Finalizada la temporada, toca hacer balance de los resultados finales. En una campaña en la que ha habido más jugadores en la enfermería que en el banquillo, el Borussia Dortmund se ha visto de nuevo eclipsado por la tiranía del todopoderoso Bayern de Múnich. Este año al mando de Pep Guardiola, los de Baviera han aprovechado su espectacular maquinaria para hacer leña de un Dortmund caído que, a pesar de los contratiempos en forma de lesión que han sufrido desde la jornada uno, ha dado guerra hasta el final demostrando ser un equipo más allá de las individualidades.

No todo han sido malas noticias. Las infinitas bajas que ha sufrido el once de Klopp a lo largo de la temporada han permitido que jugadores que en otras circunstancias habrían estado condenados al banquillo, esperando su oportunidad por ser el tercer jugador de su posición, se hayan convertido en jugadores principales para el equipo, planteando un dilema a Klopp cuando disponga de todo el plantel a la hora de hacer las alineaciones.

Equipo, de principio a fin

Con la tristeza y la rabia que produce perder una final de la Champions League, el equipo amarillo empezó la temporada de una forma espectacular, mostrando su garra y sus ganas de revancha ganándole al Bayern de Múnich la Supercopa de Alemania con una exhibición de Reus y Gundögan. Un equipo firme, joven y con ganas de ganar, y con la única baja de Götze respecto a la temporada pasada.

(Foto: AFP)

Pero pronto empezó la desgracia para Klopp, ya que, en la primera jornada de liga, Gundögan se tuvo que retirar lesionado poco después del descanso, y desde entonces el alemán no ha vuelto a jugar ni un solo minuto con la elástica borusser. Aunque quienes si la vistieron fueron los nuevos fichajes, Mkhitaryan y Aubameyang, que brillaron en su posición durante la primera parte de la temporada dándole muchos puntos al equipo en partidos difíciles.

En noviembre, empezaron a llegar las verdaderas complicaciones para Klopp. Entre noviembre y febrero perdió por lesión a Hummels, Schmelzer, Subotic, Blaszczykowski y Bender, estos tres últimos de larga duración. Esto provocó que el último mes de competición antes del parón de invierno el equipo perdiera el rumbo y se desconectara completamente de la lucha por la liga.

Contra el Real Madrid, esta vez no hubo final feliz

La aparición de jugadores como Durm, Sokratis o Jojic sumada a la espectacular temporada de otros como Grosskreutz o Reus, consiguió enderezar el rumbo del equipo y recuperar la segunda posición en la Bundesliga. En la Champions, tras pasar como primero en el grupo de la muerte (Arsenal, Nápoles y Olympique de Marsella) y despachar al Zenit en los octavos de final, llegó el Real Madrid en cuartos, pero esta vez no hubo final feliz. Después de perder la ida en el Bernabéu por 3-0, el equipo dio un ejemplo de trabajo y empeño que apunto estuvo de acabar en proeza, ganando 2-0 en el Signal Iduna Park y quedando a sólo un gol de empatar la eliminatoria.

(Foto: Reuters)

La eliminación europea no frenó su proyección en las competiciones nacionales. Los de Klopp consiguieron meterse en la final de la DFB Pokal tras eliminar al Wolfsburgo en semifinales y cerraron la liga de una manera espectacular, logrando en las diez últimas jornadas 26 puntos de 30 posibles para culminar una segunda vuelta meteórica. Sin embargo, el éxtasis del equipo de Dortmund no pudo acabar con un final feliz, ya que en la final de la DFB Pokal el monstruo de Baviera volvió a hacer gala de su poderío para llevarse la copa por 2-0.

Reus y Grosskreutz, los mejores

Sería injusto decantarse únicamente por uno de ellos, ya que ambos han rendido a un nivel espectacular para convertirse en piezas fundamentales en el equipo. Que Marco Reus está condenado a colarse en futuras galas del Balón de Oro no es ninguna noticia. Esta temporada se ha echado a la espalda al equipo para suplir la baja de Götze y el bajón físico de Mkhitaryan en algunos tramos del curso. Sus números hablan por sí solos: 16 goles, cuarto en la lista de goleadores, y 14 asistencias, máximo asistente de la competición.

(Foto: uefa.com)

El caso de Kevin Grosskreutz ha sido una verdadera locura. Ha demostrado ser el jugador más polivalente de la Bundesliga y, probablemente, también de Europa. Ha cubierto las bajas de Schmelzer, Piszczek, Bender, Reus y Aubameyang, lo que quiere decir que ha llegado a jugar hasta en cinco posiciones diferentes, cuajando grandísimas actuaciones en todas ellas. Ha sido ese jugador que todos los entrenadores querrían tener: todocampista y con un estado físico espectacular.

Jojic y Durm, futuro asegurado

La joven perla serbia llegó en el mercado de invierno del Partizán de Belgrado y, sin hacer mucho ruido y con apariciones en los minutos finales, se ha adaptado rápidamente al equipo y ha conseguido la confianza de Klopp, que le ha dado la titularidad en los últimos partidos de la temporada. A pesar de ser un jugador de banda, ya ha demostrado que tiene gol, ya que en poco más de 400 minutos disputados ha anotado cuatro, además de dar una asistencia. De hecho, su debut con la camiseta del Borussia Dortmund fue el soñado por todo futbolista: sólo le hicieron falta 17 segundos para marcar tras saltar al campo.


