La Fórmula 1 entra de lleno en la fase final del campeonato y el Gran Premio de Monza ha dejado resquicios de felicidad desbordada en unos sitios, y de fuerte tensión o de climax insostenible en otros. La victoria de Lewis Hamilton - el triunfo número 59 que consigue el británico en la élite del automovilismo - le sitúa como líder del campeonato. Un cambio con el que, a pesar de su victoria, apenas hay una gran variación, ya que solo le saca tres puntos, 238 puntos del tricampeón por 235 del alemán.

Sin embago, más que un triunfo en el plano deportivo, en el que en condiciones de seco y en trazados con largas rectas donde la unidad de potencia y la velocidad punta cuentan notablemente Mercedes está en otra dimensión con respecto al resto de equipos, supone un punto de inflexión de cara al devenir de las últimas carreras en el Mundial, ya que el efecto psicológico tiene un gran impacto.

Fuente: Mercedes AMG Petronas
Fuente: Mercedes AMG Petronas

En tan solo un par de meses o tres, hemos podido pasar como la frustración y la impotencia de Mercedes ha cambiado de acera, adueñándose de Maranello. Tal y como afrontaba la carrera la escudería del 'Cavallino Rampante', estaba claro que sus aspiraciones de finalizar por delante de Mercedes era esperar un milagro en forma de lluvia que equilibrase las cuentas e hiciese de la carrera un acto imprevisible e incierto en el que todo podía pasar. Sergio Marchionne cargó duramente contra el equipo, y estuvo exento de razón. Quizá no contó con que la superioridad de Mercedes en este tipo de circuitos es notoria. Las palabras del CEO de Ferrari no provocan otra cosa que empeorar el ambiente en el box ferrarista y tirar por la borda todo el trabajo y los buenos resultados de Vettel, que ha sido el único que ha tirado del carro ante un Kimi Raikkonen desaparecido en combate desde el primer minuto.

Las comparaciones pueden llegar a ser odiosas, aunque es inevitable la comparación de escuderos. Mientras Valtteri Bottas ha arañado puntos a Sebastian Vettel en favor de Lewis Hamilton en más de siete ocasiones, Kimi Raikkonen solo lo ha conseguido en dos carreras. Muchos recurrireis a la diferencia de características entre un Mercedes y un Ferrari, pero si nos ceñimos a los datos, solo hay que ver la diferencia de puntos entre pilotos. Mientras la diferencia entre Hamilton y Bottas es de 41 puntos, la de Vettel y Raikkonen con el mismo bólido alcanza los 100. A eso, se le suma el dato de que Kimi Raikkonen es campeón del mundo y Bottas no. Quizá pueda ser cuestión de implicación. 

Fuente: Zimbio
Fuente: Zimbio

Mientras, las aguas no vuelven a su cauce en McLaren, sino que se distancian cada vez más y mas. La muestra de ello es la situación que vive un piloto dos veces campeón del mundo y que debería luchar con los mejores por ganar, como es Fernando Alonso. Octava vez que el asturiano ha abandonado sumando la retirada en Monza en la penúltima vuelta. Echando la vista unos años atrás, ganó en este circuito con Ferrari dos veces y disfrutaba en el podio haciendose un selfie con los que eran sus tifosi cuando era piloto ferrarista. Stoffel Vandoorne también tuvo que retirarse. El divorcio y la tensión con Honda es total, tras tres años de impotencia y sufrimiento que conducen a la ruina. Y ante esta situación insostenible, Renault llama con fuerza a la puerta para ser proveedor de motor de McLaren, cuyo equilibrio entre chasis y unidad de potencia es inexistente.

Por otro lado, no podemos dejar de alabar el fin de semana de Red Bull. Poco se hablará de la temporada que está realizando Daniel Ricciardo, que acabó en cuarta posición y a punto estuvo de arrebatarle el podio a Vettel. Y eso que salió decimoséptimo. Por su parte, Max Verstappen, que tuvo un incidente con Felipe Massa, acabó décimo pese a las dificultades. El motor Renault les sonrió, a diferencia de a sus homólogos de Toro Rosso. Sainz terminó decimocuarto y Kvyat duodecimo, ambos vivieron un fin de semana complicado por culpa de su unidad de potencia.

Fuente: Zimbio
Fuente: Zimbio

El Gran Premio de Singapur será clave para el desenlace del campeonato y para el futuro de escuderías como McLaren o Toro Rosso, cuyos proveedores de motor y cuyos pilotos no tienen del todo garantizada su continuidad el próximo año.