Aston Martin ya estará dentro de la Fórmula 1 en 2018, pero como patrocinador oficial de Red Bull, que sirve para empezar su andadura en la categoría reina del automovilismo. Los británicos están al tanto de esa nueva normativa de la F1 que entrará en vigor en 2021 y que Liberty Media presentará el 31 de octubre.

Una de sus intenciones será hacer la F1 más barata, con un límite presupuestario que iguale las cosas. Eso dibujaría el panorama idóneo para que Aston fabrique un motor que no tardaría en encontrar clientes.

Una de las grandes ventajas de esa normativa es que permite la entrada de motoristas independientes. De hecho, Christian Horner, jefe de Red Bull, ya ha asegurado que está abierto a montar motores de Aston Martin si finalmente se deciden a formar parte de la F1.

El CEO de Aston Martin, Andy Palmer, ha dicho a Motorsport: “Estoy seguro de que tenemos la capacidad técnica. Alguna gente de la que hemos resultado, que vienen de Ferrari, implica que tenemos al poder intelectual para ser capaces de desarrollar un motor de F1”.

Continuaba diciendo: “La gente que hemos fichado tuvo relación con la F1 en el pasado y también en los coches de calle. Por lo que ahora tengo una interesante mezcla de capacidades técnicas”.

Pero ha matizado que los costes deben ser mantenidos bajo control para que el proyecto sea totalmente viable: “La cuestión será el límite de gasto para hacer algo que sea asumible para una empresa como Aston. Esa es la gran diferencia entre una compañía pequeña como nosotros y los grandes como Renault o Mercedes-Benz”.

Palmer también ha dicho que tienen abiertas otras posibilidades. Su idea principal es hacer un motor independiente, pero podrían hacerlo con socios como Cosworth o Ricardo que también están interesadas en esa nueva Fórmula Uno.