Sin duda, el jugador revelación del equipo ha sido Erik Durm. El joven canterano entró en el once para cubrir la baja de Schmelzer y sorprendió a todos con su descaro y buen juego. Las continuas bajas de su compañero titular a lo largo de la temporada le han permitido mostrar su potencial y presentar su candidatura a lateral izquierdo titular. Tal ha sido el nivel que ha mostrado esta temporada que Joachim Löw lo ha incluido en la lista de 30 preseleccionados para el Mundial de Brasil.

Mkhitaryan, de héroe a villano

El armenio abandonó el Shaktar Donetsk para venir a Dortmund con una difícil empresa: hacer olvidar a Götze. Empezó la temporada deslumbrando y ha terminado desaparecido y con un bajón físico evidente. Aunque sus números son buenos (nueve goles y diez asistencias), gran parte de sus buenas actuaciones se dieron en la primera vuelta. En la segunda parte de la temporada, se ha desinflado y ha tenido fallos que los aficionados recordarán mucho tiempo, entre ellos el tiro al palo con la portería vacía que habría supuesto el empate de la eliminatoria con el Real Madrid.

(Foto: bvb.de)

Once ideal

La portería tiene un nombre propio y ese es el de Weindenfeller. El capitán del equipo sigue demostrando que por él no pasan los años y consiguió por fin el reconocimiento de Löw, que lo ha incluido en la lista para el Mundial de Brasil.

Sokratis y Durm, dos grandes aciertos de la dirección deportiva

En la defensa, Piszczek, Sokratis, Hummels y Durm han formado el muro más repetido de Klopp en una línea que ha sido diezmada por las lesiones. Piszczek y Hummels, tras sus dolencias, han alcanzado su mejor versión y han ejercido de capitanes antes los dos nuevos invitados a su posición: Sokratis y Durm. Ambos se han hecho titulares a la fuerza y han demostrado que están preparados para formar parte del once. Han rendido a un gran nivel y se han adaptado rápidamente al equipo, mostrando potencial y galones. Dos grandes aciertos de la dirección deportiva.

En el medio del campo, Sahin, Kehl, Grosskreutz, Mkhitaryan y Reus han organizado a los suyos en el centro para formar un equipo letal al contragolpe. Sahin y Kehl, juventud y experiencia, se han complementado a la perfección. Grosskreutz y Reus, por su parte, han sido los encargados de dotar al equipo de garra en un ejemplo de trabajo y constancia, convirtiéndose en los dos jugadores más importantes de la plantilla. Mientras tanto, Mkhitaryan ha marcado y asistido, consiguiendo hacer olvidar a Götze durante un gran tramo de la temporada.

Y en punta, quién si no, Robert Lewandowski. Se ha despedido del Borussia Dortmund marcando 20 goles y consiguiendo el premio de pichichi. Entre Champions y DFB Pokal, ha marcado otros ocho, además de repartir un total de 15 asistencias. Un delantero diez.

No fue un espejismo

Una temporada mas, víctima y verdugo mantuvieron sus papeles para dejarlo todo igual. Si el año pasado fueron la Champions y la Bundesliga, este año sólo hay que cambiar la primera por la DFB Pokal. El Bayern de Múnich volvió a eclipsar al Borussia Dortmund ganándole la Bundesliga (a siete jornadas del final) y la DFB Pokal. A pesar de la abismal diferencia que ha separado a ambos equipos en la liga, en los choques directos ha habido máxima igualdad. Esta temporada se han enfrentado en cuatro ocasiones: dos finales (Supercopa de Alemania y DFB Pokal) y los dos encuentros de liga, con una final y uno de los choques ligueros para cada equipo.

Las dificultades que ha encontrado Klopp para alinear once jugadores desde el principio de la temporada no han sido un problema para unos jugadores con mentalidad de equipo. A pesar de no contar con la mayoría de sus estrellas durante largos tramos de la temporada, Klopp ha conseguido impregnar su filosofía a todos y cada uno de los jugadores que han saltado al campo, para paliar con el trabajo en grupo la ausencia de las grandes individualidades. Así, acabar la temporada en segunda posición, subcampeón de la Copa de Alemania y poniendo contra las cuerdas al todopoderoso Real Madrid en la Champions, sin olvidar tampoco el título de la Supercopa de Alemania conseguido al principio de la campaña, supone un mérito increíble y una gran capacidad de adaptación a los imprevistos. El Borussia que maravilló a Europa la temporada pasada no fue un espejismo.

Con el final de la temporada, los rumores de salidas se repiten a diario. Con Lewandowski ya firmado por el Bayern de Múnich, muchas de las estrellas borussers como Reus, Hummels o Subotic se convierten ahora en el objetivo de otros grandes de Europa. De momento, Adrián Ramos se encargará de suplir la baja de Lewandowski, pieza fundamental en el esquema de Klopp. Pero este equipo ya ha demostrado que sabe superar las salidas de jugadores fundamentales y no cabe duda que el Borussia Dortmund levantará la cabeza para seguir dejando su estela amarilla por Alemania y por Europa.