En un raro inicio de curso sin Malasia, los monoplazas volvieron a rodar por el circuito de Sochi apenas siete meses después de disputarse el Gran Premio de Rusia de 2015. Entonces, Nico Rosberg acabó por decir adiós a sus opciones de título tras sufrir una avería en el acelerador y tener que abandonar cuando lideraba la prueba. Sin embargo, el alemán no estaba dispuesto a repetir un mal trago más en Rusia.

Tras conseguir la segunda pole de la temporada y a tenor de la infinita superioridad mostrada por Mercedes en las tres citas anteriores, solo la fiabilidad se oponía a Nico en su lucha por hacerse con la victoria. El único que podría haberle plantado cara era precisamente su compañero de equipo, Lewis Hamilton, que partiría décimo tras tener una avería en el turbo ya en al Q3, lo que le libró de salir más atrás.

Por su parte, el involuntario protagonista que iba a tener a la postre la carrera e ídolo local, Daniil Kvyat, clasificó octavo, justo por detrás de Sebastian Vettel. El piloto ruso llegó a su país tras terminar tercero en China y conseguir el primer podio de la escudería Red Bull en 2016. A pesar del gran resultado, la polémica lo rodeaba tras ser acusado por Sebastian Vettel de provocar su choque con Kimi Räikkönen en la salida de la carrera de Shanghái.

Salida del Gran Premio de China | Fuente: Getty Images
Salida del Gran Premio de China | Fuente: Getty Images

Mientras, Max Verstappen agotaba sus últimas horas en Toro Rosso volviendo a demostrar su calidad y pasar a la Q3, donde clasificó en el noveno puesto, justo por detrás del Red Bull que sería suyo antes de llegar a España. Cerca se quedó su compañero, Carlos Sainz, de acompañarlo a la Q3; solo 46 milésimas lo separaron del objetivo.

Caos en la salida: Daniil Kvyat arrolla dos veces a Sebastian Vettel

La salida de Rusia tiene un gran peligro: a la primera frenada se llega en octava velocidad y es un embudo estrecho. Ya en la carrera de 2015 había quedado patente al producirse un accidente múltiple que dejó fuera de carrera a Nico Hülkenberg y a Marcus Ericsson. No obstante, no fue nada en comparación con la montonera de 2016 y sin las consecuencias que esta iba a tener.

El primer recodo fue salvado sin problemas por los primeros monoplazas. El lío iba a estar más atrás. Tras una buena salida, Sebastian Vettel se encontraba en la sexta posición amenazando la quinta de Daniel Ricciardo. Daniil Kvyat, por su parte, había cogido el rebufo del alemán, quizá por ello perdió la referencia. Pasado de frenada, embistió a Sebastian, dañándole sobremanera el monoplaza. En la parabólica, el Ferrari se iba a decelerar, no pudiendo evitar el ruso volver a chocar contra él, mandándolo, esta vez sí, contras las barreras. En la parte trasera de la parrilla, Esteban Gutiérrez, Nico Hülkenberg, Marcus Ericsson y Ryo Haryanto también colisionaron, quedando fuera de carrera los tres últimos.

El enfado de Sebastian quedó patente en su comunicación de radio. Tanto que la realización de la FOM hubo de censurar varios insultos con los famosos pitidos, que tanto acompañaron al teutón durante toda la temporada 2016. Tanto el alemán como Daniel Ricciardo, compañero de equipo del piloto ruso, exigieron disculpas por su parte. Daniil adujo que se le bloqueó el eje trasero y no pudo evitar el primer choque, mientras que la inesperada deceleración de Sebastian provocó el segundo.

Nico Rosberg gana su séptima carrera consecutiva

El líder de mundial permaneció ajeno a todas las batallas que se estaban desarrollando por detrás de él. Sin oposición y sabiendo conservar la mecánica, su objetivo de lograr la victoria se antojó como un paseo triunfal. Lewis Hamilton, que remontó desde el décimo lugar en la parrilla, finalizó segundo. Ambos Mercedes fueron acompañados por Kimi Räikkönen, quien consiguió en Rusia su primer podio de la temporada.

Sin brillar, no lo necesitaba, Nico igualó la marca de siete victorias consecutivas de Alberto Ascari (1955 – 1956) y Michael Schumacher (2004), quedándose a solo dos del récord absoluto, establecido por Sebastian Vettel en 2013, cuando ganó los últimos grandes premios.

Nico celebra su victoria en Rusia | Fuente: Getty Images
Nico celebra su victoria en Rusia | Fuente: Getty Images

Después de que Lewis Hamilton certificase su tercera corona mundial en el Gran Premio de Estados Unidos de 2015, el alemán se mentalizó de que tenía que subir su nivel si quería hacer frente a su compañero y rival en la siguiente temporada. Tras vencer en las tres últimas citas de 2015 y en las cuatro primeras de 2016, no había duda de que este era un nuevo Nico Rosberg.

Las estadísticas ya decían por entonces que Nico Rosberg era el principal favorito para coronarse como campeón, lo que acabaría por producirse. Tras el Gran Premio de Rusia, su ventaja en la clasificación era de 43 puntos con respecto a Lewis Hamilton. Además, todos los pilotos que lograron cuatro victorias consecutivas en la misma temporada siempre se habían proclamado campeones. Curiosamente, esta estadística ha quedado rota para siempre, ya que el inglés logró en 2016 dos rachas de cuatro triunfos consecutivos que, sin embargo, no le valieron para repetir título.

Daniil Kvyat “desciende” a Toro Rosso en beneficio de Max Verstappen

La posición del ruso en Red Bull quedó muy tocada tras el Gran Premio de Rusia. Tanto que sería sustituido en la siguiente carrera y para toda la temporada por el pujante Max Verstappen. De poco le sirvió a Daniil Kvyat haber batido a Daniel Ricciardo en 2015 y haber subido al podio en China en el mismo 2016 ante el imparable neerlandés. Daniil pasaría a ser, de nuevo, piloto de Toro Rosso, equipo que abandonara en 2014 para ascender a Red Bull.

La decisión fue justificada por Helmut Marko como una manera de “quitar presión” al ruso: “Esta presión existe esta temporada y no está teniendo el mismo rendimiento que el año pasado. Está siendo en promedio de tres a cinco décimas por vuelta más lento que Ricciardo. En 2015, estaban al mismo nivel. Está siendo muy inconsciente y ha tenido muchos altibajos. El accidente de Sochi es una consecuencia de la presión interna que él mismo ha construido”.

Daniil Kvyat, durante el Gran Premio de España de 2016, ya en Toro Rosso | Fuente: Getty Images
Daniil Kvyat, durante el Gran Premio de España de 2016, ya en Toro Rosso | Fuente: Getty Images

Una cosa es clara: el cambio de equipo dejó tocado a Daniil el resto de la temporada. Ya en Toro Rosso, solo fue capaz de sumar cuatro puntos más, mientras que Carlos Sainz, su compañero, lograría en el mismo lapso de tiempo hasta 42. Sin duda, los números hablan por sí solos.

Y, para más inri, Max Verstappen ganaría su primera carrera con Red Bull, el Gran Premio de España, pero esa ya es otra historia.

Max verstappen celebra su victoria en el Gran Premio de España | Fuente: Getty Images
Max verstappen celebra su victoria en el Gran Premio de España | Fuente: Getty Images
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