Fernando Alonso lo quiere todo. El piloto asturiano, después de confirmar su presencia en el WEC y en el Mundial de Fórmula 1, además de las 24 Horas de Le Mans, tiene por delante la que sin duda será la campaña más apasionante de su carrera. El bicampeón del mundo en 2005 y 2006 tiene claro un objetivo: la Triple Corona. Alonso quiere entrar en la historia siendo un piloto absolutamente completo con todo lo que se puede ganar en el mundo del automovilismo en sus manos y, sobre todo, en su vitrina de trofeos, de las más amplias que puede tener un corredor en la actualidad. A pesar de tres malas temporadas con McLaren, teniendo como suministrador de motores a Honda, el asturiano quiere vivir una gran temporada como piloto de McLaren-Renault.

En una charla exclusiva con el diario 'Marca', Alonso ha hablado de lo que supone para alguien como él, que ha estado durante casi dos décadas centrado única y exclusivamente en el mundo de la Fórmula 1 adentrarse en las carreras de resistencia, como las 24 Horas de Daytona, en la que hizo un buen trabajo a pesar de los constantes errores de su equipo, United Airlines, que lastraron las opciones del español y del resto de sus compañeros, ya que tuvieron un buen rendimiento en el trazado norteamericano.

Un cohete japonés

"Está muy bien, es un coche diferente a la hora de pilotarlo, pero con características distintas e intentas adaptarte a él y sacarle el máximo partido. Toyota tiene toda la experiencia de estos años atrás, y un grupo de pilotos muy experimentados en el WEC, así que la adaptación es mucho más fácil con toda esta estructura detrás", afirmaba Fernando Alonso para 'Marca'. El piloto se encuentra muy ilusionado con la propuesta japonesa, que es una de las más potentes que se pueden encontrar dentro del Mundial de Resistencia (WEC), y, por supuesto de las 24 Horas de Le Mans.

"Son coches distintos, la mayor diferencia es la tracción total que te cambia el modo de conducir y acelerar a la salida de las curvas, tiene más libertad electrónica que la que existe en la F1, de hecho son muy sofisticadas, donde te apoyas mucho a la hora de conducir, y es divertido, veloz, aceleración espectacular... pero es sencillo adaptarte" manifestó sobre las diferencias que existen entre un monoplaza del Gran Circo y un coche de resistencia.

El reto del samurai

"Pues sí es un reto, y en efecto es un reto valiente, no por estar en Toyota, es estar en una carrera mítica, con el mejor equipo, seguro, que va a participar en Le Mans, que me da más seguridad y es un reto valiente porque hay mucho que ganar y mucho que perder, pero cuando hay algo que ganar, merece la pena. El objetivo es ser campeón del mundo de la especialidad, y tengo muchas ganas de Le Mans, lo he visto mucho por la tele y tengo curiosidad por estar a los mandos, las grandes rectas, la velocidad, la poca luz al conducir de noche porque aunque estoy acostumbrado a Singapur, etc., pero aquí está menos iluminado". Alonso considera que es un reto ampliar su trayectoria en las carreras de resistencia, y, especialmente, las 24 Horas, la carrera más grande y famosa del mundo.

"Nada, nada, seguimos muy verdes, hay que dominar más todo y este año va a ser importante tener todo muy claro, cosas que hagas ahora que parezcan tonterías o estar dos días más en casa o entre los test de Barcelona irte a casa a descansar, comer bien, montar en bici igual otros años no lo hacía, o para Australia no haga falta hacerlo, pero en octubre todo va a repercutir, todo el año está diseñado casi día por día para llegar muy fuerte a noviembre al último Gran Premio de Abu Dabi. En realidad octubre y noviembre que tengo ocho fines de semana seguidos. Si quieres llegar al 100 en octubre hay cosas en febrero que hay que ahorrar", comentó sobre el camino del samurai.