Siempre resulta complicado, muy complicado, hacer una clasificación de cualquier tipo. En primer lugar, porque los gustos son algo demasiado subjetivo, muy atado a la individualidad de cada uno. En segundo, y en este caso hablando de esta clasificación en concreto, porque quedarse con diez goles de las 19 ediciones de la Copa del Mundo disputadas hasta la fecha, implica descartar una cantidad enorme de auténticas obras de arte. Goles como la preciosa vaselina de Hagi a Colombia en USA 94, la colosal galopada desde su campo de Al Owairan a Bélgica, también en el Mundial norteamericano o el misil de Joe Cole a Suecia en Alemania 2006, entre otros muchos, se han quedado fuera. Incluso el legendario gol de Pelé, en la final de Suecia 58 contra el anfitrión. 17 años tenía O Rei cuando desató su magia en suelo nórdico.

Cualquiera de estas maravillas merecería (tanto o más) estar en la clasificación. Sin embargo y como diría un entrenador al uso: “No pueden jugar todos”. En esta lista se encuentran goles que destacan por su belleza, dificultad, importancia del partido y originalidad. Goles, algunos de ellos poco conocidos y otros vistos hasta la saciedad, que no dejarán a nadie indiferente. Se suele decir que todo el mundo tiene un seleccionador dentro de sí, así que de la misma manera todo el mundo haría su propia lista. Lo que es casi seguro, es que nadie podrá discutir la calidad de estas diez obras de arte pintadas sobre los lienzos de la Copa del Mundo.

#10 Giovani Van Bronckhorst

Resulta muy complejo quedarse con alguno de los muchos goles de disparos de larga distancia, pero el misil del lateral izquierdo de la subcampeona del mundo hace cuatro años tiene una catalogación especial por ser en unas semifinales. El torpedo teledirigido desde más de 30 metros que Gio clavó en la escuadra de Muslera colaboró a llevar a Holanda a su tercera final de Copa del Mundo. Un latigazo potente, seco, imparable, que acabó con el sueño de la Celeste en Sudáfrica. Obús.

#9 Roberto Baggio

La Azzurri buscaba ser profeta en su tierra en 1990. Para ello contaba con un joven trecuartista, repleto de talento y dispuesto a darse a conocer en el planeta fútbol. Su momento llegó en el tercer partido de la primera fase contra Checoslovaquia. Baggio recibió en la divisoria, casi pegado a la banda izquierda. Para arrancar, se tiró una pared con Giannini y encaró a la defensa checa, de la que se deshizo con un par de fintas maravillosas que le dejaron dentro del área, con la portería de frente. Después de la galopada, a Roberto no le tembló el pulso y tuvo clarividencia para engañar al portero y hacer que la pelota basase la red con un preciso golpeo con el interior. Fuoriclase.

#8 Dennis Bergkamp

Todo el mundo había visto de lo que era capaz el rubio con la camiseta del Arsenal. El atacante gunner ha pasado a los libros de historia como uno de los jugadores más técnicos que han existido. Su catálogo de recursos era ilimitado. Sin embargo, en Holanda esperaban que destapase el tarro de las esencias vestido de naranja. Ese momento llegó en los cuartos de final del Mundial de Francia 98. Ronald De Boer lanzó un balón desde 50 metros que Bergkamp pinchó dentro del área como si se lo dieran en la mano. No contento con eso, se deshizo de uno de los mejores centrales del mundo del momento (nada menos que Roberto Ayala) con un caño monumental, para terminar definiendo de forma magistral con el exterior del pie ante Roa. Un golazo que valía unas semifinales. Exquisito.

#7 Michael Owen

Presentarse en un Mundial con apenas 18 años nunca es tarea fácil. Si no se es un fenómeno, claro. El menudo delantero del Liverpool llegó a Francia 98 como un superdotado. Su diabólica movilidad no tardó en imponerse y se hizo con un puesto de titular junto a uno de los grandes nueves ingleses: Alan Shearer. En los octavos de final contra Argentina, Owen mostró su tarjeta de visita. Recibió de Beckham pasada la divisoria. Con un maravilloso control orientado con la espuela enfiló la portería y, gracias a su velocidad, se libró de Chamot en su carrera hacia el gol. Con la portería de frente encaró a Ayala y en un rápido dribbling salió hacia su pierna derecha. Ya dentro del área, Golden Boy levantó la cabeza y cruzó la pelota con una precisión de cirujano a la escuadra derecha de Roa. Aquel fantástico gol no sirvió a Inglaterra para pasar a cuartos, pero sí sirvió a Owen como una inolvidable primera página en una magnífica carrera. Vertiginoso.

#6 Nelinho

19 años antes de Roberto Carlos explosionase su archifamosa bomba inteligente contra Francia en la ConfeCup del 97, un compatriota suyo, también lateral, se erigió como precursor de ese tipo de disparos. El famoso golpeo a tres dedos popularizado por el exjugador del Real Madrid no tenía secretos para Nelinho, que lo ejecutó de manera magistral en el partido por el tercer y cuarto puesto contra Italia en el Mundial del 78. Un misil teledirigido que significaba el empate, ante el que nada pudo hacer Dino Zoff. Posteriormente Diceu volvería a marcar para certificar la tercera plaza de Brasil en el Mundial de Argentina. Banana.

