Victoria canadiense en un partido en el que ninguno de los dos equipos consiguió encontrarse 100% cómodo y eso se vio reflejada en las pocas ocasiones de peligro que generaron. Los norteamericanos fueron mejores durante muchas partes del partido, generando las ocasiones más claras de peligro. Durante mucho tiempo tuvo el control de la pelota, pero la buena defensa de su rival impidió que encontrarse espacios. Los neozelandeses fueron claramente de menos a más y esto les afectó en su faceta ofensiva.

El inicio del encuentro estuvo marcado por unas condiciones meteorológicas adversas en las que el fuerte viento obligó a los jugadores a tener que jugar el balón a ras de suelo y apenas levantarlo para buscar desplazamientos en largo. Esta circunstancia ayudó al conjunto neozelandés a tener un mayor control de la pelota y lograr llevar la iniciativa. De esta manera obligó a los canadienses a tener que permanecer pendientes de la parte defensiva y sin poder explotar con comodidad el ataque.

Con el paso de los minutos, el equipo norteamericano encontró la mejor manera de llevar peligro a la portería rival, consiguiendo generar algún acercamiento de peligro. Con rápidas transiciones, buscó sorprender a la defensa con balones al espacio para Larin. El delantero del Besiktas gozó de una oportunidad para aventajar a su selección en el marcador, pero su disparo fue sacado en línea de gol por el guardameta ‘kiwi’.

El combinado de la ‘Maple Leaf’ fue encontrándose cada vez más cómodo teniendo el control de la pelota. Apoyándose en un centro del campo dirigido por Kaye y Osorio, encontraron  muchos espacios en la defensa rival, sobre todo por las bandas. Pero el poco acierto en el pase fue la única causa que les negó al posibilidad de anotar el primer gol.

Sin embargo, a cinco minutos del final de la primera mitad, fue el equipo que ejercía de visitante el que logró superar a su rival, aunque posteriormente el colegiado anuló el tanto por fuera de juego.

En los minutos finales, los canadienses intensificaron su juego con intención de llegar al descanso con ventaja en el marcador, pero la fuerte defensa neozelandesa les impidió ni tan siquiera, realizar un disparo bajo los tres palos.

Mucho intercambio de golpes

La segunda parte tuvo un inicio intenso por parte de ambos equipos, aunque fueron los canadienses los que estuvieron más cerca de anotar, teniendo dos ocasiones muy peligrosas. Fue en el tercer acercamiento de estos primeros minutos sobre la portería neozelandesa, cuando los canadienses lograr anotar el primer tanto. Jakovic asistió con un pase profundo a Ricketts para que este batiese al portero con una gran maniobra.

Este gol obligó a Nueva Zelanda a adelantar sus líneas de presión para buscar igualar el marcador. Consiguieron en parte sus objetivos, teniendo control sobre el balón en las inmediaciones del área rival, pero sin generar acciones claras de gol.

Esta disposición de los visitantes permitió a Canadá encontrar más espacios en la defensa, sacando provecho de la velocidad de Cyle Larin, aunque el delantero no estaba consiguiendo entrar demasiado en contacto con la pelota

Con el paso de los minutos, los ‘All Whites’ fueron perdiendo protagonismo en el juego, gracias a un equipo canadienses que iba encontrándose cada vez más cómodo con el balón, aunque las ocasiones de peligro no llegasen. En estos minutos llegó la ocasión de mayor peligro a parte del gol, con un disparo desde el interior del área. Un jugador visitante sacó el balón en la misma línea de gol. 

Nueva Zelada apretó en los siguientes minutos, buscando el gol, pero su rival no le dejó apenas opciones. Apenas consiguió poner en problemas a un Borjan que salvando el gol anulado de la primera mitad, tuvo un partido muy tranquilo. 

En los minutos finales, el equipo canadiense trató de aprovechar el nerviosismo de su rival, insistiendo sobre la portería de estos, pero la escasa diferencia en el marcador les hizo no arriesgar demasiado. Aún así se vio algún que otro acercamiento, pero nada claro, lo que dejó el resultado final con la victoria para los canadienses.