Armenteros y el Willem II brillan en la cancha del Dordrecht

La jornada 14 nos recibió con goles, ya que este viernes el Willem II pudo imponerse en casa del Dordrecht con un marcador de 0-4. En la previa de la jornada quedaba claro que estos dos equipos necesitaban salir victoriosos, el local para encontrar ese partido visagra que lo hiciera despegar del sótano; mientras que el visitante la buscaba para ratificar su buen momento en el retorno a la división de honor.

Con una presión inmensa encima, el entrenador Ernestus Brandts presentó una formación bastante temeraria con tres defensas y dos volantes que pretendían estar siempre en la posición de ayuda para los extremos, algo que en el fútbol de los Países Bajos no es muy habitual ver. Cuestionable desde todo punto de vista, pero necesario para encontrar la manera de ganar.

Desafortunadamente para los locales la noche iba cayendo de manera muy rápida, esto cuando Samuel Armenteros anotaba el primer gol del partido apenas a los seis minutos del encuentro. Tras un pase de Heerkens, el delantero sueco encontró la posición y el momento ideal para rematar a la portería de Kurto. Tan temprano no se vaticinaba nada bueno para el local.

Dominio tilburgués de principio a fin

La pobre o nula reacción del local ante el gol llegó a lo que sería un dominio del conjunto tilburgués casi de principio a fin. Remates displicentes, falta de comunicación y demás demonios propios de la frustración se volvieron la tónica de los locales. Cuando todavía no se había terminado de digerir la acción del primer gol, apareció el Ben Sahar a los 16 minutos y ponía el segundo gol de la visita. Una gran jugada de personal por derecha de Bruno Andrade, en la cual terminó regateándose a dos defensores, terminó en un centro que el delantero israelí sólo tuvo que empujar para conseguir otro tanto más.

Con los ánimos por los suelos en el estadio, nos íbamos a la segunda mitad. Aunque dentro de todo se habían presentado momento interesantes durante la presentación y cierre de la primera mitad de partido.

A los 55 minutos apareció nuevamente Samuel Armenteros para con su doblete, aumentar la ventaja a tres. Una gran apertura del centro a la banda derecha, que puntualmente fue centrada para que el sueco, que sin problemas ante la pésima marca de Fortes y Lima, pudo introducir el balón en el centro de la portería, ya que Kurto se encontraba cuidando su palo al momento del centro desde la banda derecha. Importantes cosas se estaban logrando en esos momentos los de Tilburgo.

A uno que a pesar de ver el partido gratis, le incomodó estar de pie todo el tiempo fue a Kostas Lamprou. El portero griego prácticamente no tuvo que intervenir en ninguna jugada con importancia peligrosa, convirtiéndose en ese preciso momento en un aficionado más dentro del estadio.

Se fueron los 90 minutos y nos extendíamos otros más, no podía ser peor para el conjunto local. Después de la lesión de Heerkens en el primer tiempo, el Willem II no volvió a mover sus fichas nuevamente hasta el minuto 61, cuando entró el joven Terell Ondaan. Aprovechando nuevamente las manías contrarias en presentar una pésima defensa en cada partido que disputa, pudo anotar el cuarto gol de su equipo, ya estando todo esto en los 94 minutos. Sí, al final fue mucho peor.

La fuerza del visitante se impuso al final, lo que debía darse para el local no se dio. Un delantero sueco, cuatro jugadores de banda y cuatro defensas demasiado malos hicieron posible un resultado digno de destitución de entrenador. Tilburgo sigue lantiendo de alegría por el fútbol y resultados de su amado equipo.

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