Partido para no fallar el que tenía que asumir el Cardiff esta tarde de sábado ante su afición. La eliminación de FA Cup ante el Wigan la semana pasada dejó un sabor agrio en los bluebirds, pero era secundario; primaba era la salvación y hoy sí que era indispensable no tropezar. La prueba, sin embargo, no era sencilla. A nadie le gusta jugar contra el Hull. Son duros, incómodos y, desde que cuentan con Jelavic y Long en el ataque, podría decirse que a este tigre le han salido 2 buenos colmillos. Les costó trabajo, pero los de Bruce también han empezado a encontrar buenas sensaciones fuera de casa. Una victoria significaba poder abrir una brecha considerable con los puestos de descenso y, por consiguiente, empezar a palpar la tan ansiada permanencia.

La efectividad de unos y otros, clave en el primer tiempo

Los locales entraron al encuentro sin complejos, combinando bien y buscando el primer gol. Al Hull le tocaba esperar agazapado en su campo y aguantar el tirón. Por fortuna para los de Yorkshire, también cuentan con un portero que da la talla como es McGregor. El escocés repelió primero un disparo de Zaha tras una preciosa jugada individual en la que se zafó de 3 defensores. Apenas 1 minuto después, intervino con una parada más complicada todavía, salvando una buena oportunidad en botas de Jones.

Y tras el susto, tocaba morder a los visitantes, y vaya que si mordieron. Una buena ocasión de Jelavic, tras una pared con Long, dio lugar a un rechace que recogió Livermore en la frontal. El ex del Tottenham mantuvo la calma aguantando a la defensa y entregando para que Huddlestone culminara de primeras haciendo el 0-1.

La calma vista en la definición del gol de los visitantes era la que le faltaba a los galeses para materializar su buen juego. Dentro del área rival, los de Solskjaer eran una burda imitación de su rival, un tigre de papel. Inspiraban peligro, pero ante semejante falta de gol, en realidad no había demasiado que temer. Daba igual lo que hicieran, ni siquiera Jones en boca de gol fue capaz de dirigir un remate de cabeza entre los 3 palos.

Como buen tigre de papel, el Cardiff también era frágil. Bastó con que volvieran a aparecer Long y Jelavic, con asistencia del primero y remate del segundo, para dejar el encuentro casi sentenciado con el 0-2 a los 38 minutos. De nada había servido el abrumador dominio de los bluebirds. Para colmo, poco antes del descanso, los galeses reclamaron un posible penalti de Davies sobre Jones que Howard Webb no apreció.

Los locales bajaron los brazos y el Hull aprovechó para hacer sangre

El Cardiff del 2º tiempo poco se pareció al visto anteriormente, salvo en el poco éxito de cara a portería y su fragilidad defensiva. Jelavic estaba con ganas y nada más reanudarse el encuentro tuvo el 0-3 en sus botas.  El croata no volvería a perdonar a los 57 minutos, cabeceando al fondo de la red un preciso centro de Rosenior.

La tempestad no había  terminado para los bluebirds, víctima de sus propios errores. 10 minutos después del tercer tanto, una pérdida de balón absurda en el centro del campo originó un contraataque que Livermore se encargó de materializar con un disparo desde la frontal. Con el 0-4 en el luminoso, buena parte de la afición reunida en el Cardiff City Stadium comenzó a desalojar la grada, horrorizada ante tal esperpento.

De ahí en adelante, con un equipo vencido y otro con el encuentro resulto, no hubo mucho más que contar. Noone, que un día más fue de lo poco salvable de su equipo, buscó el tanto de la honra con un disparo que salvó McGregor. Por parte de los visitantes, Jelavic buscó su hat-trick con un zurdazo que se estrelló contra el exterior de la red. En medio del silencio de un Cardiff City Stadium medio vacío murió el partido.

El Hull, más lejos del descenso; el Cardiff, más hundido

Con este resultado, los de Solskjaer se sitúan penúltimos a 3 puntos de la salvación. La situación en la tabla no invita a pensar que es el fin para los bluebirds, pero necesitarán superar la inocencia de la que pecan en las 2 áreas si quieren salir adelante. Para colmo, su próxima visita a White Hart Line no se antoja nada fácil.

Por su parte, el Hull se asienta en la zona tranquila de la clasificación a 6 puntos del descenso. Esta victoria, aun siendo importante, tampoco lo deja todo sentenciado para los tigers. No obstante, la imagen que vienen ofreciendo invita a pensar que una salvación tranquila y sin agobios puede estar al alcance de los de Bruce. A los de Yorkshire ahora les toca pensar en el replay de FA Cup ante el Brighton.