Partido amistoso muy intenso el que se vivió en el Stade Allianz Riviera, en Niza. El ambiente fue ejemplar desde la salida al césped de los participantes, cuando ondearon las miles de banderas galas desde las gradas. Las dos principales estrellas de los locales, Karim Benzema y Franck Ribéry, comenzaron en el banquillo. El primero, debido a su reciente incorporación a la selección; el segundo, como consecuencia de las molestias en la espalda, algo que, probablemente, le cueste la presencia en el mundial.

Dominio francés desde el primer minuto

Desde el comienzo, los de Deschamps llevaron la iniciativa, pusieron el buen fútbol y demostraron que llegan con ansia de triunfo a este mundial 2014. La selección paraguaya sufrió la sólida defensa francesa, lo que supuso que apenas gozase de posesiones largas. Además, la creatividad de Pogba en el medio campo junto con la imaginación de Giroud en punta de ataque y las ganas de Rémy ponían en jaque en todo momento a la zaga paraguaya.

Giroud, la estrella del partido

Precisamente, de estos dos últimos, nació una maravillosa jugada en la primera mitad, donde, tras un control perfecto de Giroud proseguido de un regate de mucha calidad, sacó un centro medido para Rémy, que lo remató de chilena, enviando el balón por encima del larguero por muy poco. No obstante, esta solo fue una de las varias llegadas de peligro que originaron. El '9' de la selección francesa demostró que va a vender muy cara su suplencia al teórico titular, Benzema. El jugador del Arsenal demostró en todo momento descaro, calidad y ganas de hacer cosas interesantes.

Paraguay, por su parte, demostró ser una selección peleona, con garra y con destellos de calidad, casi siempre protagonizados por Mendieta y Romero. Por otra parte, reflejó que su defensa no tiene nada que ver con la de Noruega, rival anterior de los franceses a los que vencieron por 4-0. Con tablas en el marcador pero con claro dominio de los locales se llegó al descanso en Niza.

Los franceses no derriban la muralla paraguaya

Tras el descanso, el partido bajó de ritmo. Los jugadores dirigidos por Deschamps comenzaron a ralentizar el ritmo del balón y el juego era cada vez menos vertical. Si bien es cierto que la posesión del balón cayó del lado local en todo momento. Con un ritmo pausado y lento, los minutos transcurrían y el juego ofensivo se limitó a los testarazos peligrosos de Giroud y a las subidas de los incombustibles Evra y Sagna.

Con el carrusel de cambios, Francia intentó revolucionar el partido, pero ni siquiera la actividad de Antoine Griezmann conseguía romper la homogeneidad y consistencia de los de Paraguay. El partido se abría como consecuencia del cansancio y los visitantes intentaban estirarse un poco. Sin embargo, las posesiones eran muy breves no conseguían llegar a la meta de Lloris.

Poco a poco, el fútbol fue decayendo hasta el punto de ser sustituido por pequeños conflictos en las áreas entre los jugadores de ambos conjuntos. Sin embargo, un saque de esquina que no consiguieron despejar los de Víctor Genes cayó en botas del extremo de la Real Sociedad, Griezmann, quien, con un toque muy sutil, colocó el balón fuera del alcance del Silva para poner el 1-0 a falta de siete minutos.

El fútbol es una caja de sorpresas incluso en los amistosos y, a falta de dos minutos para el final, Cáceres remató una falta muy bien votada desde unos 30 metros para poner el 1-1 final.

Los “bleus” se van con sabor amargo en el primer test serio antes del Mundial. Ahora, toca pensar en Jamaica, choque que será el último antes del campeonato mundial. Por su parte, la albirroja demostró ser capaz de dar la cara ante una de las grandes del campeonato a pesar de su ausencia en el mundial.