El Aston Villa accedió a la siguiente ronda de la FA Cup gracias a un solitario gol de Benteke a dos minutos del final del partido. El Blackpool plantó cara a un equipo de una categoría superior y, en tramos del encuentro, dio la sensación de poder llevarse el partido.

El inicio de partido dictaba la dinámica que llevaría el encuentro durante los noventa minutos. Juego lento, posesiones largas e intentos de pases verticales desde los jugadores habilidosos de ambos equipos hacia la punta de ataque. De esta manera era el momento para brillar para dos hombres: Grealish, considerado la joya de la Academia, y Delfouneso, que volvía al estadio que le vio crecer y le dio sus primeros minutos como futbolista en la máxima categoría.

Grealish en una acción del encuentro. Foto: Aston Villa.

La joven promesa irlandesa comenzó el duelo muy activo creando mucho peligro por el carril izquierdo e incomodando a la zaga del Blackpool, acción que aprovechaba Benteke para encontrar espacios. El futbolista, con su particular velocidad, ganó la partida a los defensores pero en ninguna de las acciones encontró un rematador certero. Los intentos de los villanos proseguían, en esta ocasión, un centro de Westwood fue rematado por Okore alto.

No obstante, serían los visitantes quienes llevarían la batuta del partido y manejaría a su antojo los cambios de ritmo. Orlandi se convirtió en uno de los principales quebraderos para la línea defensiva de West Midlands. Suyo fue el primer disparo a puerta del encuentro que, sin demasiada fuerza, llegó manso a las manos de Given. El propio delantero volvió a tener una gran ocasión tras un saque de esquina, sin embargo, su intento de volea fue directo a las manos de Given. Achuchaba el equipo de Lee Clark que, desde el minuto quince de partido, dominaba con facilidad a un rival, en teoría, superior. Los de Bloomfield Road tendrían otra gran oportunidad para adelantarse en el marcador, con una buena jugada de Delfouneso que terminó sin éxito.

Orlandi fue un constante peligro para la línea defensiva 'villana'. Foto: Aston Villa.

En el tramo que más confianza estaba teniendo el Blackpool, debido a su mejor puesta en escena, llegaron las primeras claras ocasiones del Aston Villa antes del descanso. Cleverley, con un potente disparo desde la frontal, provocó el jolgorio en Villa Park creyendo que el esférico había entrado, no obstante no fue así y el balín salió rozando el poste. En el tiempo de descuento llegaría una de las faceta que añoraba el equipo de Paul Lambert, las subidas de los laterales en las jugadas ofensivas. Hutton llegando convelocidad remató al arco, ante el que tuvo que estar atento Lewis para detenerlo.

La segunda parte comenzó con un Blackpool atacando desde el primer minuto y, por ello, disfrutó de una gran ocasión en las botas de Delfouneso que, una vez más, no estuvo acertado cara a puerta. El ritmo siguió decayendo y ninguno de los dos equipos tenias ideas claras en tres cuartos de campo. El Aston Villa no encontraba con pases profundos a Benteke, por tanto, buscaba con demasiada frecuencia los centros altos en busca de un remate en el área pequeña, en muchas ocasiones a pesar de que solamente estaba Benteke rodeado de una maraña de defensores rivales.

La línea del centro del campo local se adelantó y, a partir de ese cambio táctico, encontraron la menera de hacer daño al Blackpool. Los disparos desde una posición lejana fue la solución del conjunto de Birmingham. Carlos Sánchez sería el primer hombre en probarlo y obligando a Lewis a deleitarse con una espléndida parada. Los locales seguían llegando con peligro y un nuevo disparo de volea de Benteke rozó el larguero. Las oportunidades comenzaban a escasear, ya que ninguno de los dos equipos llegaban al arco rival.

Aparece el de siempre, Benteke

Cuando todo estaba destinado a terminar en empate y jugar un nuevo partido, apareció la béstia belga para dar el pase al Aston Villa a la siguiente ronda. Un gran pase al hueco de Carlos Sánchez hacia el delantero, permitió a éste anotar el tanto del triunfo. El partido dio poco de más y los de Paul Lambert salvael envite, a pesar de que hubo momentos en el que parecía que el Blackpool se podía llevar el duelo.