El Gran Premio de Australia se abrió con una emoción en la lucha por la victoria que no se recordaba en los últimos tiempos. No obstante a la par que esto sucedía en lo más alto, en la parte intermedia se ausentaron los grandes alicientes de este deporte: los adelantamientos que tanto habían aumentado gracias a artilugios como el DRS. Ya se había advertido de que el cambio de normativa aerodinámica los dificultaría, lo que no ha hecho descender la polémica.
A pesar de que Albert Park no es un circuito donde sea fácil adelantar, con o sin DRS, el miedo ante lo que pueden ser carreras "más aburridas" ha crecido. Valtteri Bottas ha quitado hierro el asunto y aseguró que lo sucedido en Melbourne es algo puntual y que solo se repetiría en circuitos donde ya tradicionalmente era difícil adelantar: "En algunos lugares, veremos buenas carreras y en sitios como Barcelona será muy complicado adelantar. Esperemos algunas carreras más y veamos cómo va la competición […]. Obviamente en Australia fue un poco más complicado que el año pasado".
La gran esperanza del finés se sitúa en los trazados con más rectas que Albert Park: "Los circuitos con largas rectas tendrán carreras muy buenas porque el rebufo también tiene un mayor efecto ahora y el DRS también con estos nuevos alerones traseros". A pesar de ello, el aumento de la carga aerodinámica provocará mayores turbulencias: "Creo que, cuando vas en el mismo coche y con neumáticos similares, es extremadamente complicado […]. Con los nuevos coches, es más complicado seguir a alguien cuando estás a dos segundos, ya que pierdes mucho agarre, por lo que necesitamos una diferencia grande de ritmo para poder tratar de adelantar. Es una lástima".
Su compatriota Kimi Räikkönen, por el contrario, ha preferido destacar que se ha podido doblar a otros pilotos con mayor facilidad. Como Valtteri, ha coincidido en señalar que las características de Australia no son extrapolables a todos los circuitos y que todas las carreras no seguirán el mismo patrón.