La llegada del Gran Circo al circuito de Silverstone siempre es especial ya seas piloto, ingeniero o aficionado. En la zona que antes ocupaba un antiguo aeródromo, el olor a gasolina se puede percibir días antes de que dé comienzo el espectáculo; se trata de un ambiente diferente y único que no suele dejar indiferente a nadie. En Gran Bretaña se ha vivido de todo: desde jornadas dominicales muy monótonas en seco hasta jornadas en los que los vehículos, más que rodar, flotaban sobre la pista. Y, por supuesto, con estos precedentes el Gran Premio de 2016 no iba a ser menos.

El mundial hacía escala en el mítico trazado británico con Rosberg por delante en el mundial, seguido de Hamilton a 11 puntos. El británico consiguió recortar gran cantidad de ellos en el gran premio anterior tras su incidente con el alemán en la última vuelta, donde el más perjudicado fue el segundo. Tercero, pero a mucha distancia de los Mercedes, estaban los dos pilotos de Ferrari, Vettel y Räikkönen, empatados a 96 puntos y Ricciardo, en quinto lugar, con 88. Así las cosas, el fin de semana dio comienzo en suelo inglés con altas expectativas.

Entrenamientos libres con susto

Para Silverstone, Pirelli decidió llevar tres tipos de compuestos: el blando (franja amarilla), el medio (franja plateada) y el duro (franja naranja). Los primeros libres transcurrían sin mayores incidencias con ambos Mercedes al frente, separados tan solo por 33 milésimas, seguidos por un fantástico Nico Hülkenberg (Force India) a ocho décimas. Por detrás, Ferrari asomaba la cabeza con Vettel y Red Bull hacía lo propio con Ricciardo.

En los segundos entrenamientos libres hubo cierta sorpresa con algunos pequeños problemas de Nico. De esta forma, Hamilton volvía a colocarse en lo más alto de la tabla de tiempos con un meritorio 1:31.660 y los Red Bull ejerciendo presión con Daniel en segundo lugar y Max en el tercero. Los puestos cuarto y quinto pertenecían a los dos monoplazas de Maranello. Esta sesión también transcurrió sin mayores incidentes.

Daniel Ricciardo durante los entrenamientos libres | Fuente: Getty Images
Daniel Ricciardo durante los entrenamientos libres | Fuente: Getty Images

Finalmente, llegó el turno de la tercera y última sesión de libres en la que todos ponen a punto los monoplazas para la clasificación. A pesar de ser una sesión un poco más accidentada que las anteriores, ambos Mercedes se mantuvieron impertérritos en los primeros puestos y Hamilton volvía a colocarse en la primera posición. Por detrás, Rosberg, Ricciardo, Verstappen y Vettel estaban a la espera de darle caza. El accidente más destacado de esta sesión fue el de Marcus Ericsson (Sauber) que perdió el control de su monoplaza en la curva previa a la entrada de boxes. El choque fue tan fuerte que el piloto tuvo que ser trasladado al hospital y tuvo que tomar la salida al día siguiente desde el pit lane por tener que cambiar completamente su chasis.

Clasificación: Hamilton, desatado en casa

La Q1 ya empezaba con la noticia de la no participación de Ericsson tras su fuerte accidente en los libres 3, por lo que sólo serían 5 los monoplazas que caerían eliminados en la ronda. Cuando el cronómetro se puso a cero, también hubo sorpresa, y esta vez estuvo protagonizada por un compatriota. El británico Jenson Button caía eliminado en primera ronda con un nefasto tiempo de 1:32.788 que le dejaba a seis décimas de su compañero de equipo, Alonso (10º). Tampoco fue el día de Jolyon Palmer, que se vio superado por Magnussen (16º) mientras él quedaba fuera en un decimoctavo lugar decepcionante. El resto de eliminados fueron Haryanto (19º), Wehrlein (20º) y Nasr (21º).

La Q2 se presentaba aún más emocionante que la primera con Fernando Alonso intentando colarse en el top 10 y lograr así un buen resultado en casa para su escudería. Sin embargo, Haas y los Toro Rosso no se lo pondrían fácil. Finalmente, el español conseguiría su objetivo –al igual que Carlos Sainz-, terminando ambos la sesión entre los diez primeros. Los eliminados de esta sesión fueron Pérez (Force India), Felipe Massa (Williams), Grosjean (Haas), Gutiérrez (Haas), Kvyat (Toro Rosso) y Magnussen (Renault).

