Quizás sea algo pronto aún, pero probablemente esta temporada será recordada en un futuro no muy lejano como la primera del VfL Wolfsburgo en su nuevo viaje. Un viaje que no tiene otro destino que el de ascender nuevamente, y de manera definitiva, a los altares del fútbol en Alemania, y desde ahí, hacerse un nombre en toda Europa. No obstante, todo lo comentado anteriormente puede verse como algo ciertamente utópico, sin embargo, como bien apostilló el gran Karl-Heinz Rummenigge (director general del Bayern de Múnich): los de la Baja Sajonia son, por potencial de adquisición y financiero, el único club capaz de hacerle sombra en un futuro próximo a nivel económico al gigante de Baviera.

El golpe que necesitaban

La temporada se inició con una noticia bomba, que provocó, casi de inmediato, que todos los ojos se centraran en el cuadro dirigido por Dieter Hecking: Luiz Gustavo, una de las joyas del mercado veraniego tras su gran Confederaciones, abandonaba las filas del nuevo equipo de Guardiola rumbo a Wolfsburgo, después de que el club sajón se adelantara en la puja a grandes cuadros del continente europeo. Dicho fichaje pilló a todos por sorpresa, y más si se tenía en cuenta el mal año arrastrado por el Wolfsburgo la anterior campaña, en la que los lobos habían tenido que derrochar sangre, sudor y lágrimas por llegar a escasas jornadas del final en mitad de tabla, muy alejados de los puestos nobles de la clasificación.

Luiz Gustavo, una de las joyas del mercado veraniego tras su gran Confederaciones, ponía rumbo a Wolfsburgo

La llegada del centrocampista de la canarinha, sumada al buen hacer del técnico lobo, que nunca dudó en alinear a todo aquel que mostrase merecerlo y estar implicado, y a el buen arranque de varias piezas clave del equipo (Diego, Olic, Naldo) originó un inicio de temporada tremendamente ilusionante. El Wolfsburgo empezó a mostrar su seña de identidad, una seña de identidad marcada por Hecking, pero capitaneada por un revivido Diego Ribas, auténtico líder del equipo durante la primera vuelta. Con una propuesta siempre valiente y atrevida, en una mezcla de juventud y veteranía idóneas en cualquier combinado, los lobos sumaron un buen resultado tras otro, aupándose a los puestos cabeceros de la clasificación.

Este increíble momento de forma vivió su más absoluto culmen en la victoria que los sajones endosaron al Borussia Dortmund, y la cual les confirmó como verdaderos candidatos en la lucha por Europa. Un equipo atractivo y atrayente, donde los primerizos Max Arnold, Robin knoche o Ricardo Rodríguez casaban a la perfección con viejos roqueros como Ivica Olic o Patrick Ochs, en un cuadro que concluyó la primera vuelta metido de lleno en la lucha por el cuarto puesto.

El capitán abandona y el navío se tambalea

Diego Ribas aprovechó su gran primera vuelta para partir a Madrid

Entonces, llegó el frío invierno alemán, y con él las sorpresas en el Wolfsburgo. Diego Ribas, quien nunca escondió su ilusión por volver al equipo que tantas alegrías le había dado, aprovechó su gran primera vuelta para partir a Madrid. La operación, que llegó por mutuo acuerdo de todas las partes implicadas, no pilló por sorpresa a la directiva, que con Klaus Allofs a la cabeza, y secundada por el fondo monetario de la Volkswagen, no tardó en encontrar un sustituto en la figura del belga De Bruyne. El joven extremo, cansado de mendigar minutos en Londres, regresaba al país teutón, después de completar un magnífico año con el Werder Bremen justo la temporada anterior.

La salida de Diego tuvo un tremendo efecto sobre la plantilla del Wolsburgo, ya que suponía la marcha del capitán a bordo del navío, lo que provocó, ya en el arranque de la segunda vuelta, semanas de verdadera desorientación por parte de toda la tripulación. La nueva joya recién llegada andaba buscándose tras meses de inactividad, y nadie era capaz de asumir el nuevo mando.

Reencontrarse consigo mismos

Finalmente, el comandante Hecking logró volver a hacer reaccionar a los suyos, que con pocas semanas de competición, reencontraron la senda del triunfo, asentándose de forma brillante en los puestos de acceso a Europa League. La nueva figura aterrizó, y los golpes de magia de los Perisic, Dost, Caligiuri o Ricardo Rodríguez empezaron a reverdecer, reubicando a los lobos en la senda correcta y devolviendo la ilusión a toda la hinchada. Fue entonces cuando el equipo encadenó varios partidos de enorme mérito, incluyendo una dura, pero engañosa derrota ante el Bayern (totalmente maniatado hasta la entrada de Thiago), o la meritoria victoria ante otro rival directo como el Bayer Leverkusen, que todo hay que decir, vivía sus peores momentos en el campeonato.

La nueva figura aterrizó, y los golpes de magia de los empezaron a reverdecer

Se aseguró la plaza en Europa, e incluso se llegó a la última jornada del campeonato con opciones reales de jugar la Liga de Campeones. Sin embargo, y a pesar de que en su último choque el Wolfsburgo lograría otra importante victoria ante el Borussia Monchengladbach, el Leverkusen, renacido a escasas jornadas del final, logró llevarse el gato al agua, dejando a los lobos sin opciones de acceder a la cuarta plaza. Con ese último partido, el Wolfsburgo concluyó su andadura en la competición en la quinta posición, la cual permitirá a los de la Baja Sajonia regresar a Europa el próximo año.

