Una de las revelaciones de la temporada, el Genoa, viajaba a la isla de Cerdeña con el único objetivo de seguir sumano y, a ser posible, una victoria para seguir dando de que hablar positivamente en Italia y colocarse en posición franca para seguir soñando, porque no, con entrar en Europa.

Enfrente estaba el Cagliari, un equipo que siempre parece estar en la cuerda floja pero finalmente, termina escapándose de los puestos de descenso. Algo que parece llevar el camino este año, ya que se encuentra en decimoquinta posición tres puntos por encima de la zona peligrosa. Una distancia corta, pero que de momento permite respirar al conjunto hoy local.

Esa necesidad apareció en los primeros instantes, pues aunque todo empezó con una gran igualdad y muchas interrupaciones, se veía un Cagliari ligeramente superior y generaba mayor peligro a la meta del cancerbero visitante Perin.

Pero al cuarto de hora apareció el protagonista de la tarde, primero para bien y luego para mal, Rossettini. Pues el zaguero local metió un pase en profundidad perfecto a Farias para que el brasileño definiera a la perfección, era el 1-0 y certificaba el gran partido que estábamos observando del conjunto local.

El partido seguía la misma dinámica. Un conjunto el local que buscaba ligeramente cerrar el choque, pero sobre todo destacaban las interrupciones de ambos conjuntos. Los locales la permitían por la ventaja, los visitantes para calmarse e intentar encontrar su juego en momentos muy delicados para ellos. En este momento hubo una laguna que casi da el empate al momento visitante, fue un duro disparo de Kucka que remató al palo. La mejor ocasión visitantes de la primera parte.

No vimos al mejor Genoa hasta casi el tiempo de descuento, con un par de oportunidades buenas entre ellas un disparo del chileno Pinilla. Los contraataques isleños aparecieron y el propio Faria pudo aumentar la ventaja, esta vez sin éxito. Así llegábamos al descanso.

Parecía que ninguno de los dos conjunto cogía el mando tras la reanudación, pero esta vez Rossettini se anotó un gol en propia puerta. Fue tras una desafortunada jugada, que hacía que el protagonista del primer gol pasara a ser el centro de todas las miradas en forma negativa para los aficionados de Cagliari.

El gol sentó mal a los locales y vimos buenos minutos visitantes, con disparos cruzados que pasaban cerca del meta de Cragno, por fortuna para él sin consecuencias.

Perin adivinó el penalti a Avelar

Pero tras estos minutos visitantes, el Cagliari despertó y estuvo muy cera de llevarse el encuentro. Primero con un palo de Conti que se cantó como gol ya por parte de los aficionados locales, y luego con un penalti cometido por Sturaro, que fue expulsado con roja directa. Aquí apareció Perin quien acertó las intenciones a Avelar y despejó la pena máxima, menuda gran oportunidad acababa de desperdiciar el Cagliari.

El estar con un hombre de ventaja hizo el partido un monólogo local. Pero solo duró cinco minutos, pues por lesión Sau tuvo que salir del campo y ya no le quedaban mas cambios a los de Cerdeña. Oportunidad desaprovechada y los últimos minutos veríamos un diez contra diez.

Destacaron estos instantes por disparos lejanos y poca confianza en ellos. La ocasión mas clara fue para Farias quien cruzó mucho el balón dentro del área, no era el día para llevarse los tres puntos.

Finalmente reparto de puntos, que aunque a ninguno de los dos les vale para dar un golpe sobre la mesa, permite por lo menos al Genoa mantenerse en la zona alta de la tabla y al Cagliari seguir controlando la distancia con la zona de descenso.

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