Fernando Alonso ha vivido su tercer año consecutivo con un motor Honda a sus espaldas, el último, como él seguramente habrá soñado tantos días, tras los malos resultados y los muchos abandonos desde 2015.

Gira a gira

Primeras cuatro carreras para olvidar. En Australia se retiró por un problema en el eje de transmisión, en China el palier fue el culpable, Alonso se intentó defender de un adelantamiento de Carlos Sainz, pero daño la parte baja de su MCL32. En Baréin a dos vueltas del final de la carrera su motor dijo basta y en Rusia ni si quiera pudo empezar la carrera por un problema en la caja de cambios.

La gira europea tampoco fue demasiado buena. En España acabó su primera carrera siendo decimosegundo. En Mónaco no participa por correr las 500 Millas de Indianapolis. En Canadá otro abandono por culpa del motor.

Los primeros puntos llegan Azerbaiyán tras cruzar la línea de meta en noveno lugar. Austria y Gran Bretaña marcados como ceros; en la primera por un accidente provocado por Daniil Kvyat al entrar fuerte en la curva 1, mientras que en la segunda un fallo en la presión de combustible. Un gran día en Hungría donde quedó sexto, el mejor resultado de la temporada, y además marcó la vuelta rápida de carrera. Estas carreras en Europa acababan con dos abandonos más, rotura de motor en Bélgica y el embrague en Italia.

Gira asiática. En Singapur, un accidente entre Max Verstappen, Kimi Räikkönen y Sebastian Vettel perjudicaron también a Fernando Alonso, quien tuvo que abandonar vueltas más tarde por numerosos daños.

Esa recta de final de temporada, la parte en la que trabajaba McLaren mejoró considerablemente. En Malasia y Japón, Alonso quedó undécimo, aunque en Estados Unidos llegaría el último abandono del año, de nuevo el motor Honda. En México fue décimo dejando a los aficionados una gran batalla con Lewis Hamilton en curva. En Brasil fue octavo y cerró la temporada en noveno lugar en el Gran Premio de Abu Dabi.

Mejores y peores momentos

Se podría decir que Alonso ha vivido dos grandes momentos este 2017. En Hungría cosechando el mejor resultado de la temporada, sexto, más la vuelta rápida. También las últimas tres carreras, donde McLaren hizo un gran avance aerodinámico y Alonso sumó hasta un total de siete puntos. El peor momento de Alonso sin duda fue el inicio de temporada, una serie de abandonos por fiabilidad y hasta la octava carrera del año no entraría en los puntos.

Si el bicampeón del Mundo ha sumado puntos y ha acabado carreras en buenas posiciones ha sido gracias a su astucia como piloto, su larga trayectoria desde su debut allá por el año 2001.

(Foto: Zimbio. Mark Thompson)
(Foto: Zimbio. Mark Thompson)

A pesar de no tener el mejor coche, Fernando ha dejado batallas para recordar, como la vivida en México contra Hamilton, esa actitud de estar toda la carrera de Brasil en zona de DRS con Felipe Massa para no ser superado por el Force India de Sergio Pérez que venía como una bala por detrás.

Honda no ha sabido mejorar su motor para 2017. Siempre ha sido la debilidad de esa unión McLaren-Honda. Por parte de los británicos, el monoplaza mejoró en aerodinámica y chasis en la parte final del campeonato, avances que pueden ser un punto de inflexión de cara a 2018.

Foto:  Mark Thompson
Foto: Zimbio, Mark Thompson

El compañero de equipo de Alonso ha sido Stoffel Vandoorne. Un debutante que ha estado a la altura durante todo el año e incluso ha estado cerca de quedar por delante del asturiano en el Mundial de Pilotos, algo que en las últimas carreras ha podido salvar. El rendimiento de Vandoorne ha sido tan alto que incluso Alain Prost dijo: “su rendimiento ha sido igual o mejor que el de Alonso”.

En conclusión, Fernando Alonso ha dicho adiós a Honda tras tres años. Seguramente es el hecho que más soñaba desde el desastroso 2015, donde los japoneses no dieron a McLaren lo que prometieron. Alonso volverá a juntarse con Renault, con quienes ya ha sido Campeón del Mundo en dos ocasiones.