Liberty Media afronta su segunda temporada como dueña en la Fórmula 1. La empresa presidida por Chase Carey, cuyo dirigente más importante en el Gran Circo es Ross Brawn, ha cumplido con nota su primera temporada al frente de la máxima categoría del automovilismo. Una de las decisiones que se tomaron, y que no era precisamente sencilla, fue el intercambio de proveedor de motores entre McLaren y Red Bull, por el cual Renault se fue al equipo británico, Honda a Toro Rosso, y Carlos Sainz se fue "cedido" una temporada y las últimas carreras de la pasada a la escudería del rombo.

Entre otros temas, Ross Brawn, en una de las primeras ruedas de prensa de los nuevos dueños de la máxima categoría del automovilismo, dejó claro que querían apostar por la tradición para dar más espectáculo, y, entre otras medidas, hacer más grandes premios en Europa. Este objetivo se está empezando a hacer realidad, con la reaparición del Gran Premio de Francia, esta vez en el circuito de Paul Ricard, y el Gran Premio de Alemania, que se va a celebrar en el circuito de Hockenheim, uno de los trazados más emblemáticos de la historia. Pero no se quedan ahí.

Dinamarca como obsesión

La expansión al mayor número de países europeos como sea posibles es una de las grandes obsesiones de Liberty Media, y de su propietario, el norteamericano Chase Carey. Otro de los grandes objetivos de la empresa es que se pueda realizar un Gran Premio en Dinamarca. De hecho, a las primeras reuniones acometidas hace unos meses entre los norteamericanos y los dirigentes del país nórdico se van a intensificar a partir de este mes de enero.

Carey tiene en sus planes reunirse con dirigentes daneses en su visita al país. Después de no terminar de cerrar la carrera en la capital, Copenhague, al calendario del Gran Circo, las dos partes quieren rematar el acuerdo, ya que según la prensa danesa, sería mucho más barata que el Gran Premio de Europa. Según informaciones en Dinamarca, el circuito costaría entre 40.000 y 67.000 millones de euros, algo que atraería a los dueños de la Fórmula 1, que necesita audiencia, debido al gran bajón que se ha experimentado en los últimos años.