#5 Teófilo Cubillas

No hace falta irse de Argentina 78 para encontrar el siguiente gol de la lista. Tampoco del golpeo a tres dedos. Aunque en esta ocasión, uno de los mejores jugadores peruanos de todos los tiempos ejecutó esta suerte de una forma mucho más sutil e inesperada que Nelhinho o Roberto Carlos. Cubillas selló su obra de arte en el primer partido de su selección en el Mundial argentino, contra Escocia. Un golpe franco directo con una clase y maestría fuera de lo común. Un toque suave con el exterior del pie, para que la pelota pase por fuera de la barrera y se cuele en la escuadra del guardameta escocés que se vio superado por la magia y originalidad del superclase andino. Caricia.

#4 Maxi Rodríguez

Para el exjugador del Atlético de Madrid, el golazo en la prórroga de los octavos de final contra México en Alemania 2006, es el “más lindo” de su carrera. Y es que Argentina sufría contra los aztecas. El Tri estaba superando a la Albiceleste que a duras penas aguantaba las acometidas verdes. Con el partido en la prórroga, los penaltis en el horizonte y un final incierto en la mente de todos los aficionados, Maxi Rodríguez controló con el pecho un centro bombeado de Sorín desde la izquierda y, sin dejar caer la pelota, empaló una salvaje volea que se coló por la escuadra mexicana. Un disparo violento, con el alma, que dio el billete a Argentina a cuartos de final, en donde perdió en los penaltis con la anfitriona Alemania. Bombazo.

#3 Diego Armando Maradona

Cuando un Mundial con cosas tan destacables como la Francia de Platini, el mejor México de la historia llegando a cuartos, el preciosista fútbol de la Dinamarca de Laudrup, la exhibición de Butragueño precisamente contra los nórdicos, los seis goles de Lineker o una maravillosa Bélgica semifinalista, pasa a la historia como el Mundial de Maradona, solo puede ser porque lo que hizo Diego en el 86 fue sobrenatural. La mayor exhibición individual de todos los tiempos tuvo varios episodios. Esta maravilla fue el penúltimo de ellos, en semifinales contra una gran Bélgica. Maradona anotó los dos tantos que llevaron a la final a su selección y, como consecuencia, a ser campeona del mundo. Pero fue el segundo el que quedó en la retina de todos. Recibió de Cuciuffo en tres cuartos, y con decisión encaró a toda la defensa belga, de la que se deshizo con una prodigiosa conducción, siempre con la izquierda, un cambio de ritmo demoledor y un disparo cruzado cuando estaba a punto de caerse. Maradona puro.

#2 Manuel Negrete

Desde 1986, el objetivo de México en los Mundiales es, al menos, igualar lo que hizo el Tri en su Copa del Mundo, cuando alcanzó los cuartos de final y los penaltis contra Alemania le privó de llegar más lejos. Pero para llegar al quinto partido, los verdes tuvieron que superar a Bulgaria en octavos. Y lo hicieron con una obra de arte de Manuel Negrete abriendo el camino. Una maravilla que se ha ganado una placa en un Estadio Azteca, que tuvo el privilegio de ser testigo de los tres mejores goles de esta clasificación. El mediapunta tiró una pared con Javier Aguirre, que el ex entrenador de Espanyol, Osasuna o Atlético de Madrid entre otros, devolvió demasiado alta. No fue problema para Negrete que, con un salto lleno de belleza y coordinación, ejecutó una maravillosa tijera que llevó el balón al fondo de la red y el delirio a las 120.000 personas que abarrotaban el Azteca. Acrobacia.

#1 Diego Armando Maradona

"Balón para Diego, ahí la tiene Maradona. Le marcan dos, pisa la pelota, Maradona. Arranca por la derecha el genio del fútbol mundial. Y deja el tercero, puede tocar para Burruchaga... siempre Maradona. ¡Genio, genio, genio! Ta, ta, ta, ta, ta ... ¡Gooooooool gooooooool! ¡Quiero llorar! ¡Dios santo, viva el fútbol, golaaaazo! ¡Diegoooool! ¡Diegoooool! ¡Maradona! Es para llorar, perdónenme. Maradona, en una recorrida memorable, en la jugada de todos los tiempos. Barrilete cósmico, ¿de qué planeta viniste para dejar en el camino a tanto inglés? ¿para que el país sea un puño apretado gritando por Argentina? Argentina 2 - Inglaterra 0. ¡Diegol, Diegol!, Diego Armando Maradona. Gracias, Dios, por el fútbol, por Maradona, por estas lágrimas, por este Argentina 2 - Inglaterra 0". Narración de Víctor Hugo Morales. D10S.