Tras la fatídica temporada 2012/2013, en la que el Benfica perdió los tres títulos a los que optaba en un margen de días muy corto, y en los tres encuentros en los minutos finales, se avecinaba una temporada complicada en el Estádio da Luz. Había dudas sobre Jorge Jesús, especialmente sobre el compromiso de la plantilla con el técnico, pero conforme iba avanzando el año futbolístico, se ha demostrado el gran trabajo del entrenador benfiquista, y la calidad de una plantilla amplia que ha permitido optar, en el mes de mayo, a jugar un póker de títulos que, finalmente, se ha quedado en triplete. Tres títulos que sirven de homenaje a Eusébio y Coluna, dos emblemas del benfiquismo y del fútbol portugués, especialmente el primero, que fallecieron durante el transcurso de la temporada.

Arranque con dudas

El Benfica comenzó la temporada con una derrota en Funchal, encendiendo todas las alarmas. Teniendo en cuenta lo igualada que había sido la anterior liga, y lo poco que se suponía iba a fallar el Oporto, el pinchazo en ante el Marítimo se antojaba como decisivo para el devenir del campeonato, y eso que sólo era la primera jornada. Las dudas continuaban, victoria in extremis ante el Gil Vicente en la Luz, empate en Alvalade ante el Sporting CP. Al menos, se vislumbraban detalles que permitían ser optimistas, como los goles de la dupla Rodrigo-Lima y la irrupción del joven serbio Markovic.

Por otro lado, esta era la Champions League del Benfica, ya que la final, como todo el mundo sabe, se disputaría en el Estádio da Luz. Ni mucho menos el objetivo de los lisboetas era llegar a la final de la Liga de Campeones, pero sí era un aliciente que ilusionaba al benfiquismo para, al menos, hacer un buen papel en la máxima competición del viejo continente. Empezó con buen pie el cuadro de las águilas, al vencer al Anderlecht por 2-0, sin embargo, una derrota ante el PSG por 3-0 y, sobre todo, el empate en casa frente al Olympiakos, ponían en peligro el pase a octavos de final. Mientras, en Liga Zon Sagres, el equipo iba remontando el vuelo, y veía como su vecino, el Sporting, se metía en la lucha por el título. En Taça de Portugal eliminaba al Cinfaes, en uno de los pocos partidos en los que JJ contó con jugadores del filial. Ivan Cavaleiro ha sido el único que ha acabado acudiendo con asiduidad a las convocatorias del primer equipo. Quizás ese haya sido el único pero en la dirección de Jorge Jesús durante esta temporada.

Emotivo minuto de silencio en el Estádio da Luz en memoria de Eusébio

Cardozo ha tenido un papel secundario durante toda la temporada, en gran parte debido a las lesiones, y también al convulso final de temporada el año pasado y su enfrentamiento con Jorge Jesús. El paraguayo apenas ha tenido una actuación estelar, y fue en los dieciseisavos de final de la Taça de Portugal, donde anotó un hat-trick para la victoria benfiquista sobre el Sporting CP por 4-3 en la prórroga. Cuatro días atrás, el Benfica había echado a perder gran parte de sus aspiraciones para meterse en los octavos de final de la Liga de Campeones, perdiendo por 1-0 ante el Olympiakos, debido a la brillante actuación del guardameta español Roberto, que se "vengó" del Benfica, de donde no había salido muy bien. Los encarnados ganarían sus dos próximos compromisos en UCL, pero el pinchazo en el Pireo impedía el continuar en la Champions League, por lo que, como en la temporada 12/13, el Benfica caería a la Europa League, y la historia se repetiría...