Finalmente, en el turno de la Q3, los diez coches más rápidos de la jornada del sábado ponían sus cartas sobre la mesa para alzarse con la ansiada pole de Silverstone. Tras un primer intento en el que el líder fue Hamilton seguido de Rosberg y los Ferrari, las cosas dieron un relativo vuelco cuando la bandera a cuadros ondeó en lo alto. Hamilton conseguía una espectacular pole con un 1:29.287 y dejaba a su compañero de equipo a cuatro décimas. Los Red Bull les pisaron los talones con Verstappen 3º y Ricciardo 4º y Ferrari hacía lo propio con Räikkönen quinto y Vettel sexto. Cerraban el top 10, Bottas (7º), Sainz (8º), Hülkenberg (9º) y Alonso (10º).

Posteriormente, Vettel penalizaría cinco puestos en la parrilla tras cambiar la caja de cambios. Hamilton alcanzó así su cuarta pole en el trazado y Verstappen su mejor clasificación en Fórmula 1, mejorando el cuarto puesto logrado en el Gran Premio de España de este mismo año.

Carrera: la lluvia lo pone todo patas arriba

El cielo amenazaba tormenta pero para tormenta la que se formó sobre el trazado de Silverstone. La lluvia hacía acto de presencia a pocos minutos de comenzar el espectáculo y lo hacía a lo grande. Este suceso provocó que Dirección de Carrera –o Charlie Whiting- sacaran sus paraguas y su vena más conservadora, decidiendo que la salida se realizaría tras el Safety Car, hecho que indignó a muchos aficionados. Y sin embargo, a pesar de tanta amenaza, una vez comenzada la carrera apenas volvió a llover sobre el circuito. Cosas del clima de Silverstone.

Especialmente durante la primera mitad de la carrera, los charcos causados por el chaparrón previo a la salida causaron estragos en múltiples curvas, pero especialmente en la primera, Abbey, donde fueron numerosos los pilotos que se fueron a la grava… o a las protecciones. Este fue el caso de Wehrlein, que en la vuelta siete se veía obligado a abandonar tras chocar en la mencionada curva. Sin embargo, no fue el único piloto en salirse en ese punto ya que otros como Vettel, Hamilton e incluso Alonso, hicieron lo mismo. De hecho, el asturiano fue protagonista de una maniobra que dejó boquiabierto al paddock, al lograr sacar el coche de la grava y reincorporarse a pista por las marcas que había dejado en su salida.

Sebastian Vettel durante el GP de Gran Bretaña | Fuente: Getty Images
Sebastian Vettel durante el GP de Gran Bretaña | Fuente: Getty Images

Otro de los puntos más comentados de esta carrera fue el problema que tuvo Nico Rosberg con su caja de cambios, que se atascaba en la séptima marcha, y cuya solución le llegó por radio –algo totalmente prohibido por reglamento en 2016-. La FIA se pronunciaría después de la carrera, sancionándole con diez segundos y le harían perder una plaza de su resultado final. Poco a poco, el trazado se fue secando y en la pista se comenzó a formar el carril seco.

Tras una carrera muy consistente, Lewis Hamilton se coronó como vencedor del Gran Premio seguido por Verstappen y Rosberg (el alemán relegado al tercer puesto tras la sanción). Ricciardo entraría en la línea de meta en cuarta posición seguido por el Ferrari de Räikkönen (en contraposición con el nefasto noveno de Vettel, sancionado con 5” por echar fuera de pista a Felipe Massa en una polémica maniobra) y los dos Force India (Pérez 7º y Hülkenberg 8º).

La suerte de los españoles fue dispar. Mientras que la salida de pista de Fernando comprometía por completo su carrera y terminaba en un flojo decimotercer lugar, Carlos Sainz sí lograba un meritorio octavo lugar en una de sus mejores carreras con lluvia. El español realizó una carrera magnífica de principio a fin y volvió a superar a su compañero Kvyat, que cerraba la clasificación de puntos (10º). Los retirados fueron Palmer (problema con la suspensión), Haryanto (accidente), Grosjean (problema con las gomas), Ericsson (problema con el acelerador) y Wehrlein (accidente en la curva Abbey).

Carlos Sainz durante el GP de Gran Bretaña | Fuente: Getty Images
Carlos Sainz durante el GP de Gran Bretaña | Fuente: Getty Images

Tras esta carrera, Hamilton se convirtió en el piloto británico con más triunfos en el Circuito de Silverstone y alcanzó a Nigel Mansell como los pilotos británicos con más victorias en casa. Además, también fue su tercera victoria consecutiva en este trazado. Por su parte, Rosberg igualaría las 19 vueltas rápidas obtenidas por Ayrton Senna. Con este resultado, el mundial se apretó aún más y Rosberg lideraba a tan solo un punto de Lewis Hamilton mientras que Kimi ascendía al tercer puesto de pilotos y Daniel al cuarto. La siguiente cita sería el Gran Premio de Alemania en Hockenheim.

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Sobre el autor
Diego Arias
Periodismo en la UVa. Automovilismo como forma de vida.