Haas ha sido uno de los primeros equipos de la parrilla de la Fórmula 1 en zanjar los rumores acerca de los cambios de pilotos. El equipo liderado por Gene Haas ha confirmado a los dos ocupantes de los coches norteamericanos, el francés Romain Grosjean y el danés Kevin Magnussen, por, al menos una temporada más. A pesar de que se supone que en el 2018 habrá un gran cambio de parejas en el paddock, pero la escudería ha apostado por la estabilidad en su equipo.
Haas no se conforma
A pesar de ello, el jefe de la escudería americana no quiere conformarse y quiere seguir creciendo en la Fórmula 1. Haas quiere pasar de la zona media baja de la parrilla y estar en la zona media. "Diría que de la quinta a la octava posición estamos tan cerca que de una carrera a otra podríamos ganar o perder una posición. El equipo que cometa menos errores será el que quede por delante. Tenemos que ser consistentes, fiables y terminar carreras. Si terminamos las carreras probablemente estemos séptimos, octavos o novenos. Todas estas posiciones suman puntos", ha afirmado el máximo responsable de la escudería.
Han abandonado la adaptación a F1
Además, desde las filas del equipo se considera que el periodo que tenía Haas para adaptarse a la parrilla de la máxima categoría del automovilismo se ha acabado, y que debe empezar a haber unos resultados óptimos para el nivel de la escudería. "Diría que la luna de miel con la Fórmula 1 se ha terminado. Ahora viene el momento difícil de vivir juntos. La F1 es un desafío y no es fácil. Hacer una carrera cada dos fines de semana implica trabajar muy duro para lograr lo que quieres. Correr a este nivel no es fácil. Los rivales siempre son igual de buenos, si no mejores, que tú. Sólo hace mirar las estrategias, ver lo que son capaces de hacer e intentar encontrar diferencias cuando tienes una oportunidad y sacar provecho de ello", ha concluido con estas contundentes declaraciones Gene Haas.