Un año para recordar en Turín. Sin duda. Por parte de las dos aficiones, además. Algo que no ocurría desde hace mucho. La parte bianconera celebró su tercer Scudetto consecutivo. La granata, celebró una heroica clasificación para la UEFA Europa League. Pero el panorama granata hace tan solo doce meses era bien distinto al actual.

Enero de 2014

El año futbolístico en Turín no comenzó de la mejor manera. 6 de enero. El Parma, rival directo en la lucha por los puestos europeos, endosaba un duro correctivo (3-1) a los pupilos de Ventura. Sin duda, no es la manera ideal de comenzar el año. El Torino disputó cuatro encuentros en el mes de enero. Tras la derrota en Parma, un empate ante la Fiorentina y sendas victorias ante Sassuolo y Atalanta remontaron el vuelo de la nave granata.

Febrero de 2014

Otros cuatro encuentros disputados en el mes del amor. Dos derrotas, un empate y una victoria. Uno de los meses de competición más aciagos para el conjunto turinés. Las cosas no salían, el equipo no carburaba, y los goles no llegaban. Un conjunto que se debía íntegramente a las figuras de Immobile y Cerci caía inexplicablemente ante el Bologna tras empatar en San Siro. Para aquellos que no lo recuerden, Ciro anotó un auténtico golazo en la catedral del fútbol milanés. El mes acabó con el Derbi della Mole. La Juventus, otro año más, volvió a llevarse los tres puntos con un solitario gol de Tévez, pero no sin polémica. El colegiado no señaló un posible penalti sobre El Kaddouri que parecía más que claro. Los tres puntos se quedaron en la parte bianconera de Turín.

Marzo de 2014

Un mes marcado en negro por los aficionados granatas de todo el mundo. El conjunto de Ventura disputó seis encuentros bajo la estela del tercer mes del año. Tan solo dos victorias (ante Livorno y Cagliari) y cuatro derrotas (ante Sampdoria, Inter, Napoli y Roma). Muchas de las aspiraciones del conjunto turinés de colarse en los puestos europeos se marchaban en ese desastroso mes. Un equipo roto y a merced de los rivales. Cierto es que las derrotas llegaron ante rivales de mayor entereza, pero ya sabemos lo que ocurre cuando un equipo empieza a encadenar derrotas. Por suerte para el Torino, el mes acabó con la victoria ante el Cagliari, que ayudó a cambiar la dinámica de un equipo hundido.

Abril de 2014

El mes granata. La alegría se desbordaba por los cuatro costados del Olímpico de Turín. Todo le salía al conjunto de Ventura. Para muestra, la heroica remontada ante el Genoa en el propio Olímpico. Los goles de Immobile y Cerci en el tiempo añadido supusieron un soplo de renovadas esperanzas para el objetivo final, la clasificación para Europa League. Tras las tres victorias en los cuatro partidos disputados en abril, llegaba lo más difícil. Rematar la faena.

Mayo de 2014

Tan solo tres encuentro por disputar cuando comenzaba el mes decisivo. La victoria el Chievo Verona disparó las opciones de un equipo que no disputaba competición europea desde hacía 20 años. Pero entonces llegaron dos duelos cruciales. El Torino tenía que vencer, o al menos empatar, ante el Parma para no perder el puesto de privilegio y depender de sí mismo en el último encuentro ante una Fiorentina que no se jugaba nada. Y se salvaron los muebles.

El empate a uno conseguido en el Olímpico ponía las cosas en bandeja a los chicos de Ventura. Dependían de sí mismos para estar en Europa. Pero el destino es caprichoso. Tras un vibrante partido en el Artemio Franchi, cuando corría el minuto 93 de partido y el marcador marcaba un 2-2, Cerci se encontraba en el punto de penalti para lanzar la pena máxima. Si marcaba, el Torino estaría en Europa. Si por el contrario fallaba, lo estaría el Parma. Todo el ímpetu y esperanzas granatas estaban en su botas. Pero nadie contó con Neto. Adivinó la pena máxima y dejó al conjunto turinés sin premio. O eso creía todo el mundo.

