La temporada 2014/2015 llegó a su final, y el Manchester United no ha vuelto a ser el mismo desde ese 8 de mayo de 2013, cuando Sir Alex Ferguson, el entrenador más ganador de la Premier League, dio su última indicación en Old Trafford, y con él también se fueron los títulos importantes, las actuaciones inolvidables y el buen juego que implantó a sus dirigidos en 27 años de dirigencia.

La llegada de David Moyes fue un verdadero fracaso, si no es el más rotundo de los diablos rojos en los últimos 20 años, al quedar en el séptimo puesto, quedarse sin un torneo europeo y con jugadores que pasaron por su peor momento.

Desde ahí tuvo que partir Louis van Gaal la temporada 2014/2015, con un equipo hecho pedazos al no jugar la Champions League, problemas en todas las líneas de juego y una profunda crisis que estaba acabando a una institución acostumbrada a siempre ser la mejor en cada competición que jugaba.

El holandés venía de dirigir a su selección nacional, llevándola a las semifinales de Mundial de Brasil 2014 realizando un gran trabajo con una nómina candidata al título y, que quedó tercera venciendo a nada menos que el anfitrión del campeonato, y con su historial ganador de una Liga de Campeones ganada en 1995 con el Ajax, que hace parte de un palmarés de 21 trofeos ganados con cuatro clubes diferentes, una filosofía basada en el viejo "fútbol total" de su tierra natal, y un historial de polémicas por sus declaraciones tan sinceras y que han incomodado a jugadores de tan alto nivel como Rivaldo y Juan Román Riquelme.

El que fuera el sucesor de Sir Alex Ferguson -el proyecto Moyes no es tenido en cuenta- empezaba su nuevo ciclo de entrenador de un club europeo con una pretemporada impresionante en Estados Unidos en la International Champions Cup, donde superó a rivales de gran relevancia como el Inter de Milán, la Roma, el Real Madrid (vigente campeón de la Champions League en ese momento), y el Liverpool en la final para quedarse con el trofeo del torneo amistoso.

Una Premier League de subidas y bajadas sorpresivas

Empezaba la temporada 2014/2015 en la Premier League para un extraño Manchester United que no iba a jugar la Champions League, pero que eran los favoritos de la liga local por lo hecho en la pretemporada y la cantidad de buenos fichajes que estaban realizando con las llegadas de Ander Herrera, Ángel Di María, Daley Blind, Marcos Rojo, LuKe Shaw y Radamel Falcao.

En la fecha inaugural se enfrentaban al Swansea City en Old Trafford, la presentación perfecta para los dirigidos por van Gaal y la oportunidad de mostrar su nueva táctica de 3-5-2, un sistema que jamás se había usado en las filas de los red devils pero que todo esperaban diera frutos para iniciar con buen paso el campeonato.

Desafortunadamente, nadie se esperaba que el cuadro galés se fuera ganando por 1-2 desde el primer tiempo y posteriormente consiguiera la victoria en un campo tan difícil como es el del Manchester United, un verdadero golpe que no le daba buenos augurios a la escuadra roja en su debut, y lo peor estaba por ocurrir con los empates consecutivos ante el Sunderland (1-1) y el recién ascendido Burnley (0-0) con el debut de Ángel Di María, el argentino que venía de ser campeón y figura del Real Madrid en la Champions League.

En el encuentro contra el Queens Park Rangers parecía el inicio del verdadero equipo del Manchester United al golear contundentemente a los londinenses por 4-0 con las presentaciones de Blind y Falcao, una victoria que parecía dar el primer gran paso hacia el título con una serie de estrellas hechas para ganar campeonatos y un entrenador experto en eso.

Pero las cosas iban a volver a cambiar de rumbo en el King Power Stadium ante el Leicester, otro de los clubes que provenían de la Championship, y que le dio una lección de perseverar hasta ganar remontando un 3-1 en contra para convertirlo en un humillante 5-3 y todo en treinta minutos de partido, un golpe fatal que llenaba de dudas acerca de si las decisiones de la junta directiva y cuerpo técnico sobre las transferencias hechas iban a dar resultados.

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Luego de eso vendrían una serie de actuaciones contra el West Ham, Everton y West Bromwich donde el portero David De Gea se convirtió en el héroe y figura del equipo rojo con actuaciones impresionantes que salvaron a su club no solo de varios goles sino de derrotas que los hubieran hundido más, y a eso se sumaba también el problema de definir mejor los encuentros al conseguir resultados poco agradables y otros que llegaron en los últimos minutos, como en el empate ante el líder Chelsea con el gol de van Persie que les permitió sumar un punto.

Las lesiones fueron uno de los graves causantes de los inconvenientes de van Gaal para armar la nómina que deseaba: fue tanto así que se vio obligado a usar a los juveniles Patrick McNair, Tyler Blackett, Tom Thorpe y James Wilson para cubrir las posiciones afectadas en una apuesta muy arriesgada por el holandés, el cambio constante de formación táctica en cada encuentro que mostraba garrafales errores en la zona posterior y la utilización de más de 33 jugadores en toda la temporada, algo que muy pocos clubes hicieron.

