Sebastian Vettel ha conseguido completar una gran temporada con su Ferrari liderando buena parte del campeonato y poniendo en entredicho la superioridad que había demostrado Mercedes en los años anteriores. Sin embargo, en un inicio nefasto del último tramo del campeonato, Vettel perdió todo lo que había sembrado a lo largo de la temporada y se tuvo que acabar conformando con el subcampeonato.
La última gira privó a Seb del Campeonato
El mundial empezó de la mejor manera posible, la primera gira con los cuatro primeros Grandes Premios, dejó a Vettel líder del Campeonato consiguiendo dos victorias y dos segundos puestos, unos resultados que le servían para presentar su candidatura al título e intentar terminar con el monopolio de Mercedes.
La gira europea también fue buena para un Vettel que arrancaba la gira siendo segundo en Montmeló y adjudicándose la victoria en Mónaco, en total fueron seis carreras consecutivas las que estuvo Vettel en el podio hasta que se bajó de él en Canadá y Azerbaiyán siendo cuarto en ambas carreras. En Austria volvió al podio siendo segundo en la carrera que ganó Valtteri Bottas. La peor carrera de Vettel hasta el momento en la temporada llegaba en el Gran Premio de Gran Bretaña dónde acabó en el séptimo lugar. En Hungría volvió a saborear la victoria para encarar la recta final de esta segunda parte del campeonato, en Bélgica logró un segundo puesto y en Italia, territorio Ferrari y última carrera de la gira europea, Vettel tan solo logró acabar tercero por detrás de los dos Mercedes en una carrera en la que Ferrari tenía puestas muchísimas más esperanzas.
Llegaba la última gira del Campeonato y Vettel era el claro contendiente al título junto a Lewis Hamilton, sin embargo, esta última gira iba a empezar de la peor forma posible, saliendo desde la pole en Singapur, lo tenía todo para ganar, sin embargo, un accidente en la salida iba a mandar al garete su carrera, la de Räikkönen, la de Verstappen y la de Alonso en un accidente del cual el propio Vettel pudo tener la culpa ya que fue el que trató de defender la pole de forma agresiva tras una mala salida.
En Malasia Vettel volvió a puntuar, pero no logró subir al podio, Vettel fue cuarto en una carrera en la que Hamilton fue segundo y cada vez tenía más cerca su título mundial. Japón tenía guardado un nuevo golpe para Vettel y sus aspiraciones de ser Campeón, un problema en el monoplaza de Vettel le hizo dudar hasta el final sobre si podría salir o no a pista, finalmente pudieron salir a pista, pero cinco fueron las vueltas que duró en pista Vettel y su monoplaza, una retirada que combinada con la victoria de Hamilton dejaban a Vettel casi sin opciones de ser Campeón ya que Hamilton podía lograrlo en Estados Unidos.
Podía ser y así fue, Hamilton se proclamó Campeón del Mundo en Austin y frustró así la ilusión de Vettel que había completado una temporada perfecta hasta que llegaron los problemas. Segundo en Austin y cuarto en Méjico, Vettel aún tenía guardada la que consiguió en el Gran Premio de Brasil, penúltima cita del año. En la última carrera celebrada en Abu Dhabi, Vettel cerraba el año con un tercer puesto en una temporada en la que pudo ser Campeón, pero dos errores le privaron de serlo.
Las seis primeras carreras, lo mejor del año
Seis podios de forma consecutiva, tres victorias y tres segundos puestos en un inicio de año fulgurante para Sebastian Vettel que presentaba credenciales para acabar con Mercedes, Australia, China, Bahréin, Rusia, Montmeló y Mónaco fueron las mejores carreras de la temporada para Sebastian que en esos momentos se permitía soñar con ser el nuevo Campeón del Mundo de Fórmula 1.
Singapur y Japón, lo peor
Lo peor del año para Vettel sin duda han sido las dos carreras que no pudo terminar y que, a la postre, fueron las que le dejaron sin título. En el Gran Premio de Singapur, el accidente de la salida es un error humano, aunque el alemán nunca quiso asumir que pudo tener parte de la responsabilidad de ese accidente, el de Japón, en cambio, es un fallo en el coche contra el que poco pudo hacer Vettel y un error que le costó muy caro a Ferrari que se quedó sin Mundial.
El pilotaje de Vettel, su clave
La clave del piloto alemán es sin duda alguna su pilotaje, un desparpajo a la hora de pilotar y de adelantar rivales que le llevaron a poder luchar por el campeonato, la clave también está en su frialdad cuando está en cabeza, Vettel sabe calcular y gestionar las distancias con sus rivales a la perfección, sabe cuándo y cómo puede jugar con ellos en busca de que arriesgando cometan un error o que, simplemente gasten neumático para que él se pueda permitir un tirón final y alejarlos.
El Ferrari rindió bien, menos cuando lo tuvo que hacer
En el computo global de la temporada, el Ferrari ha tenido un gran rendimiento, ha podido luchar de tú a tú contra Mercedes para acabar con su monopolio. Sin embargo, cuando realmente tuvo que estar bien, su rendimiento decayó, no solo fue Vettel quién tuvo problemas en el monoplaza en la última parte de la temporada, también su compañero Kimi Räikkönen los tuvo retirándose en Singapur (accidente) y en Malasia por un problema en el coche semejante al que sufrió Vettel una semana más tarde en el Gran Premio de Japón.
Räikkönen, fiel escudero de Seb
Es difícil hacer una comparación entre ambos pilotos ya que, Kimi es el fiel escudero de Sebastian, cuando Vettel lo ha necesitado, Räikkönen siempre ha estado ahí para cubrirle las espaldas o para cederle la posición en caso de que fuera necesario. Aun así, los números de Kimi están muy lejos de los de Vettel, cero victorias por las cinco de Vettel y 112 puntos menos en la clasificación final del campeonato.
Lo que pudo ser y no fue
Una frase que resume a la perfección a temporada de Vettel, una temporada en la que pudo ser perfectamente Campeón del Mundo pero que se le escapó en una catastrófica última parte del campeonato. Aun así, se ha vuelto a ver un Vettel combativo y con ganas de luchar por el título mundial, unas cualidades que deberá demostrar nuevamente en el Campeonato de 2018 si quiere tratar de conseguir su quinto título y acabar con el monopolio que tiene Mercedes desde hace ya cuatro años.