Más conocido como Mr. Mónaco, fue durante 23 años el que ostentó el récord de más victorias en el Gran Premio de Mónaco (cinco veces). Sólo Schumacher le iguala y Senna le supera (con seis), aunque cerca estuvo en 1988 de llevarse la victoria en el principado monegasco. Además, Hill ha sido el único piloto de la historia capaz de conseguir la triple corona del automovilismo: victoria en el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1, las 500 Millas de Indianápolis y las 24 Horas de Le Mans. Conocido por su cruzada en pro de la seguridad del automovilismo, fue pionero en crear la Asociación de Pilotos de Grandes Premios (GPDA) en 1961 junto con Stirling Moss para presionar a los órganos dirigentes para que mejoraran la seguridad en los circuitos.

Corrió hasta 18 temporadas en F1, siendo su primera carrera el Gran Premio de Mónaco de 1958 y la última en el mismo circuito pero en 1975. Durante esos años corrió para cuatro equipos, todos ellos británicos (Lotus, BRM, Brabham y el suyo propio, Hill), acumuló dos campeonatos del mundo, 14 victorias y 36 podios. Además, corrió tres veces en las 500 Millas de Indianápolis siendo el año de debut 1966. Estrenándose, por cierto, con victoria. En cuanto a Le Mans lo intentó a la par que la Fórmula 1, en 1958 fue también su año de debut pero no consiguió la victoria hasta 1972 habiendo parado seis años antes.

Norman Graham Hill OBE, nacido un 15 de febrero de 1929 en Hampstead, Londres, fue un piloto de carreras británico considerado de los mejores de la historia. Corrió contra pilotos británicos desde la talla de Stirling Moss, en su debut, hasta Jackie Stewart. Conocido por su sentido del humor, inteligencia y astucia conduciendo, fue y sigue siendo uno de los pilotos mejor valorados de la historia de la Fórmula 1.

No empezó precisamente temprano a conducir, de hecho, no obtuvo su licencia de conducción hasta que cumplió 24 años. Graham no sólo era conocido por su faceta de piloto, años antes de entrar en la Fórmula 1 perteneció al Club Londinense de Remo. No se le daba nada mal ya que de las veinte finales que disputaron, ganaron ocho. De hecho, el casco que llevaba mientras pilotaba (que más tarde heredó su hijo Damon), el diseño está inspirado en el que llevaba mientras remaba. En su autobiografía afirma que su etapa en el remo le ayudó a su carrera profesional.

INICIOS EN EL AUTOMOVILISMO Y ETAPA EN LOTUS

En 1954 fue cuando vio un anuncio del Club Universal de Carreras del Motor que ofrecía unas vueltas al circuito de Brands Hatch por lo que hoy en día, teniendo en cuenta la inflación con el paso de los años y el cambio de divisa, serían unos 12€. Tampoco se lo pensó mucho y accedió a ello. Así que su debut fue a bordo de un Fórmula 3 y describió esa sensación como si “inmediatamente fuera infectado por el virus de las carreras”. De ahí no se despegó de la competición ya que comenzó a trabajar como mecánico en una escuela de carreras. Sería ahí donde tiempo después conocería a Colin Chapman quien le ofreció un puesto en el equipo Lotus.

Gracias a él, debutaría en 1958 en la Fórmula 1. Pero de las diez carreras que corrió, siete tuvo que abandonar, y al año siguiente de las ocho que comenzó tan sólo acabó dos. Lotus era rápido pero poco fiable, Jim Clark años después lo confirmaría. En 1960 fichó por BRM. El salto se notó ya que se subió por primera vez al podio pasadas cuatro carreras, en el Gran Premio de Holanda, disputado en el mítico circuito de Zandvoort.

ETAPA EN BRM

Al año siguiente de fichar por BRM fue cuando creó, con ayuda de Stirling Moss, la Asociación de Pilotos de Grandes Premios (GPDA por sus siglas en inglés), para iniciar una cruzada en pro de la seguridad de los pilotos en los Grandes Premios. Meterían presión a los órganos competentes para que mejoraran las condiciones de seguridad en los circuitos o sino amenazaban con no correr. No pasarían desapercibidas las muertes durante las carreras, clasificación o entrenamientos desde 1950. A los pilotos les gusta conducir rápido pero con la certeza de que si tienen un accidente, que no sea el último.