Luego de la penosa derrota en el derbi de Manchester contra su acérrimo rival por la mínima diferencia en una pésima presentación, apareció la buena racha de seis victorias consecutivas que levantaron al Manchester United de su letargo y lo devolvieron a los primeros puestos, alcanzando antes del final de la primera vuelta siete partidos ganados contra rivales de peso como el Liverpool, al que goleó por 3-0, y dos empates del que salió la importante igualdad con el Tottenham a cero goles, que los colocaban en el tercer puesto finalizando el 2014, despejando las críticas sobre el trabajo de van Gaal y el mal rendimiento de los futbolistas de renombre contratados.

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Arrancó el 2015 con el empate ante el Stoke City y la reprochable derrota con el modesto Southampton, club que estaba dando la sorpresa en la temporada al pelear los puestos de Champions League con los diablos rojos, siendo el único objetivo del Manchester United al final debido a lo lejano que estaba el primer puesto y lo complicado que era llegar al segundo lugar.

Después de eso volvieron los buenos resultados, aunque sin jugar como los aficionados de los red devils estaban acostumbrados, superando al QPR, Leicester (tomando revancha del 5-3) y el Burnley, y junto con un empate contra el West Ham todo parecía en alza hasta la nueva caída con el Swansea en Gales por 2-1, una nueva derrota que abrió una nueva serie de críticas por el bajo rendimiento de jugadores llamados a ser figuras como Di María, Falcao, Herrera, van Persie y Valencia.

A partir de allí regresó una nueva seguidilla de victorias, seis en total, donde se caracterizaron las de Tottenham por 3-0, y los clásicos contra el Liverpool en Anfield por 1-2 y el partido inolvidable con el Manchester City por 4-2, donde se dio una verdadera muestra de fútbol del Manchester United, y la que muchos han catalogado como la mejor en la temporada.

Pero fue hasta ahí que se dio esa muestra de excelente juego, pues con la derrota ante el Chelsea vinieron otras dos caídas consecutivas contra rivales jamás imaginados. La primera con el Everton en Goodison Park con goleada de 3-0 en una tarde de pesadilla, y luego una noche para el olvido con el West Bromwich por la mínima diferencia en Old Trafford, lo que alejó al club del tercer puesto a tal punto de casi perder su lugar en la Champions League con su perseguidor, el Liverpool.

En las últimas jornadas ya no se volvió a ver buen fútbol en el cuadro rojo de Manchester. La sufrida victoria ante el Crystal Palace por 1-2 y el emocionante empate con el Arsenal a un gol lo clasificaron a la fase previa de la UEFA Champions League, regresándolo a dicha competición después de un año de ausencia y llegar con tranquilidad a la última jornada en la que se esperaba un final feliz, pero terminó siendo una despedida amarga con una igualdad sin goles con el descendido Hull City.

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El Manchester United terminó en la cuarta posición con 70 puntos producto de 20 victorias, diez empates y ocho derrotas, con 62 goles a favor y 37 en contra, siendo uno de los clubes menos goleadores de los equipos grandes de Inglaterra.

La Capital One que se fue a la basura antes de tiempo

Las derrotas del Manchester United en la temporada fueron relevantes, en especial una en el inicio de la campaña cuando el equipo estaba en plena construcción, sin ningún fichaje retumbante y con la implementación de la táctica nueva de van Gaal.

Fue así como el 26 de agosto del 2014 se convirtió en el peor día de la historia del equipo en sus últimos años, como si hubiera regresado en el tiempo a las viejas épocas del descenso a la segunda división, pues cayó contra el club menos pensado por los conocedores del fútbol, una institución de la Football League One llamado Milton Keynes Dons que le dio una paliza en su casa a los diablos rojos aplastándolos por 4-0 y dejando perpleja a la afición roja, que solo podía contemplar cómo un grupo de jugadores desconocidos por todo el mundo le anotaba al tres veces campeón de Europa.

Esa goleada fue escandalosa en varias partes del mundo, que vieron desde ese momento los problemas del Manchester United en sus líneas y que van Gaal no estaba reparando. Esa derrota se convirtió en la base de los tantos errores garrafales que sufrieron los red devils en cada partido disputado, sin importar el rival y la competición.

Reuters

Otra FA Cup que se dejó pasar

Como el Manchester United no jugaba competiciones europeas, la irregularidad en la Premier League y la temprana eliminación en la Capital One, las esperanzas e ilusiones de alegrías en la afición se concentraban en la FA Cup, un campeonato que el equipo no ganaba desde 2004.

