El Benfica se ha convertido esta noche en el primer finalista de la Taça Da Liga, tras vencer al Vitória de Setúbal por 3-0 y así terminar con el sueño de los sadinos, quienes querían volver a la final de la competición después de siete años.

Visitante incómodo de entrada

En el equipo encarnado hubo, como se esperaba, una revolución en el once inicial con respecto a lo visto el domingo pasado en el Estadio José Alvalade. Jorge Jesus utilizó únicamente a cuatro jugadores que saltaron desde el inicio en el Derby Lisboeta, Artur, Jardel, Eliseu y Ola Jhon. Por su parte Bruno Ribeiro no se guardó nada. El técnico del Setúbal demostró desde el inicio que venía a Da Luz para conseguir el pase a la final de Coimbra.

Los primeros minutos de juego fueron del equipo visitante, creando varias jugadas de peligro sobre el arco defendido por Artur. Pero al pasar los minutos el Benfica fue equilibrando las acciones. Ola Jhon y Gonçalo Guedes siempre fueron peligrosos por su velocidad por las bandas. Los encarnados se dieron cuenta de ello y le metieron dinamismo al juego y la visita se comenzó a sentir incómoda.

Rui Costa, el del silbato, fue protagonista

Bruno Ribeiro tuvo que realizar una sustitución que pudo ser la clave del encuentro. Hélder Cabral tuvo que abandonar el terreno de juego debido a una lesión y en su lugar entró Miguel Pedro, pero fue Advíncula quien ocupó la posicisión de lateral izquierdo. El peruano no supo adaptarse bien a la posición y lo pagó caro. Pasaron tres minutos para que Advíncula cometiera un penalti sobre Gonçalo Guedes y recibir una tarjeta roja, la cual viendo las imágenes parece rigurosa. Tal fue la indignación del jugador peruano del Vitória de Setúbal que abandonó el terreno de juego del Estadio Da Luz con lágrimas en su rostro y sabiendo el daño ocasionado a su equipo.

Anderson Talisca no perdonó y convirtió la primera pena máxima de la noche favorable al Benfica, 1-0. Los visitantes veían como se les iba esfumando las posibilidades de conseguir su sueño, por debajo en el marcador y con un jugador menos en cancha. Pero lo peor estaba por llegar. Cinco minutos después, nueva pena máxima favorable a los locales. Pizzi igualó a su compañero de equipo y colocó el 2-0 en el marcador de Da Luz.

Al finalizar los primeros 45 minutos ya estaba todo el pescado vendido. Tendría que pasar una catástrofe para que al Benfica se le escapara de las manos el billete para la final que consiguió en la primera parte con once pasos.

El segundo tiempo fue un monólogo de los dirigidos por Jorge Jesus. Sin despeinarse fueron generando ocasiones de gol, una tras otra. La diferencia en el marcador la aumento Jonas, quien concluyó una magnífica jugada elaborado por Ola Jhon y Derley en el minuto 73.

Rubén Amorin vuelve a pisar el césped seis meses después

La nota positiva del encuentro fue el regreso de Rubén Amorin a los terrenos de juego tras sufrir una grave lesión en el mes de agosto del año pasado en la segunda jornada de la Liga NOS, cuando las águilas visitaron al Boavista y consiguieron la victoria por 0-1.