su Ford GT ya ha conquistado las 24 horas de Le Mans y las 24 horas de Daytona y cuenta además con presencia en otras disciplinas como la NASCAR o el RallyCross. Según apuntan algunos medios, también podría estar interesada en aumentar su presencia en los Ford Fiesta RS WRC creados por M-Sport.

Sin embargo, la Fórmula 1 es otra historia. Dave Pericak, director de Ford Performance, ha asegurado en una entrevista con el portal Motorsport que, en su opinión, la máxima categoría del automovilismo tiene unos costes injustificadamente altos: “No estamos interesados en Fórmula 1 y no nos veo involucrándonos en la categoría a corto plazo. Es demasiado costosa. Si te fijas, estamos en las categorías que son más relevantes para los objetivos y finalidades que tenemos, tanto en desarrollo de herramientas como tecnología para poder introducirlo en los coches de serie. Cada categoría en la que estamos tiene esa característica”, ha afirmado.

Lo que para el fabricante es un gasto desmesurado, para otros es evitar la repetición de un fiasco como el del equipo Jordan en las temporadas 2003/04. Y es que desde entonces, la marca estadounidense no ha vuelto a poner un pie en la máxima categoría del automovilismo. En 2005, Jordan sustituiría los Ford RS 3.0 V10 por unidades de potencia Toyota, con lo que se daba por finalizado el acuerdo entre ambas partes. 

La llegada de Liberty Media ha generado la esperanza de que, a partir de 2020 –fecha hasta la que, como mínimo, continuarán los motores V6 turbo híbridos- podrían introducirse nuevos conceptos para las unidades de potencia que pudiesen atraer a nuevos fabricantes como Ford. Sin embargo, las palabras de Dave Pericak dejan poco lugar a la esperanza al menos por la marca norteamericana.