El camino inició en Huish Park, venciendo al Yeovil Town por 2-0 en un partido donde el primer tiempo fue aburrido pero en la parte complementaria aparecieron las anotaciones de Herrera con un golazo y de Di María para definir la complicada serie.

Después fue el encuentro con el Cambridge United, club de la cuarta división que hizo un gran juego en su casa al igualar a cero goles y dejar en ridículo a los dirigidos por Louis van Gaal que no lograron vencer a un equipo tan humilde como este, y solo fue en el encuentro de desempate donde apareció el poderío de los rojos con una goleada de 3-0 con tantos de Mata, Rojo y Wilson.

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Los problemas no se desvanecieron, y el examen con el Preston North End, de la Football League One, se hicieron más evidentes en Deepdale con el gol de los locales a los 47 minutos, y la reacción tardía de los diablos rojos en el 65 con Herrera, Fellaini en el 72 y Rooney en el 88 para ganar un partido que tuvo dificultades para ellos de inicio a fin.

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El camino del Manchester United en la FA Cup acabó en su casa en la sexta ronda ante el campeón actual, el Arsenal, por marcador de 1-2 en un juego emocionante donde los red devils jugaron bien pero no pudieron sacarle un empate a un club que posteriormente se coronó como ganador en Wembley.

Un Dream Team que jamás brilló

La clave de la irregular temporada del Manchester United fue el mal momento de sus jugadores, en especial de los más importantes que estaban y los que llegaron al club pedidos por Louis van Gaal.

Los fichajes más caros fueron los de Di María, Herrera, Blind, Shaw, Rojo y Falcao, y los seis sumaron 195 millones de Euros, pero debido a las lesiones, momento deportivo bajo y el buen rendimiento de otros jugadores los fueron relegando al banco de suplentes.

Eso fue lo que le pasó a las estrellas Ángel Dí María y Radamel Falcao. El argentino llegó como el fichaje más costoso cobrado por el Real Madrid a un club inglés y terminó siendo suplente de Ashley Young al no rendir como el técnico deseaba, aunque se convirtió en el máximo asistidor del equipo con diez pases a gol, además de ser el cuarto en la Premier League por encima de jugadores como Eden Hazard del Chelsea. Con el colombiano, las cosas no fueron beneficiosas, pues siempre tuvo el apoyo de la afición pero nunca les respondió como el goleador que fue en España o Portugal, anotando solo cuatro goles en 29 juegos disputados, siendo suplente de Rooney, van Persie y hasta del juvenil James Wilson en ocasiones, lo que al final se convirtió en su pase de regreso al Mónaco al concluir su préstamo de 11 millones de euros.

Herrera y Blind fueron futbolistas que, en las últimas jornadas, dieron actuaciones determinantes en varios partidos, como fue el español, quien anotó seis goles en 26 encuentros, y el holandés al ser una pieza clave en el lateral izquierdo y el medio campo, acompañando a Fellaini y Carrick.

Rojo y Shaw se vieron perjudicados por las lesiones también, sobre todo el inglés, quien empezó la temporada con un golpe, y el argentino fue rotando entre la titularidad y la suplencia luchando por el puesto con McNair, Jones y Evans.

A mitad de temporada llegó Víctor Valdés al equipo como agente libre, y solo debutó en las últimas dos fechas por la lesión de David De Gea; sin embargo, se le vio muy bien bajo los tres palos respondiendo de la mejor manera, aunque tiene problemas con el rechazo de balón, pero se puede decir que hay un guardameta de recorrido y títulos en el Manchester United.

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Sin títulos, pero con la fase previa de Champions League

Desde el 2006, el Manchester United no se iba de una temporada sin levantar algun trofeo, y con Louis van Gaal ocurrió eso, un técnico hecho para ganar títulos, con jugadores acostumbrados a ser campeones y sin jugar un torneo internacional durante la campaña.

La Premier League, la Capital One y la FA Cup, campeonatos que eran los objetivos propuestos a comienzo de la campaña, no se lograron y en ambos no se llegó a una instancia más importante que la hecha.

De todo esto solo se consiguió una cosa, que fue volver a las competiciones europeas con la clasificación a la fase previa de la Champions League, una ronda que el Manchester United no jugaba desde 1998 cuando la disputó con el ŁKS Łódź de Polonia, en lo que fue una temporada inolvidable para los aficionados de los red devils.

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En ese orden de ideas, y viendo todo lo que ocurrió en la actual campaña, se podría decir que lo que pasó es la piedra inicial de un equipo que tiene el ambicioso proyecto de volver a la cima del fútbol mundial, de ser el protagonista de los torneos que juega y de tener a los jugadores más valiosos del mundo.

En la temporada 1998/1999, el Manchester United inició con la fase previa de una Champions League que ganó posteriormente en el cuadruplete obtenido en ese entonces, así que no sería raro que, con un buen grupo de futbolistas, un sistema ratificado en todos los juegos y el apoyo incondicional de la afición, se volviera a ver esa hazaña.

MUFC