Tras una temporada cargada de emociones, la Bundesliga tocaba a su fin para Wolfsburgo y Monchengladbach, que tenían, en este último partido, su bala final para alcanzar la tan ansiada cuarta plaza. Para ello, las cuentas eran bastante simples: los dos necesitaban vencer y esperar noticias de Leverkusen. En el caso de que lo hiciera el Wolfsburgo, le bastaba con que el equipo de Lewandowski no sumara los tres puntos, mientras que en caso de que lo hiciera el Monchengladbach, necesitaría de una victoria del Werder Bremen para acceder a la UCL.

El lobo muerde a un potro desorientado

El choque arrancó con los dos equipos queriendo hacerse con el dominio del cuero. Nadie rehusaba tenerlo, y nadie estaba dispuesto a ceder ni un palmo a su adversario. Finalmente, tras unos primeros minutos de juego muy dividido, fueron los pupilos de Hecking los que se hicieron con el control del esférico, tratando de sacarlo jugado desde atrás. Por su parte, el Monchengladbach prefirió esperar atrás, pero eso sí, ejerciendo una buena línea de presión arriba, que no dejara a los lobos sacar la pelota con comodidad.

Balones directos de lado a lado donde el extremo, ayudado del lateral, trataría de generar superioridad

La presión del Monchengladbach funcionó a medias, pues aunque el Wolfsburgo se vio obligado a jugar en numerosas oportunidades en largo, casi siempre lograban mantener la pelota al sacarla desde atrás. El cuadro local tenía las ideas bastante claras: balones directos de lado a lado, donde el extremo, ayudado de la subida del lateral y el mediapunta, tratarían de generar superioridad, y así filtrar el juego por dentro. En ese contexto, el belga De Bruyne fue el primero en dar un paso adelante, mostrándose como el jugador más activo y de mayor peligro, tanto, que mediado el ecuador de la primera mitad lograría adelantar a su equipo.

Fue en la primera subida de líneas del Monchengladbach. El Wolfsburgo recuperó el cuero, Ricardo Rodríguez mandó un balón milimétrico al hueco, y De Bruyne, que no estaba en fuera de juego, encaró a ter Stegen, anotando el 1-0. A pesar del gol, el equipo de Favre continuó algo apático, y el Wolfsburgo tuvo ocasiones incluso de ampliar su renta, gracias a Perisic, pero el marcador no se movería más en su primera mitad, dando paso al tiempo de descanso.

Reacción tapada desde Croacia

En la segunda mitad, los potros salieron con el cambio de chip en la mente. Subieron las líneas, asumieron más protagonismo en ataque, y cercaron el área defendida por Benaglio. Fueron diez minutos iniciales de claro color visitante. El Wolfsburgo, por su parte, salió algo más dormido, y empezó a focalizar todos sus esfuerzos en defender, dejando a tres atacantes arriba, que iban a seguir poniendo las cosas difíciles a la defensa de los potros. Finalmente, en el minuto 64, acabaría llegando la recompensa del Monchengladbach, después de que Kramer rematara solo dentro del área un gran pase de Raffael, que además suponía la primera intervención del brasileño con algo de peligro.

El Wolfsburgo había conseguido sobreponerse a sus peores momentos en escasos minutos

Poco le duraría la alegría a los renanos, pues apenas cuatro minutos después, una falta central conseguiría ser rematada hasta en dos ocasiones por los atacantes locales. En la primera de ellas, ter Stegen logró despejar el peligro, pero en la segunda, un atento Perisic remató de cabeza lo que a la postre sería el 2-1. El Wolfsburgo había conseguido sobreponerse a sus peores momentos en escasos minutos, algo que hizo que su confianza ganara varios enteros.

Ya en el tramos final del partido, la victoria del Leverkusen frente al Werder relajó el nivel competitivo del choque, que se abrió enormemente. En esos momentos, en los que el gol podría caer de cualquiera de los dos bandos, un remate de cabeza de Knoche, tras saque de esquina, concluiría siendo el 3-1, resultado que, a escasos diez minutos para el final, daba el partido por terminado.

Un 2015 esperanzador

La victoria final del Wolfsburgo cierra una gran temporada por parte de los lobos, que eso sí, tendrán que conformarse con disputar la Europa League el próximo año, ya que el Leverkusen, que empezó perdiendo, finalmente remontó el encuentro, asegurando su plaza en Champions. Por otro lado, el equipo de Favre, y a pesar de esta derrota final, también da por concluido un gran año, en el que se ha cumplido el objetivo de volver a Europa. Esto ha sido todo por parte de Wolfsburgo y Monchengladbach este año, que reaparecerán en Agosto, parece, cargados de novedades, que deben hacer crecer a la plantilla de unos y otros.

Así lo vivimos

1-0, DE BRUYNE. 1-1 KRAMER. 2-1, PERISIC. 3-1, ROBIN KNOCHE.