No es fácil plantear el asunto. La UEFA debería utilizar estos torneos como laboratorio para acercarse cada vez más a la justicia deportiva. Y más si hablamos de jóvenes, porque la realidad es que el resultadismo cala de forma tan profunda que alcanza los niveles más bajos del fútbol. Toca una revisión.

Ya se conocen los semifinalista que mañana buscarán un puesto en la final del viernes en Zilina (Eslovaquia). Eslovaquia-Italia y Rusia-Suecia, todos ellos, fueron protagonistas de una controvertida jornada final de la fase de grupos. Porque lo que muchos temían sucedió, sobre todo con unos minutos finales en el Rusia-Italia que despertaron la indignación de los presentes en el Estadio del Nitra.

El Sudamericano como ejemplo

En cuanto Italia igualó el encuentro, el partido tuvo largas fases de juego inocuo (un resultado que daba el pase a las dos selecciones sin mirar a otros partidos), sin ninguna intención de justificar la verdadera finalidad de este deporte. En Sudamérica, las diez federaciones disputan el torneo continental solo cada dos años. Se trabaja con el objetivo de ser un paso previo al Mundial. Así, a modo de liguilla, en dos fases y siempre en la misma sede, cinco equipos, en primer lugar, y después seis, en una fase final, se deciden el título y las cuatro plazas mundialistas. Nueve partidos, entre los seis mejores equipos, que se acercan algo más a esa justicia.

En Europa, el problema se inicia con una controvertida ronda de élite. Si ya es complicado acercarse a una racional elección de los cabezas de serie, más extraño parece que solo un equipo pueda superar una fase en la que, como sucedió en el grupo 1, Croacia tenía hasta tres rivales de enjundia.

Su ventaja fue jugar de local, que no es poco, pero Francia, España y la mejor Bélgica de los últimos años fueron sus contrincantes. Un cuarteto de nivel que es difícil que ni siquiera se iguale en una fase final de Mundial. Pero lo peor no es esto.

La gran regularidad croata, sin premio

En el ejemplo de esta Croacia, cabe registrar que hasta su última victoria frente a Ucrania en esta Euro (2-1), había acumulado seis victorias y tres empates, unos registros que no le han valido para disputar las semifinales del torneo. Rusia, Italia y Suecia no alcanzan los números de los croatas. Eslovaquia queda fuera del registro, al disputar el torneo de oficio.

Si entendemos que en un Mundial, el evento inhabitual, prima el espectáculo; allí donde los partidos del cao atraen más a los espectadores, también se debería comprender que la realidad cotidiana del deporte ha de ser el rendimiento obtenido del trabajo regular. Para ello, no estaría de más que la UEFA le echara un ojo al torneo sudamericano o incluso a los Campeonatos de Selecciones Autonómicas que se disputan en España.

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Sobre el autor
Víctor Sancho Ferrer
Digamos que soy un periodista, especialista en fútbol, de dentro a afuera. Soy un ojeador global del balón pero conociendo primero mi propio medio: desde las categorías inferiores al fútbol de élite, y así luego me abro al mundo. Creo que si no eres capaz de valorar lo que tienes al lado, la opinión que te formes de lo que veas más allá de tus fronteras no será tan real.