Argentina completó su preparación para la Copa América con un fácil y poco trabajado triunfo ante Bolivia. Los bolivianos se vieron superados en todas las fases del juego, y fueron meros espectadores de la diversión de los jugadores argentinos, que practicaron un fútbol combinativo poco habitual en ellos, y que regalaron cinco goles a los aficionados que abarrotaron el San Juan de Bicentenario.

Gerardo Martino planteó un partido con un pivote de contención -Gago- y otro de distribución -Banega-, ambos detrás de una línea de tres formada por Di María, Pastore y Lavezzi que escudaban al único punta, Agüero. Pastore estuvo muy activo durante la primera mitad, bajando a recibir la bola casi a la altura de Banega y Gago, para subir con ella y crear espacios para que Di María corriese desmarcado. Precisamente el centrocampista del Paris Saint-Germain fue el que más se esforzó, consciente de que será -casi con toda probabilidad- el gran damnificado en la titularidad cuando regrese Lionel Messi. El otro jugador del club parisino, el Pocho Lavezzi, estuvo menos participativo en ataque que el resto de sus compañeros en esa línea. Pastore acabó diluyéndose con el paso de los minutos.

(Foto: Argentina)

Desde muy pronto, la albiceleste se hizo con el control del esférico, y no lo soltaría hasta el pitido final. Bolivia esperaba atrás bien repleagada, pero sólo era cuestión de tiempo que los locales abriesen el marcador. Otamendi dispuso de una buena oportunidad al rematar de cabeza un saque de esquina, pero se perdió por muy poco. Di María recortó a Rodríguez hacia dentro y chutó desde fuera del área, pero Quinonez estuvo bien situado abajo y atrapó sin problemas el flojo disparo.

Los de Mauricio Soria apenas podían pasar del centro del campo, y lo más que hicieron fue un tiro de Escobar desde lejos que no alcanzó puerta. Antes de llegar a la media hora de juego, la insistencia tuvo premio por medio de Di María: el extremo del Manchester United recibió en la frontal, controló y disparó cruzado, poniendo la pelota en la esquina inferior izquierda de la portería, inalcanzable para el guardameta boliviano. Apenas cinco minutos después, Agüero ampliaría la ventaja local de penalti.

(Foto: Argentina)

El festín continuó, y el propio delantero del Manchester City redondeó seis minutos de ensueño con el tercer tanto, llegando desde atrás y adelantándose a toda la defensa en el área pequeña, metiendo el pie para empujar un centro desde la derecha. El partido estaba finiquitado, y Bolivia no podía más que verlas venir.

El Tata aprovechó para dar minutos a otros jugadores y probarlos. Lucas Biglia no pudo tomar parte en este choque debido a molestias musculares, pero la amplia plantilla de seleccionados daba al técnico muchas opciones donde elegir. Al descanso, cambió a Romero por Guzman en portería, y, más adelante, empezó el carrusel, en el que entraron Casco, Demichelis, Lamela e Higuaín. El eje del centro del campo, contrariamente a lo que se podía esperar, no varió, pero el juego directo de ataque sí se vio afectado por las nuevas piezas. Higuaín estuvo fallón e impreciso, y apenas pudo poner en aprietos a la zaga verde. Por su parte, Lamela acusó su falta de actividad en el Tottenham a lo largo de esta temporada, y tampoco pudo tener relevancia alguna en el juego.

Fueron los mismos dos hombres de antes, Agüero y Di María, los que finiquitaron el duelo y sellaron la manita. El Kun recortó a Hurtado dentro del área y disparó cruzado, batiendo al portero y firmando su hat-trick. El Fideo marcó el quinto y último desde el punto de penalti, adivinando Quinonez la dirección, pero no pudiendo impedir que la trayectoria alcanzase su objetivo. Pastore también quiso sumarse a la fiesta con su gol, y probó fortuna desde lejos, pero no encontró portería. El marcador quedaría tal cual estaba.

(Foto: Argentina)

El seleccionador de Bolivia también aprovechó para cambiar piezas, pero no el sistema, ya que solo deseaba que el partido finalizase y parase la lluvia de goles. El dúo protagonista no quiso apretar más y se dedicaron a ir andando sobre el campo, y Martino tampoco quiso cambiarlos. Agüero cedió todo el peso atacante a Higuaín, pero El Pipita no pudo ayudar a su equipo más que con un par de carreras con las que no fue capaz de irse de su defensor, y con un tiro a puerta que respondió el cancerbero boliviano con una buena mano. La nota negativa del partido la puso el propio Di María, que se retiró con molestias y gestos de dolor a falta de veinte minutos para el final del mismo.

Argentina no quiso hacer más sangre, y el público de San Juan ovacionó a los hombres de Martino, que llegan en plena forma a la importante cita del fútbol sudamericano. Cuatro piezas importantes quedan aún por llegar, como son los casos de Messi, Mascherano, Tévez y Pereyra, que se encontraban jugando la final de la Champions League con sus respectivos clubes. Al menos los dos primeros serán titulares en la Copa América, por lo que Martino habrá de tocar el once que le ha dado tan buen resultado en este choque contra Bolivia. La albiceleste es favorita y está lista. Se acabaron las pruebas. Llegó el momento de tener una cita con la historia y ganar un campeonato que no logran desde hace 22 años. Ahora tienen una oportunidad perfecta.