Jugador de la temporada: Ricardo Rodríguez

Bien es cierto que durante la primera mitad del campeonato el brasileño Diego fue el auténtico espíritu del equipo, algo que para nada empañó el buen hacer del joven lateral suizo. No obstante, con la marcha del talentoso mediapunta, Ricardo continuó con su magnífico estado de forma, autoproclamándose por derecho propio mejor jugador del equipo, e incluso, mejor lateral izquierdo del año en la Bundesliga.

A sus 21 años de edad, la joya suiza es una auténtica caja de sorpresas. Un lateral izquierdo con un exquisito golpeo de balón, ya sea en parado o en juego abierto, muy profundo por su carril, buen lanzador de penaltis e incluso capaz de asumir el juego de creación de los suyos. Su aportación desde el lateral viniendo hacia el centro en la elaboración de los suyos ha sido una constante este año, algo que le ha valido para llamar la atención de más de un club del continente. A pesar de su edad, juega como si lo llevara haciendo toda la vida, mostrando una admirable seguridad en sí mismo, algo que seguro demostrará dentro de escasos días con el combinado helvético en tierras brasileñas.

Revelación de la temporada: Robin Knoche

Sería injusto referirnos a la gran temporada del central sub-21 alemán sin hablar también de su homónimo en la mediapunta, pero lo cierto es que la discreta segunda vuelta de Arnold hace que su nombre se alce por encima del resto para este galardón. Con tan solo 22 años de edad, el central se ha ganado por derecho propio que su nombre aparezca en la lista de jóvenes más prometedores del planeta. Rápido, atento, capaz de salir jugando la pelota y sobre todo seguro, muy seguro, Knoche, que recuerda en ciertos aspectos al gunner Koscielny, no tardará en resonar como posible refuerzo de grandes equipos.

Decepción de la temporada: premio compartido

Con total seguridad, el premio más injusto de todos, pues nadie en el cuadro sajón ha completado una campaña que pudiera considerarse decepcionante. Luiz Gustavo se escondió en varios tramos del año, Arnold, que empezó como un tiro, se difuminó con la marcha de Diego, Perisic, tan pronto era el hombre más determinante del equipo, como desaparecía por completo, y De Bruyne, que finalmente recordó al De Bruyne que conocemos, tuvo dos meses de desorientación tremebunda. A pesar de esto, todos ellos ofrecieron un gran rendimiento en líneas generales, por lo que el "premio" se va un poquito a todos en general, pero a nadie en particular.

Estilo de juego: proponer y disfrutar siempre con el balón

Sin duda, mucho del mérito de este equipo reside en su míster, Dieter Hecking, que ha logrado establecer un estilo, un modo de juego, algo a lo que afianzarse cuando las cosas no funcionan, que ha dado al equipo ese plus de estabilidad. Los lobos saben a qué juegan. Un equipo muy atrevido, que nunca renuncia a llevar el peso del juego y del partido, sea quien sea el rival que tenga enfrente. Siempre buscando la victoria, y siempre a través del juego trenzado. Sus centrales (Naldo y Knoche) son los primeros en poner el balón en el suelo, y a partir de ahí se inicia la jugada. Los laterales bien abiertos y adelantados, y los mediapuntas intercalándose para bajar a recibir, facilitan la transición del balón, que va de lado a lado, a la búsqueda de la profundidad por banda.

El balón vuela de lado a lado, en búsqueda de profundizar con superioridades en los costados

El entendimiento de los laterales (Rodríguez y Träsch) con los extremos (Perisic y De Bruyne) constituye un aspecto clave en su 4-2-3-1, que se arma en el medio con Luiz Gustavo y Medojevic, dos auténticos todoterrenos, capaces de abarcar una enorme cantidad de kilómetros en un partido. A todo esto, hay que sumar la innegable aportación a balón parado de la zurda de Ricardo Rodríguez, presente en todas y cada una de las jugadas de estrategia.

Un claro aspecto a mejorar: estabilidad defensiva. Sufre mucho con un equipo replegado capaz de robar rápido y salir al contragolpe con peligro, pues su defensa se ve fácilmente superada a la hora de abordar un contragolpe. Naldo, muy seguro en casi todo lo que hace, pierde con cierta asiduidad la espalda cuando le achuchan delanteros rápidos y habilidosos (Werner del Stuttgart) y Ricardo Rodríguez aún tiene varios aspectos que pulir defensivamente hablando. Además de esto, cuando los rivales logran bloquear la salida, el equipo sufre para elaborar su juego, algo a lo que parece Hecking ha encontrado solución mediante los continuos cambios de juego, que mueven a la defensa y abren nuevos espacios.

Valoración de la temporada

En conclusión, esto ha sido grosso modo la temporada 2013/2014 del VfL Wolfsburgo, la cual, y a la vista de los resultados, se podría calificar con un notable alto. Faltó esa chispa de suerte o contundencia en determinados momentos, que hubieran permitido colocar el sobresaliente al entrar en la Champions del próximo año. Sin embargo, el objetivo, por fin, se cumplió, y el Wolfsburgo volverá la próxima campaña a Europa, hecho que seguro anima a directiva y socios financieros a invertir más si cabe en un proyecto tan ambicioso como ilusionante.

Imágenes perfiles: kicker.de y bundesliga.com