Fatídica tanta de penales para un Bayer Leverkusen que se mostró gris, frágil y hasta intimidado por el ambiente de un Vicente Calderón que cumplió a cabalidad la orden de su general, Diego Simeone, y metió presión al equipo alemán en todo momento. A falta de brillantez, el partido abundó en juego brusco y pierna fuerte, alcanzando hasta diez amonestados por parte de Nicola Rizzoli. Sin embargo, todo eso quedó atrás desde el momento en que el cobro de Kiessling se fue por encima de la puerta de Oblak y ratificó la presencia del Atlético en Cuartos de Final y el camino a casa para el Bayer Leverkusen que se volvió a quedar a un solo paso de trascender a nivel continental. Poco pudieron hacer las grandes figuras aspirineras que tuvieron en Leno a su mejor hombre.
Tensión que ahoga toda emoción
El partido arrancó con los nervios de punta y toda la presión que es capaz de crear un ambiente hostil, para sus rivales, como lo es el Vicente Calderón. Los cánticos y el ruido ensordecedor de su gente terminó por ahogar las ideas del equipo de Schmidt, quien se vio nervioso y fuera de ritmo desde el arranque del partido. Sabedores de la diferencia mínima en el global, ambos cuadros saltaron con todo el ímpetu y fuerza que les era posible dar, aunque con un poco más de acierto por parte de los colchoneros en el traslado del balón.
Sabedores de la diferencia mínima en el global, ambos cuadros saltaron con todo el ímpetu y fuerza que les era posible dar
Es así como dos errores de Töprak en el intento por salir con balón dominado derivaron en ocasiones claras para el Atlético que Leno y Spahic alcanzaron a salvar. La respuesta aspirinera vendría al 9', cuando Calhanoglu alcanzó a filtrar entre líneas para Bellarabi, quien remató a puerta pero su disparo chocó en la pierna de Miranda. Dos minutos más tardes, Griezmann desbordaba a Töprak, pero Spahic llegaría oportuno para cortar el centro del francés cuando Mandzúkic llegaba solo dentro del área. Al 13', Calhanoglu mandaba un trazo largo para Wendell, pero Moyá llegaba oportuno al corte y Giménez cerraba antes que Son tomara el rebote.
Una lesión del meta local tuvo que obligarlo a ceder su puesto para Oblak, en el primer cambio del partido forzado por una lesión
Son lo intentaba al 16', pero Moyá intervenía a tiempo para cortar la jugada. Luego, al 21', una lesión del meta local tuvo que obligarlo a ceder su puesto para Oblak, en el primer cambio del partido forzado por una lesión. Con el pasar de los minutos, el Leverkusen perdió cohesión en sus intentos por controlar el balón y se veía ampliamente superado por la intensidad propia de los de Simeone, quienes, al 27', abrirían el marcador gracias a una serie de rebotes en el área que era mal rechazado por Castro. El rebote le quedó a Mario Suárez quien conectó de derecha un disparo flojo que se desvió a Töprak y descolocó a Leno en el fondo, para conseguir la apertura en el marcador. Era el gol que tanto anhelaba el Atlético y la pesadilla que Schmidt deseaba evitar. Ese gol podría alterar el rumbo del partido. Así fue.
Tras el gol, el partido no cambio demasiado, careciendo de claridad en sus jugadas y teniendo una alta cuota de voluntad ante una baja dosis de eficacia
Tras el gol, el partido no cambio demasiado, careciendo de claridad en sus jugadas y teniendo una alta cuota de voluntad ante una baja dosis de eficacia. Wendell se crecía al 33' para llegar al cierre cuando Mandzúkic quedaba solo ante Leno y se preparaba para batirlo de zurda. Luego, al 37', Mario Suárez se tomaba confianza por segunda vez y disparaba de media distancia, pero Spahic llegaba justo al corte del intento. Bellarabi intentaba una contra en velocidad al 40', pero Giménez llegaba a tiempo para cerrar el centro y Wendell desbordaba a Juanfran al 44' para mandar un centro venenoso que Oblak controló ante la presión de Calhanoglu. Con dichas acciones se cerraba la primera mitad y quedaba todo para buscar algo más en el complemento.
Misma receta, mismo resultado
Sin mayores variantes, el segundo tiempo arrancaba con una llegada tempranera de Mandzúkic al 46' que terminaba en el cierre oportuno de Töprak. Un minuto después, al 47', Spahic era quien cortaba el intento del recién ingresado Raúl García y pegaba el grito de llamado a todo el Bayer Leverkusen que pareció regresar dormido del entretiempo. La rección fue instantánea y, al 48', Hakan Calhanoglu sacaba un zurdazo timido a manos de Oblak, pero producto de una buena combinación de pases con Bender y Bellarabi. Con esta jugada, los aspirineros reaccionaron y volvieron a meterse al partido en intensidad y garra, aunque sin la brillantez de otros partidos.
Al 53', Bender sacaba a como fuera una serie de rebotes peligrosos dentro del área y al 57', era Bellarabi quien intentaba de larga distancia soprender a Oblak, aunque sin conseguirlo. Arda Turán tomaba el esférico al 68' y se inventaba una gran jugada individual, aunque su remate era tremendamente contenido por Leno en el fondo, quien evitaba la caída de su puerta ante el acoso del turco. Un minuto después Koke lo intentaría de fuera de área, pero, una vez más, Leno agrandaba su figura y contenía el disparo para mantener el cero en su puerta.
