Una de las imágenes del segundo día de competición en los Emiratos Árabes Unidos ya será el transcurrir sin rumbo por el partido de la selección croata. Un equipo con la zurda esperanzadora de Halilovic, que dejó buenas sensaciones en el europeo de Eslovaquia, pero que no supo manejar casi nunca el encuentro ante Marruecos. Una inoperancia no menos preocupante que la que dejó Rusia. Una selección táctica, pero con escasas alternativas para atacar. La mejor noticia es que tienen dos partidos por delante para mejorar.
Grupo C
Croacia – Marruecos: la primera gran decepción
El Mundial dio la bienvenida a Croacia a su cruda manera. Porque uno de los focos más atrayentes estaba en la sede de Fujairah, con sus 33 grados. Y todos esperaban a Halilovic. Hubo diez minutos esperanzadores al inicio, pero el escenario y ese calor seco hicieron fruncir el ceño demasiado rápido a los croatas. Con el talento del diez del Dinamo de Zagreb de falso nueve, la línea de cinco hombres en el medio campo balcánico fue abandonando poco a poco sus obligaciones en la presión y el entusiasta equipo marroquí no dudo en aprovechar tanta duda.
Halilovic, el diez del Dinamo de Zagreb, actuó de falso nueve
El letargo de los chicos de Ivan Gudelj se fue agudizando. No importo que Halilovic hubiese tirado antes de galones con una buena triangulación y tiro al palo a los seis minutos. Aunque la mayoría de jugadores magrebíes juegan en Europa, las condiciones del ambiente y la afición iban a estar con ellos. Le pusieron más intensidad y, aunque siempre con esas formas aparentemente deslavazadas, un doblete de Achahbar y un tercer gol del jugador del Anderlecht Jaadi, donde el portero Mari pudo hacer más, enviaron a vestuarios a los croatas con esa evidente e inesperada cara de circunstancias. Una extraña inoperancia se había apoderado de ellos en el primer acto.
Cuando a los siete de la reanudación, y tras una buena recuperación de espuela de Halilovic, Muric, de lo mejor en ofensiva, hizo el tanto croata, pudo parecer que la palpable debilidad defensiva marroquí iba a hacer acto de presencia. Pero Croacia nunca creyó del todo, ni por sistema, ni por convicción. Halilovic se vio desasistido y desnaturalizado, en un entorno sin espíritu y con los atacantes muy alejados los unos de los otros. Marruecos aguantó el partido a su manera y no dejó más tocados a los europeos porque, gracias al sistema de la competición, hasta cuatro terceros de grupo conseguirán pasar a octavos. Gudelj tiene seis puntos por delante para hacer virar el rumbo.
Panamá – Uzbekistán: la campeona de Asia sigue mostrándose
La campeona de Asia tiró de esas credenciales en el último partido de la jornada del Grupo C. Pero para hacerlo tuvo que esperar a la segunda mitad. Abbasov
y Ashurmatov, autores de los dos goles, y algunos de sus compañeros, mostraron más entusiasmo en el césped de Fujairah del que se pudo ver a sus vecinos rusos en Sharjah, a la misma hora. Ya lo demostró en el anterior Mundial Sub-17, y también en el pasado Mundial Sub-20 de Turquía, Uzbekistán está trabajando cada vez mejor la base.
Grupo D
Túnez – Venezuela: un empate hubiese sido lo más justo
Otra selección magrebí sonrió tras su primera jornada. Túnez derrotó a una Venezuela que se presentaba como cenicienta en el torneo, aunque viniera con un gran sudamericano como buen bagaje. Un buen gol de Márquez, que redujo las distancias, tras los goles de Jbeli y Ben Larbi, con un ajustado golpeo de zurda
desde la frontal, agitó las ilusiones en la segunda mitad, y aunque Venezuela dominó buena parte de ella, Túnez también creo peligro a la contra.
El diez de la vinotinto Zalzman tuvo la gran oportunidad de su equipo para empatar como una fantástica rosca que escupió la escuadra, a los 70 minutos, pero no fue la tarde, en cuanto a fortuna, de los sudamericanos. Los chicos de Dudamel merecieron más y seguramente esas diferencias en cuanto a la aclimatación al terreno benefician algo más a los países del Magreb, en Oriente Medio. Tendrán tiempo para ir cogiendo el ritmo a la competición, aunque Rusia y Japón no se presentan como rivales sencillos.
Rusia – Japón: hipnotizados por el rondo mecánico nipón
La selección del este, dirigida por Dmitry Khomukha, no decepcionó, realmente. Plantada casi en su propio campo, con ese 1-4-4-1-1 que tan bien le fue en el europeo, simplemente se convirtió en el esparrin casual del juego de triangulaciones japonés. A los mandos de Miyoshi, Nagashima y Uryu, la subcampeona de Asia dibujó infinitas líneas de pase, aunque es cierto no tantas con destino en el área. Pero le bastó para marcar una clara superioridad técnica y de concepto de juego.
Rusia se convirtió en esparrin casual del juego japonés
Eso sí, el tanto que les puso por delante, tal vez el mejor en lo que llegamos de campeonato, vino tras un sutil recorte de Uryu y un excepcional golpeo desde 35 metros que se coló en la escuadra derecha de Mitryushkin. Un resultado justo, tal vez algo corto, para esa corte de pequeños jugadores que demostraron dominar la combinación y el toque como pocos en lo que llevamos de campeonato.
La reanudación trajo el adelantamiento de líneas ruso y con él momentos de incomodidad de los orientales en el inicio de sus combinaciones. Incluso, los de Khomukha tuvieron una buena jugada para empatar, tras un despeje errado del portero japonés de color Shiraoka, por una mala cesión de un compañero. Finalmente, Sheidaev, el nueve, no aprovechó el regalo. En los últimos minutos, Japón volvió a demostrar su mecanizada facilidad para la posesión con sus numerosos centrocampistas repartidos por todo el campo. Quizás, un chirriante homenaje al mejor Barça o selección española.
Tercera jornada (sábado, 19 de octubre):
Grupo E | Canadá – Austria (15:00, Eurosport)
Irán – Argentina (18:00)
Grupo F | México – Nigeria (15:00)
Irak – Suecia (18:00, Eurosport)
Fotos: Getty Images - FIFA.com