Junio de 2014

Mundial. Samba y alegría por todo el mundo. Salvo en Turín. Tres de sus jugadores -Cerci, Immobile y Darmian- disputaban con su selección el Mundial de fútbol de Brasil 2014. El resto, sufría pendiente de una decisión. El COI ya había advertido al Parma que no le concedería la licencia UEFA por impagos en los sueldos de sus jugadores. Y así fue. Casi un mes después de que Cerci fallara la fatídica pena máxima, el Torino estaba en Europa.

Julio de 2014

Pretemporada. Jugadores que vienen y jugadores que van. Lo más doloroso, la marcha de Ciro Immobile con destino a Alemania. El Torino perdía al cappocannoniere, y eso no se sustituye fácilmente. Tras armar al equipo como buenamente se pudo, llegó el primer compromiso oficial. Era 31 de julio y el Torino se encontraba en Suecia para disputar la tercera ronda previa de la Europa League. El 0-3 de la ida dejó las cosas muy fáciles para la vuelta.

Agosto de 2014

El mes de la transición. La marcha de Cerci era un contratiempo importante, pero no imprevisto. El atacante azzurro se había dejado querer en varias ocasiones y al final el Atlético de Madrid no se pudo resistir. Con todo, la competición seguía, o comenzaba, mejor dicho. El Torino pasó con más pena que gloria la última ronda previa ante el RNK Split y estaría en el bombo de la fase de grupos. Mientras tanto, la competición doméstica comenzaba en un año que sería más duro que el anterior, sin duda. El empate a cero ante el Inter de Milán comenzaba a evidenciar un problema, la falta de gol.

Septiembre de 2014

Cinco encuentro disputó el Torino, en los que anotó tres goles en dos partidos. Tan solo la victoria ante el Cagliari salvaba un poco el pésimo rendimiento ofensivo del equipo. Sampdoria, Hellas y Fiorentina en Italia, y Brujas en Europa, se llevaron resultados positivos de sus encuentros ante el Torino en este mes de septiembre. Las miradas comenzaban a apuntar directamente al banquillo granata.

Octubre de 2014

Un mes dispar. Dos victorias y dos derrotas atisbaban una regularidad que el Torino había perdido hace mucho. El conjunto granata terminó el mes con la victoria ante el Parma. Victoria que no volvería a repetirse hasta mucho después. Mientras tanto, en Europa League el equipo vivía sus mejores momentos. Las victorias ante el Copenhague y el HJK Helsinki colocaban al Torino en lo más alto del grupo, igualado con el Brujas. El mes de octubre sonreía al Torino.

Noviembre de 2014

No así lo haría el mes de noviembre. El desastre turinés comenzó a mascarse desde el principio. Cuatro derrotas en seis partidos. Lo único positivo que sacó del mes de noviembre fueron los empates (a cero) ante Brujas y Atalanta. La incesante falta de gol y la fragilidad defensiva lanzaron en picado a un conjunto que hacía tan solo cinco meses atrás estaba celebrando la clasificación europea.

Diciembre de 2014

El final de un año con dos versiones. Dos empates y dos victorias en cuatro partidos. Lo más reseñable, la victoria ante el Genoa en el último partido del año. El Torino no ganaba en Serie A desde el 29 de octubre. El festín de goles que se dio el equipo en Copenhague (1-5) sirvió para que el equipo pudiera celebrar la clasificación para las rondas eliminatorias. Una de las pocas alegrías del año.

El 2015 que presenta ante el cuadro granata no es más que el reflejo de lo que fue el 2014. Mientras el equipo de Ventura no encuentre una estabilidad y una seguridad atrás, sumada a una fortaleza y definición arriba, el equipo turinés seguirá alternando altibajos de una manera peligrosa. Y quién sabe si no perjudicará seriamente a las aspiraciones de un club histórico en un momento de transición.

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Sobre el autor
Adrián Rangel
Periodismo en Sevilla.