Las selecciones de la CONMEBOL dieron su primer gran aviso en la apertura de la decimoquinta edición del Mundial Sub-17. Entre Brasil y Uruguay anotaron 13 goles y demostraron que a estas edades poseen cierta ventaja competitiva. Además, presentaron a nombres como Nathan, Mosquito, Danilo, Franco Acosta o Pizzichillo. Aunque es difícil saber si los italianos no saborearon mejor su peleada victoria ante Costa de Marfil, una selección que comenzó decepcionando.

Grupo A

Brasil - Eslovaquia: hombres contra niños

Puede que en Europa las selecciones juveniles del este tengan fama de buena constitución física, pero ante Brasil, ante una de sus selecciones juveniles, esa faceta puede quedar opacada. Así fue esta vez, y la canarinha superó con demasiada facilidad a un equipo liviano en la disputa y en cuanto a concepto. La anfitriona del último europeo de la categoría apenas hizo presencia y el descaro y empuje de sus rivales la hizo claudicar demasiado pronto.

Nathan y Mosquito, el diez y el nueve de Brasil, con lo que eso ya significa, desnivelaron la contienda. El dúo de Atlético Paranaense (Mosquito militó anteriormente en Vasco de Gama) puso los mejores movimientos arriba y el mediapunta, la mayor sutileza con el balón de su equipo. El delantero centro anotó un hat-trick y Nathan un buen doblete, aunque el mejor gol fue posiblemente el del golpeo a la escuadra de Caio, el extremo del Flamengo.

El mediapunta Nathan demostró ser el más sutil con balón de su equipo

El elenco brasileño, de todos modos, está marcado por el impresionante físico de una buena parte de sus jugadores, como es el caso de Danilo, Abner o Eduardo. Además, solo con observar el rostro de muchos de ellos se puede apreciar que sus carreras, a pesar de la edad, tienen mucho más recorrido, por esa “calle” que tienen como bagaje. Físico, fútbol y viveza, condimentos claros para ser un claro aspirante al título.

Emiratos Árabes Unidos - Honduras: Velásquez dio el triunfo al final

El debut de los anfitriones no fue como ellos hubiesen esperado. Al poco de encajar un gol, el medio Alshansi vio una roja que les dejó en clara desventaja. Sin embargo, consiguieron empatar por medio Khalfan y, cuando parecía que iban a llevarse el premio de un sufrido empate, llegó en el 86 el castigo final en forma de gol centroamericano. Si acaso, les queda el consuelo de estar por delante de Eslovaquia en el grupo por la gran goleada recibida por los europeos.

Grupo B

Uruguay - Nueva Zelanda: una celeste que luce

Fabián Coito volvía a la Copa del Mundo Sub-17 y, tras llevar al grupo de chicos del 94 hasta la final en México, su presentación no podía ser mejor. Uruguay desbordó de todas las formas a una débil selección oceánica, que es el auténtico oasis en un Grupo B que charrúas, azzurris y marfileños lo convierten en un territorio realmente complicado. En ese sentido, el que consiga la cabeza del mismo saldrá reforzado hacia los cruces.

Su gran goleador Franco Acosta y el delantero de Nacional Otormin, monopolizaron, con dos dobletes, el exagerado dominio de los chicos de Coito. Sin especular, por dentro, por los costados y a balón parado, los anteriores finalistas dejaron una gratísima impresión. Eso sí, ante una selección candidata a ser una de las más flojas. Aparte de sus delanteros, habrá que seguir al fino interior Pizzichillo, de Defensor, autor de uno de los goles. Un ocho clásico.

Costa de Marfil - Italia: Vido decanta el primer gran duelo

La azzurra de Zoratto cambió su cara respecto al europeo. Buscó más que nunca al gigantón Cerri en la punta, y Pugliese y Palazzi tuvieron menos protagonismo que nunca. El poderío físico de los campeones africanos empujó al técnico italiano a no insistir por la medular, conocedor de que las segundas jugadas, ante morlacos como Bedia, eran una batalla casi perdida. Así, la fluidez fue escasa en esa partida de ajedrez.

Zoratto no insistió por la medular, conocedor de que las segundas jugadas estaban perdidas

El jovencísimo Luca Vido, seguramente uno de los atacantes más elegantes del campeonato, desniveló, justo a la vuelta de vestuarios, con un buen golpeo con el empeine interior. Lo demás fue achicar agua ante la acometida física de los jugadores de Kamara, vencedores en casi todas las disputas físicas pero con poca calidad para resolver toda esa ventaja. Italia se quitó un peso de encima y adquiere cierta seguridad para el desarrollo del campeonato. Así, el Uruguay - Costa de Marfil del próximo domingo se presenta como una final para los africanos.

 


 

Segunda jornada:

Grupo C | Croacia - Marruecos (15:00, Eurosport)

                                 Panamá - Uzbekistán (18:00)

Grupo D | Túnez - Venezuela (15:00)

                                Rusia - Japón (18:00, Eurosport)