La temporada de Kevin Magnussen no ha sido para tirar cohetes. El danés finalizó el año en decimocuarta posición, justo detrás de su compañero Grosjean. Kevin logró 19 puntos, nueve menos que el francés. Además, el de Roskilde fue objeto de qué hablar debido a varios roces con otros pilotos de la parrilla, como Nico Hülkenberg, al cual agredió verbalmente delante de la prensa. En pista Kevin tuvo también algunos piques con ciertos pilotos a la hora de defender posición, como lo fue con Alonso en Malasia.

"Una cosa que detuve por un tiempo fue ver las redes sociales. Como figura pública, a menudo se nos menciona y recibimos muchos mensajes. Puede ser frustrante leerlos y me ayudó mucho dejar de mirarlos. No me importa lo que la gente diga de mí. Lo sé por (los periodistas) si alguien dice algo negativo acerca de mí, pero no me importa", declaraba hacia el portal Autohebdo.fr

Además, comenta que únicamente ha tenido una penalización en todo el año, lo cual deja a ver que quizá no es tan mal piloto.

"Esta obviamente no es mi intención de ser impopular", decía su compañero de equipo Romain Grosjean.

“Lo que me importa es cosechar buenos resultados y lo que dicen los comisionados. Recibí solo una penalización este año por conducir y eso demuestra que no soy tan malo.”, informaba.

Kevin es sincero y dice que a él no le importa ser apreciado por los pilotos ya que la propia naturaleza de la Fórmula 1 no se lo pone fácil.

"Tengo amigos en el paddock pero no entre los pilotos. Nunca funcionaría”, expresó para finalizar.

Magnussen, quien ya llevará dos años en Haas, ve como su fama en el Gran Circo se ve oscurecida por sus acciones en pista y por sus duras declaraciones. Pero, como ha dejado ver el danés, las opiniones de los demás hacia él le son indiferentes.