Los espacios parecían abrirse para el Atlético de Madrid, quien veía al 74' como Griezmann se comía en el desborde a Hilbert y Töpral, pero su centro era cortado por Wendell en un enorme despliegue físico del lateral del Leverkusen. Al 78', Mandzúkic enviaba un centro al área, pero, nuevamente, Wendell recorría toda la cancha para tapar la llegada local y enviar el balón al córner. Un minuto después, sería Hilbert quien sacaría el envío de Mandzúkic y Arda, al 80', volvía a enfilar en diagonal al centro, sacando un disparo rasante que Leno estuvo atento a rechazar y controlar en dos tiempos. La respuesta del Leverkusen llegaba al 82', cuando Rolfes sacaba un zurdazo desde fuera del área, pero Oblak contenía sin problema alguno.
Ambos equipos, tensos y concentrados en no equivocarse sobre el final, cerraban filas y renunciaban al ataque
Llegaban los últimos cinco minutos y el partido mermaba en emociones. Ambos equipos, tensos y concentrados en no equivocarse sobre el final, cerraban filas y renunciaban al ataque, esperando que Rizzoli sancionara el final y enviara a ambos clubes al alargue que ya era inminente. Sin esperar más, el árbitro italiano decretaba el final y ambos equipos se prepraban para 30 minutos más en una serie que se palpaba estresante, punzante y capaz de crear una migraña mortal en ambos entrenadores, sabedores que un solo error los mandaría a casa y los alejaría de continuar en el sueño continental.
Extratiempo, penales y el cierre de una triste historia alemana
Si los noventa minutos carecieron de claridad e ideas de juego brillantes, los últimos treinta no serían la excepción y, todavía más, serían un acentuante de todo lo que había acontecido en el partido hasta ese momento. Apenas una disparo suave de Kiessling a manos de Oblak al 94', era el mayor susto de los primeros minutos del alargue. La respuesta del Atlético llegaría al 105' con un tapadón de Leno a un disparo potente de Raúl García, quien había aprovechado el descuido de Spahic en el fondo y el espacio que dejó Wendell al intentar cubrir la espalda del central bosnio.
Ambos equipos, cansados y exhaustos, se dejaban encomendar a las manos de Oblak y Leno
La peligrosidad la devolvía Rolfes al 111' con un zurdazo exquisito, digno de convertirse en el gol de la fecha, pero que terminó abriéndose sobre lo último y pasando cerca de portería rival ante la estirada de Oblak que lucía ya vencido por el disparo del experimentado volante alemán. Torres mandaba un cabezazo peligroso al 115', pero Leno respondía a buen nivel al intento del español. Pero, sin hacerse mayor daño, llegaba la tanda de penaltis y ambos equipos, cansados y exhaustos, se dejaban encomendar a las manos de Oblak y Leno y la espera de que el desgaste de 120 minutos le pasara la factura al rival desde los doce pasos.
La tanda la abrió Raúl García quien mandó totalmente por encima de portería su disparo. Calhanoglu, a continuación, disparaba suave y casi displiscentemente al centro, para que Oblak, sin moverse, contuviera el intento frágil del turco. Griezmann colocaba un zurdazo potente lejos de Leno para abrir el marcador desde los doce pasos, pero Rolfes, en una colocación similar, ponía la paridad en el pizarrón. Mario Suárez repetía la dosis a Leno y ponía al Atlético arriba 2-1, hasta que Töprak voló su disparo y dejaba la ventaja para los de casa.
Sin embargo, como para aumentar el suspenso en el Calderón, Koke veía como Leno tapaba su disparo y Gonzalo Castro convertía el suyo cambiando el ángulo del intento y engañando a Oblak. Llegaba el tan temido quinto penal y Fernando Torres lo convertía pegando el balón al poste y venciendo la increíble estirada de Leno. Es así como Kiessling, el goleador de mil batallas del Leverkusen, ponía el balón sobre punto penal, tomaba impulso, conectaba de derecha, pero mandaba a volar su disparo para sellar la clasificación local y la dura eliminación del equipo de Roger Schmidt, escrita en los pies de su máxima figura.
Con este resultado, el Bayer Leverkusen cae 1-1 en el global pero 3-2 en la tanda de penales, quedando fuera de la UEFA Champions League y cerrándose las puertas a avanzar en la competición europea con miras a repetir su mayor logro en Champions, el cual fue el subcampeonato de 2002 en la final que cayeron ante el Real Madrid de Zinedine Zidane. Kiessling, Rolfes, Bender y compañía deberán esperar un año más para intentar superar a sus antecesores, aunque ésta vez estuvieron muy cerca de alcanzarlo, siendo cortados de su meta por la fatídica tanta de penales y esos doce pasos que definen los grandes partidos en base a la efectividad, el carácter y, también, la suerte. El Bayer Leverkusen se concentra ahora en Bundesliga y Pokal, en la que tendrán que recibir al Bayern de Múnich en las primeras semanas de abril y esperar eliminar a los bávaros para seguir aspirando a sumar un título a sus vitrinas.
Atlético Madrid Vs Leverkusen 1-0 (3-2...