Hull City y Arsenal medían sus fuerzas en lo que podría considerarse un ensayo de la final copera que les aguarda en menos de un mes. Lo que hoy había en juego tampoco era poca cosa. El equipo de Steve Bruce buscaba una victoria que les permitiera certificar la salvación de manera virtual. Los de Arsene Wenger necesitaban conservar su posición de Liga de Campeones y para ello sólo valía ganar.

El Arsenal encarriló el encuentro en una engañosa primera parte

El encuentro deparaba una lucha entre dos estilos contrapuestos. La solidez y tosquedad de los tigers frente al toque y la elegancia de los gunners. Así fue desde el comienzo, unos trataban de jugar al ras del suelo y los otros querían llevar el partido a un terreno más físico. El duelo fue todo lo que quiso el Hull al menos durante los primeros 30 minutos. Los visitantes eran incapaces de superar la defensa rival mientras que los locales tuvieron sus opciones para adelantarse en el marcador. Primero fue una falta sacada rápidamente por Huddlestone al espacio en busca de Jelavic, pillando desprevenida a la defensa del Arsenal, pero Szcesny estuvo atento para salvar el disparo del croata. 

Los de Wenger respondieron a los 18 minutos con un contraataque culminado por Podolski con un tiro desde la frontal, pero ahí estaba Harper para negarle el gol al alemán. La siguiente oportunidad clara fue de nuevo para los tigers. Livermore (futbolista venido a mucho más según ha avanzado la temporada) rompió la línea defensiva gunner con un magistral pase al hueco, dejando a Long mano a mano ante Szczesny, aunque algo escorado a la derecha. La definición del ex del West Brom dejó mucho que desear, marchándose su disparo a las nubes.

El Hull se caracteriza por ser un rival muy incómodo y un día más estaba cumpliendo con tal condición. Sin embargo, cosas de equipos grandes, la calidad de los londinenses salió a relucir cuando más hacía falta. Una brillante jugada colectiva de los gunners que pasó por todos sus hombres de ataque habilitó a Ramsey para que éste cruzara la pelota ante Harper, subiendo el 0-1 al marcador. Cuando el Arsenal tiene estos momentos de lucidez no hay defensa que los detenga. Ocurre que a semejante nivel de excelencia nunca le suman la regularidad, pero para abrir la lata en encuentros complicados como este sí les llega.

Que no era el día del Hull por muy bien que quisiera hacer las cosas era algo que se veía a venir. Un disparo de Livermore desde la frontal que dio en el poste ratificó este presagio. Los de Bruce lo pusieron todo para buscar el empate antes del descanso y acabarían llevándose un doble varapalo. Una pérdida de balón de Jelavic, tras posible falta sobre el croata, terminó en un contraataque del Arsenal que Podolski se encargó de materializar con un duro disparo. Pudo ser la calidad rival, pudo ser el árbitro, pero los tigers marchaban 0-2 al descanso en un duelo al que, sin embargo, nunca le habían perdido la cara. Ya se sabe, cosas del fútbol.

Segunda mitad pasajera

Si existía en los locales la más mínima esperanza de remontada, pronto se encargó Podolski de disiparlas por completo. Como en el primer gol, aunque menos espectacular, el equipo del norte de Londres hilvanó otra buena jugada colectiva buscando la llegada de Ramsey desde segunda línea. Esta vez Harper pudo salvar el disparo del galés pero nada pudo hacer cuando Podolski cazó el rechace haciendo el definitivo 0-3. Otro doblete del alemán, que sigue demostrando que cuando las lesiones le respetan puede dar mucho a su equipo.

Con el encuentro prácticamente decidido, el Arsenal se dedicó a anestesiar el encuentro y que los minutos pasaran ante un Hull al que sólo le quedaba aguantar dignamente sobre el campo. Incluso pudieron los gunners ampliar su ventaja aprovechando un despiste defensivo de los de Bruce. Una mala cesión de la defensa complicó a Harper ante la presión de Giroud, quien se llevó el rebote para que el balón acabase impactando en la madera. Mertesacker tuvo otra buena oportunidad en una falta puesta por Cazorla, pero su remate se marchó por encima del travesaño.

Los minutos transcurrieron sin pena ni gloria y los entrenadores optaron por ir retirando a algunas de sus principales figuras del terreno de juego, quizá con la mirada ya puesta en próximos encuentros. El Arsenal se llevó un partido que le permitirá seguir en plazas de Champions League haga lo que haga el Everton, principal perseguidor. El Hull tendrá que esperar para confirmar la permanencia. Los de Bruce quisieron pero hoy no fue su día. Les queda el consuelo de que, puestos a elegir, mejor que ocurriera hoy a que suceda el próximo 17 de mayo en Wembley, donde ambos conjuntos están citados con una FA Cup en juego.