De noviembre a marzo, intratable

Durante estos cinco meses, el Benfica lograría una racha de 27 partidos sin perder, en los que sólo cedería tres empates, ante Arouca, Gil Vicente y Tottenham. Incluso llegó a estar ocho partidos sin encajar un sólo gol, dando buena muestra de la solidez defensiva del equipo. La pareja Garay-Luisao demostró estar a un nivel extraordinario. En este periodo, Jorge Jesús sufrió una baja muy, muy delicada. Nemanja Matic abandonó la disciplina encarnada para marcharse al Chelsea, dejando, a priori, un hueco irremplazable en el centro del campo. Sin embargo, su compatriota Fejsa dio un nivel más que aceptable y formó una buena dupla en la medular junto a Enzo Pérez.

El 5 de enero de 2014 será una fecha recordada por todo el benfiquismo. Eusébio da Silva Ferreira, Eusébio, la Pantera Negra, fallecía. La gran leyenda benfiquista se apagaba a los 71 años, dejando un legado de títulos e hitos a sus espaldas. Fue un duro golpe para la familia del Benfica. Los homenajes se sucedieron durante días. El primer partido tras la muerte de Eusébio fue ante el Oporto, con el Estádio da Luz a rebosar. Las águilas ganaron por 2-0 y homenajearon así al gran mito del benfiquismo. Esto dio aún más fuerza al club para el resto de la temporada. Semanas después, otro histórico del Benfica campeón de Europa, como fue Mário Coluna, fallecía.

El féretro con los restos mortales de Eusébio en el centro del Estádio da Luz

Esta espléndida racha permitió al Benfica dejar encarrilada la Liga Zon Sagres, donde sólo el Sporting CP fue capaz de inquietarle un poco, ya que el Oporto se desinfló a bastantes jornadas de finalizar el campeonato. En la Taça de Portugal y ante los dragones fue, precisamente, donde esta racha triunfal se vio rota, con una derrota ante los pupilos de Luís Castro en la ida de las semifinales. Semanas después el Benfica remontaría, en una noche mágica en el Estádio da Luz. Mientras, en la Europa League, fue avanzando rondas, a la vez que brillaban dos jóvenes: Markovic y Rodrigo. Salvio también se reencontraba, después de haber estado alejado de los terrenos de juego desde septiembre, tras romperse los ligamentos en el José Alvalade. Todo iba sobre ruedas. PAOK, Tottenham y AZ sucumbieron ante el vendaval benfiquista. La Juventus era el último obstáculo antes de la final que, precisamente, se disputaría en Turín.

Llegaba la fase decisiva de la temporada para el Benfica. El 20 de abril se proclamaba de forma matemática campeón de la Liga Zon Sagres, venciendo en casa al Olhanense. Los encarnados rompían la hegemonía del Oporto en Portugal, y lograban cuatro años después el entorchado liguero. La fiesta en Marquês de Pombal fue apoteósica. Sin embargo, el equipo se tuvo que abstraer un poco de los festejos, ya que tan sólo cuatro días después disputaba ante la Juventus la ida de las semifinales de la Europa League. El Benfica ganó por 2-1, gracias a los goles de Garay y de Lima. Durante toda la temporada, tanto Garay como Luisao han destacado por la gran cantidad de goles que han logrado, poniendo de manifiesto uno de los puntos fuertes del Benfica de Jorge Jesús. Inmerso en las semifinales de la UEL, las águilas debían disputar, a partido único, las semifinales de la Taça da Liga. Ante un Oporto herido, el Benfica, con numerosos suplentes, aguantó durante una hora con un jugador menos y consiguió llegar vivo a la tanda de penaltis. Ahí los lisboetas estuvieron más acertados y lograron el billete a la final. Final en la que se enfrentarían al Rio Ave que, curiosamente, también iba a ser su rival en la final de la Taça de Portugal.

Conseguido el pase a ambas finales coperas, el Benfica viajaba hasta Turín con la ilusión de volver días después para disputar la final. En un partido épico, en el que los lisboetas acabaron con 9 jugadores, y en el que se consagró el joven guardameta Oblak, el Benfica resistió el embite de la Juventus y aguantó el 0-0 inicial, por lo que por segundo año consecutivo era finalista de la Europa League. Con la liga ganada, los encarnados estaban en las otras tres finales, y las opciones de lograr el póker eran muy reales.

