Tras una sufrida victoria en el estadio Dom Afonso Henriques de Guimarães, en la que el Benfica ganó por 0-1 gracias a un tanto de Marco Matías en propia puerta, sucedió algo insólito. En el momento en el que los jugadores encarnados se acercaron hasta uno de los fondos del recinto para saludar a su afición, algunos hinchas saltaron al césped para abrazarse a los futbolistas o para intentar conseguir un obsequio en forma de camiseta. Como era de esperar la policía actuó, intentando evitar a toda costa que los aficionados se acercasen a los jugadores benfiquistas.

En ese momento apareció la figura de Jorge Jesús, el entrenador se encontraba fuera de sí, y se enfrentó a los miembros de la Policía de Segurança Pública (PSP) portuguesa que en ese momento estaban reduciendo a los aficionados que habían invadido el terreno de juego. Tras una serie de forcejeos, empujones, agarrones y algún que otro golpe, miembros del SL Benfica consiguieron calmar al entrenador. Minutos después del suceso, Jorge Jesús declaró: "Los aficionados saltaron, los agentes de seguridad trataron de impedirlo, y les pedí que los dejasen ya que sólo iban en busca de una camiseta. Decidí actuar en defensa de los aficionados del Benfica. Seré siempre el primero en defenderlos".

La PSP inmediatamente envió un auto a los tribunales, y el entrenador benfiquista ya ha sido declarado como acusado. El técnico luso deberá esperar a que el Tribunal de Justicia de Guimarães le llame a declarar. En dicho informe la PSP no habla en ningún momento de agresión, lo que consta son empujones e insultos a miembros del cuerpo de policía. Además, el Consejo de Disciplina de la Federación Portuguesa impondrá una sanción al entrenador del Benfica, que podría variar de 8 días a 3 meses de suspensión.

El suceso no sólo ha trascendido en el país luso, sino que ha dado la vuelta a todo el mundo, siendo objeto de noticia en páginas webs, prensa escrita y televisiones. Jorge Jesús había demostrado en otras ocasiones ser una persona impetuosa y que vive con gran pasión su trabajo, pero esta vez sobrepasó unos límites, y por ello probablemente será castigado.