Jackie Stewart recuerda tras el accidente del GP de Bélgica de 1966: “Por todo ello, creamos la Asociación de Pilotos de Gran Premio. Cuando me retiré, los pilotos teníamos mucho poder y a la Federación no le gustaba lo más mínimo. Entonces apareció el profesor Sid Watkins, quien me relevó en la lucha por mejorar la seguridad. Considero que, hoy en día, la gestión del riesgo en la F1 es de las mejores del planeta, deportivamente hablando”.

Hill, tras pasar siete años en el equipo BRM (consiguiendo su primer título en 1962) decidió volver a su casa, a Lotus para la temporada 1967. El motor seguía siendo excelente, pero al igual que las pasadas temporadas, poco fiable. Seguía teniendo en mente el año de su título con el Gran Premio de Sudáfrica, la última carrera de la temporada. Clark liderando la carrera con un ritmo increíble hasta que en las últimas vueltas de repente el motor empezó a perder aceite. Poco pudieron hacer los mecánicos. Hill tomó el liderato, ganó la carrera y su primer campeonato del mundo. En en esa época fue cuando se hizo famosa la frase “Lotus: Lots Of Problems Usually Serious”.

Al año siguiente las condiciones mejoraron notablemente. Se estrenó con un podio en la primera carrera de la temporada, en Sudáfrica, y después victoria en el GP de España. Seguiría cosechando buenos resultados (a pesar de sus cuatro abandonos, recordemos, es Lotus) y finalmente se proclamaría campeón.

Pero tres años después abandonaría su casa para unirse a otro equipo británico, Brabham. Poco tiempo estuvo, se unió en 1971 y se marchó en 1972 (año en que por fin ganó las ansiadas 24 Horas de Le Mans) para crear su propio equipo: Embassy Racing. Quiso emular a Jack Brabham en ese sentido, ganar en Fórmula 1 y después crear su propio equipo para seguir ganando.

CREACIÓN DE EMBASSY HILL

Compró un chasis Shadow para su primera temporada, en 1973, pero poco pudo hacer. Su mejor resultado fue un noveno puesto y cinco abandonos en 12 carreras. Al año siguiente el chasis elegido fue el Lola T370 cuyo mejor resultado en la temporada fue un sexto puesto, el primer punto logrado por su equipo. Aunque también fue un gran salto con respecto al año anterior ya que conseguían acabar las carreras. En su última temporada en F1 (1975) siguieron con el mismo chasis, pero pasadas cinco carreras renombraron la carrocería de Lola T370 a Hill GH1 debido a que el diseñador, Andy Smallman, dejó Lola para trabajar en el equipo de Graham Hill a tiempo completo.

El chasis Hill GH2 nunca llegó a correr de manera oficial (carrera, clasificación o entrenamiento), aunque fue diseñado por Andy Smallman y construido para hacer tests de cara a la temporada 1976. Era un coche que verdaderamente prometía porque durante unos test que hicieron tras el verano de 1975, los tiempos por vuelta que marcaba el piloto Tony Brise en Silverstone eran bastante buenos.

FALLECIMIENTO

El 29 de noviembre de 1975, Hill, su segundo piloto Tony Brise, el diseñador Andy Smallman y tres miembros más del equipo volvían de probar el GH2 en el circuito Paul Ricard en el avión de Graham a Londres cuando pasadas las 10 de la noche en una densa niebla golpearon unos árboles y se estrellaron. Nadie sobrevivió.

Así, Graham Hill falleció el 29 de noviembre de 1975 víctima de un accidente de avión. A su funeral se calcula que asistieron unas 3.000 personas en Hertfordshire. Su hijo, Damon, 21 años después se proclamaría también campeón del mundo de Fórmula 1.