Bojan Krkic (Linyola, 28-8-1990), se ha convertido oficialmente en nuevo jugador potter después de que Luis Enrique haya decidido no contar con él. El joven futbolista triunfó en el Barcelona de Frank Rikjaard, haciéndose grande dentro del primer equipo en el último año del entrenador en el banquillo del Camp Nou. Aún teniendo compañeros de gran talla que pudieron ensombrecer su paso por la delantera barcelonista, Bojan supo como hacerse hueco y ser indispensable en el vestuario sin ni siquiera contar con la mayoría de edad.

Con la llegada de Guardiola, el jugador serbio-catalán gozó de pocas oportunidades y pareció no encajar en el esquema táctico propuesto por el de Sampedor. Su once garantizaba la fluidez del esférico con dos interiores que supieran llevar la manija y los tiempos, auspiciados por un medio centro que llevara la batuta, como lo fue y lo sigue siendo Xavi. Entonces, un extremo, ya de por sí, no tenía cabida en el planteamiento de Guardiola, y menos uno como Bojan, que aunque es habilidoso, no se asocia con sus compañeros y se decanta por la jugada individual.

Un trotamundos prematuro

Aunque fue uno de los jugadores que más se recordarán en La Masía por la profunda marca que dejó en el registro goleador, el primer equipo abogó por incorporar a otros jugadores más técnicos procedentes de categorías inferiores, y ahora, pese a que el régimen de fichajes ha cambiado por completo y se busca a ese “jugador total”, el hasta hace unas horas jugador culé, no entra en los planes de Luis Enrique. Con tan solo 23 años ha pasado de vestir una zamarra a enfundarse otra con total arbitrariedad, siendo cedido de año en año, sin mucho éxito.

La Roma, donde coincidió con Luis Enrique, Milán y Ajax, dejan paso al Stoke City, cumplimentando así una liga más a probar, en este caso la Premier. Deportivo de la Coruña, Feyenoord y PSV se han interesado en su incorporación, sin embargo, el Stoke City ha sido el mejor postor, en donde coincidirá con un viejo amigo que tampoco triunfó en la ciudad condal, Muniesa.