Paulo Fonseca se ha estrenado con victoria en la Champions en el partido menos brillante de los dragones en lo que va de temporada. De nuevo, un gol de Lucho fue decisivo en un partido que pudo ponerse muy cuesta arriba tras una mala primera mitad.
 
Pese a  tener un buen comienzo el equipo visitante y rozar el gol en las primeras jugadas, el Austria de Viena controló el juego y protagonizó las ocasiones más claras de la primera mitad, por mediación de Royer, uno de su hombres más activos y Mader.
 
En los Dragones, la trancisión no tuvo el nivel esperado con la entrada de Josué en el lugar del sancionado Defour, pese a la vivacidad de Varela y, en menor medida hoy, de Licá el juego del equipo fue lento y previsible.
 
Para el equipo portugués, realmente fue una buena noticia llegar al descanso con empate, ya que, aunque Helton no sufrió demasiado, pero se hacía necesario una pausa que refrescara las ideas.
 
La segunda mitad trajo un mayor dominio del equipo visitante y el balón empezó a llegarle a Jackson, síntoma de que la circulación de balón estaba funcionando por fin. Tras una gran jugada de Danilo, a los 55 minutos llegó el gol de Lucho, que abrió una nueva fase en el partido con mayores alternativas.
 
Hosinger en el equipo local, pudo en ocasiones con dos de los centrales más cotizados del fútbol europeo actual, Mangala y Otamendi, y estuvo cerca de hacer el empate. También, es de justicia señalar que, pudo aumentar su ventaja FC Porto por mediación de Jackson y de Lucho.
 
Paulo Fonseca buscó en los minutos finales asegurar la posesión y Licá, Varela y Lucho fueron siendo sustituidos por Izmailov, Héctor Herrera y Quintero, cumpliendo todos ellos con el objetivo.
 
Pese a mejorar la imagen en la segunda mitad, los errores defensivos y el poco control en el centro del campo dejan a FC Porto con la necesidad de buscar soluciones, sobre todo cuando tenga que hacer cambios en el equipo titular.