Cara, cruz y cara en las finales

El primer título en liza era la Taça da Liga. En Leiria, en el Estádio Dr. Magalhaes Pessoa, el Benfica se imponía por 0-2 al Rio Ave, con tantos de Rodrigo y Luisao. Esta era la final menos importante, ya que el título es el de menos renombre, sobre todo comparado con los otros dos que ya quedaban. Justo una semana después, el Benfica volvía a Turín para enfrentarse al Sevilla, con el objetivo de quitarse el mal sabor de boca de la final de la temporada pasada, en la que cayó ante el Chelsea con un gol en el último minuto. Los encarnados afrontaban el partido con numerosas bajas, la mayoría muy importantes. El doble pivote titular (Enzo Pérez y Fejsa) no estaba disponible, por lo que Jorge Jesús tuvo que jugar con André Gomes y Ruben Amorim en la medular. Tampoco pudieron disputar dicho encuentro Markovic, que había cuajado una enorme Europa League, ni Salvio, que también había firmado buenas actuaciones. En el partido, el Benfica tuvo infinidad de claras oportunidades de gol para adelantarse, pero la imprecisión y la mala fortuna hicieron que se llegase al final de los 90 minutos con empate a cero ante un Sevilla que también tuvo sus buenas ocasiones. En la prórroga el marcador no se movió, por lo que todo se decidiría en la tanda de penaltis. Cardozo y Rodigo se arrugaron en el momento decisivo, y fallaron sus lanzamientos, el Sevilla no erró un sólo penalti y el título de la Europa League se marchaba a tierras hispalenses. La maldición de Bela Guttman volvió a aparecer tan sólo un año después. Ya han pasado 52 años desde que el mítico entrenador húngaro asegurase que el Benfica no volvería a ganar un título europeo en 100 años. El consuelo para los benfiquistas es que ya sólo restan 48 años.

Los jugadores encarnados se lamentaban durante la tanda de penaltis ante el Sevilla

La derrota en Turín había sido un duro golpe para el Benfica, pero no había tiempo para lamentaciones, puesto que cuatro días más tarde se disputaba el partido que cerraba la temporada futbolísica en el país luso, la final de la Taça de Portugal en Jamor. De nuevo se repetía el duelo ante el Rio Ave, y de nuevo el Benfica saldría vencedor. Jorge Jesús esta vez sí pudo contar con Enzo Pérez, Salvio y Markovic, lo cual desequilibró aún más la balanza a favor del cuadro lisboeta. El gol de la victoria sería obra de Nico Gaitán, otro que ha completado una enorme temporada. Con esto el Benfica ponía broche de oro a una temporada casi perfecta, en la que logró tres títulos de cuatro posibles.

Mejor jugador de la temporada

No ha habido ningún jugador en el Benfica que haya destacado en especial por encima de los demás. Si bien es cierto, que Ezequiel Garay ha demostrado un nivel excelso durante toda la temporada. La convocatoria son la selección argentina para el Mundial de Brasil no es más que una clara muestra del trabajo que viene realizando en el conjunto lisboeta en los últimos años, y que en esta campaña ha alcanzado su mejor nivel. El ex central del Real Madrid ha formado una pareja tremendamente sólida con Luisao en el eje de la zaga, y ha aportado hasta 8 goles, demostrando ser un hombre muy importante en las jugadas a balón parado. Destacando a Garay como mejor jugador de la temporada, se premia también el gran trabajo del Benfica en defensa durante toda la temporada, encajando 35 goles en 57 partidos entre todas las competiciones. El futuro de Ezequiel Garay está en el aire, y todo hace indicar que no continuará en la disciplina de las águilas, aunque aún no hay nada confirmado ya que sus derechos pertenecen a una agencia.

