Si se habla de velocidad, regate, atrevimiento y descaro en Ecuador solo un nombre puede venir a la cabeza y ese es el de Jefferson Montero. El habilidoso extremo izquierdo de la selección ecuatoriana es el jugador distinto, especial, aquel que puede aportar ese momento de genialidad que haga decantar un partido.

A sus 24 años este futbolista, que en la 2009/2010 despuntó en el Villarreal B en Segunda División anotando diez goles en liga y que luego pasó con suerte desigual por el primer equipo de la entidad castellonense, Levante y Betis, despunta en el  Monarcas Moreira, equipo que deambula por la mitad de la tabla en la liga mexicana. A pesar de ello, el deseo de Jefferson en los últimos años ha sido el de volver a la entidad de Heliópolis, sin embargo nunca se ha llegado a cerrar el acuerdo para el retorno a Sevilla. Ahora con el Betis en Segunda División no parece tampoco que pueda producirse.

La llegada al Campeonato del Mundo puede suponer un nuevo trampolín para él de cara a un posible retorno a Europa, al fútbol de primer nivel. Para ello deberá de demostrar a ojos del mundo gran parte de las aptitudes que mostró en el Betis y en la fase de clasificación sudamericana. Su partido contra Argentina fue para enmarcarEn ella Montero, en especial en los partidos jugados en Quito, destacó por encima del colectivo como por ejemplo en el encuentro en el que Argentina visitó a la 'Tri'. Aquel partido Ecuador consiguió empatar a uno contra la albiceleste con una actuación sobresaliente de su extremo izquierdo. A pesar de ser diestro maneja la salida por ambos perfiles, lo que le hace especialmente imprevisible. De ello pueden dar buena cuenta los defensas argentinos aquella tarde en el Olímpico de Atahualpa.

Ahora es el momento para que Jefferson Montero demuestre con continuidad que es más que un futbolista a tener en consideración. Cualidades tiene para ello y Reinaldo Rueda sabe que es un jugador fundamental para que Ecuador consiga su objetivo. De su inspiración y estado de forma dependen gran parte de la capacidad ofensiva del equipo. Con menos aptitud para asistir que su compañero de la otra banda, Antonio Valencia, pero con más desborde, debe de ser ese jugador que desequilibre, aquel que marque las diferencias.

En definitiva, estamos ante la gran oportunidad para que este extraordinario jugador despunte definitivamente. Tiene las condiciones físicas y técnicas para hacerlo y se encuentra en una edad perfecta, con experiencia suficiente, para que no rehúya la responsabilidad que a buen seguro Rueda le va a otorgar. Habrá que estar expectante ante su actuación en este Mundial, porque sí él quiere va a dar mucho que hablar.

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Sobre el autor
Héctor Sierra
Licenciado en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos. Antes en TVE y en El Mundo. Siempre en Vavel y en RadioVavel. Intentando mejorar poquito a poco.