Comenzó el partido con un Málaga muy bien plantado, con la posesión del esférico, y jugando con suma tranquilidad, algo que extrañaba viendo el escenario y rival que tenían enfrente.

En el minuto 15, llegaba la primera clara del partido, cuando una veloz contra del equipo alemán pillaba desprevenida a la defensa malagueña, y Lewandowski probaba con una genialidad, con una sutil vaselina, pero ésta se perdía por encima del larguero de Caballero.

El ambiente en los graderíos era absolutamente espectacular, al igual que el mosaico que realizó la afición del Dortmund antes del inicio del encuentro. Un estadio, un escenario, dos aficiones, a la altura del partido que se jugó.

Un zurdazo de Joaquín templa el Signal Iduna Park

El Dortmund apretaba y el Málaga se resistía como podía, a sabiendas de que todo buen trabajo tiene su fruto. Un fruto que no tardaría en llegar, un fruto histórico. Cogía un balón en la frontal Julio Baptista, se lo daba a Joaquín, y éste, tras una perfecta combinación con Duda, metía entre las redes historia boquerona, historia en forma de balón. El Málaga se ponía por delante en Dortmund, gracias a la pierna zurda de Joaquín, que silenció las interminables gradas del Signal Iduna Park.

Un gran zurdazo del extremo andaluz ponía al Málaga por delante | Foto: Getty Images

Los de Klopp, con el mazazo del gol todavía encima, intentaban rehacerse ante lo complicado de su situación. Mientras, el Málaga, a sus anchas por el verde, defendiendo a la perfección todas las acometidas germanas, y llegando ala las postrimerías del área de Weidenfeller con gran facilidad.

El Dortmund dio un paso adelante en busca de remontar la eliminatoria

Pasada la media hora de encuentro, el Málaga que tenía el partido, hasta el momento, muy controlado, vio cómo se empezaba a desatar su rival, con rápidos y fluidos ataques que hacían peligrar la consistencia de su defensa. Lewandowski y Reus cogieron las riendas de su equipo, dirigiéndoles hacia una posible remontada.

Lewandowski daba el primer paso para la remontada

La grada empujaba, se veía a leguas un cambio de actitud en su equipo, y veían posible la remontada. El Málaga sufría en defensa, se les estaba haciendo demasiado larga la primera mitad. Y, así fue, allá por el minuto 40 de juego, el ariete polaco combinaba con su compañero Reus, quien le asistía de manera inverosímil con un excelso taconazo para poner el empate en el marcador, tras regatear a Willy Caballero.

Al fin, conseguía batir el polaco al guardameta del Málaga | Foto: Getty Images

Tras 130 minutos de eliminatoria, los de la cuenca del Rhur conseguían, al fin, batir a Willy Caballero, un gol para ellos tan vital como merecido. Pero no se conformaban, iban a más contra un Málaga que, aunque iba por delante en el cómputo global, estaba moribundo por el campo, a la espera de un inminente descanso para reorganizar su estructura de juego en cómputos generales.

Con el Dortmund empujando como nunca y con una grada que ardía junto a los suyos, acabó la primera parte. El marcador ilustraba un 1 a 1 que hasta el más optimista habría firmado. Los primeros 45 minutos de juego ofrecieron por ambas partes una gran efectividad, ya que los goles llegaron prácticamente en los dos únicos disparos a puerta, aunque si se dispusieron de más ocasiones para perforar las redes del rival.

La segunda parte comenzaba de manera fulgurante

Con la reanudación del partido se pudo ver un Dortmund que salió con el mono de trabajo puesto, en búsqueda de un gol más que culminase la remontada. Avisó Lewandowski, con un duro disparo que detuvo con seguridad Willy, pero a la jugada siguiente, Joaquín dejó bien claro que él también era el protagonista, con un cabezazo que si no llega a ser por Weidenfeller, con una magnífica estirada, habría supuesto su segundo gol. La reanudación fue frenética en ocasiones e intensidad.

Pero el listón no bajaba, y ahora era Gotze quien estuvo cerca de anotar, tras un error garrafal de Sergio Sánchez, pero impactó nefastamente su empeine con el esférico y mandó al limbo su  magnífica oportunidad.

Los nervios del paso de los minutos trajeron consigo una excesiva agresividad en el juego

Con las ocasiones falladas y el paso de los minutos, se añadía a la fiesta otro nuevo invitado, la agresividad en el juego. La tensión ya se palpaba, de sobra, en el ambiente y sendos equipos subieron las revoluciones de manera notoria, pero todo era amainado con cartulinas del colegiado Thompson a jugadores de ambos bandos.

Willy salva, Eliseu marca

Dicen que los grandes jugadores aparecen en los momentos claves, y hoy Willy Caballero lo volvió a hacer, primero salvando un gol cantado a Reus, y acto seguido, sacándole un increíble pie en el mano a mano con Götze.

Y tras unos minutos de desconcierto boquerón, se hizo constancia de uno de esos tópicos que tanto se repiten en el fútbol: si perdonas, lo pagas. Con un Dortmund volcado, Isco comandaba un letal contragolpe que Eliseu culminaba tras el débil tiro de Baptista. El Málaga tenía casi sellado el pase a semifinales.

Eliseu asestaba, a priori, un golpe definitivo al Dortmund

Sólo quedaban ocho minutos para finalizar el encuentro, y el Dortmund necesitaba dos tantos para revertir su difícil situación. Los de Pelegrini estaban, hasta el momento, haciendo historia, pero esto no acabaría ni mucho menos así.

Reus y Santana llevan la locura a las gradas

Éste negocio llamado fútbol, donde las corrupciones, los amaños y las artificialidades parece que se están adueñando de todo, a veces deja momentos épicos, momentos para la historia, que realzan el valor y la grandeza de este deporte. Pero, por desgracia, en ocasiones también te asesta duros varapalos que te golpean en lo más profundo de tu mente durante años y años. Lamentablemente, el caso del Málaga fue el segundo.

Corría el minuto 91 ya, cuando Reus se aprovechaba de un fatal error de la zaga malagueña y dejaba a un gol la remontada. Apenas quedaban minutos, pero el Dortmund iba a por todas, ya no tenían nada que perder ante un Málaga que no sabía en el lío que se acababa de meter.

Con el encuentro agonizando ya, los de Jurgen Klopp conseguían la épica remontada. Balón al área malagueña, y tras una serie de desaciertos, Felipe Santana, en claro fuera de juego, culminaba el barullo del área en el 3 a 2.

Willy Caballero, el gran protagonista de la eliminatoria, abatido tras encajar el gol | Foto: Getty Images.

El estadio se vino abajo, al igual que los jugadores y aficionados del Málaga, no se lo podían creer, en dos minutos habían ‘tirado’ un pase a semifinales que tenían en las manos hace ocho minutos. Y este fue el injusto final que vivió el Málaga en su primera aventura por la Champions League, una aventura para la historia.

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