La magnífica temporada de Garay le ha valido para ir con Argentina al Mundial

Jugador revelación de la temporada

Lazar Markovic ha sido la sorpresa más grata en las filas del Benfica. El joven serbio llegó desde el Partizan sin hacer mucho ruido, pero en cuanto tuvo la oportunidad dejó a todos asombrados. Su estreno goleador llegó en la tercera joranda, con un tanto maradoniano en el derbi ante el Sporting CP en Alvalade. A partir de ahí fue creciendo con el paso de los partidos, hasta ser uno de los jugadores más utilizados por Jorge Jesús. Muy rápido con el balón, hábil y con una calidad tremenda. Quizás ha llegado un poco "justo de gasolina" a la recta final de temporada, lo que no empaña su magnífica actuación. Seguro dará que hablar en los próximos años en Europa.

Mayor decepción de la temporada

Caso totalmente opuesto al de Lazar Markovic ha sido el de Filip Đuričić. El serbio llegó a Lisboa prácticamente como el fichaje estrella de los encarnados, después de haber sido uno de los mejores jugadores de la Eredivisie. Quizás las expectativas fueron demasiado altas con este joven media punta, pero el ex del Herenveen no ha dado, ni de lejos, el nivel esperado al inicio del curso. La competencia en su puesto ha sido voraz, y apenas ha contado con minutos en la fase decisiva de la temporada. Otro que ha hecho méritos para protagonizar este apartado ha sido Óscar Cardozo.

Once de la temporada

Jorge Jesús ha tenido durante toda la temporada varios problemas de lesiones en su plantilla. Sin embargo ha sabido administrarlo, y acabó encontrando un once tipo que fue el que, salvo alguna variación puntual, llevó al Benfica al triplete. El esquema base era el 4-4-2, que según las circunstancias podía variar a un 4-2-3-1, e incluso a un 4-3-3, aprovechando la versatiliad de los jugadores. En la portería Oblak, el cual aprovechó la lesión de Artur Moraes para demostrar que es un portero a tener en cuenta. Maxi Pereira sigue siendo el dueño del lateral diestro, pese a que André Almeida viene pisando fuerte por detrás. Siqueira ha hecho una temporada bastante completa en el lateral zurdo, uno de los puntos débiles del Benfica en los últimos años. El eje de la zaga, para la pareja Luisao-Garay. En el centro del campo, el cerebro durante toda la temporada ha sido Enzo Pérez, y su acompañante tras la marcha de Matic, ha sido Fejsa, siempre y cuando ha estado disponible. Markovic y Gaitán han sido los hombres más utilizados en las bandas, aunque con total libertad. Por último, Lima y Rodrigo han cuajado una magnífica temporada en la punta del ataque, demostrando una gran compenetración y un mejor olfato goleador.

Valoración de la temporada

La temporada 2013/2014 pasará a la historia por el triplete logrado por el Benfica, un hito muy difícil de conseguir. Además en un año especial, marcado por la muerte de Eusébio en enero, y también de Coluna. Sin embargo, sigue quedando clavada la espinita del título europeo, que por segundo año consecutivo se le escapa a los encarnados de forma cruel. La maldición de Bela Guttman sigue presente. De todos modos, este hecho no empaña una campaña de ensueño. Una campaña que empezó con dudas, por lo que se veía sobre el césped, y porque aún pesaba el final de la temporada 2012/2013. Jorge Jesús ha demostrado suficiente personalidad como para hacer reaccionar a una plantilla dolida, además de haberla dotado de un fútbol sólido a la vez que divertido. No sólo los títulos han sido una inyección de ilusión para la hinchada encarnada, también la irrupción de jóvenes talentos. El futuro más inmediato del SL Benfica pasa por dos caminos. Intentar mantener la base actual de la plantilla y al entrenador, o bien vender a las estrellas y conseguir grandes beneficios. Repetir los éxitos de esta temporada se antoja complicado, pero no imposible. Aunque el gran anhelo del benfiquismo no es otro que volver a levantar un trofeo continental.

VAVEL Logo