La obra culmen de Lucien Favre. Tras salvarlo del descenso, meterlo en fase previe de Euroa League y asentarlo entre los clubes más importantes de Alemania. Tras todo esto, Favre logró este año completar su obra culmen. Una obra que empezó fuerte, con el equipo batiendo el record de partidos invictos de aquellos fohlenelf míticos, y que, tras un breve parón, tocó su cima accediendo de manera directa a copar un puesto en la próxima Uefa Champions League de manera directa. El Gladbach de Herrmann, de Xhaka, de Kruse o de Raffael, pero sobre todo, el Gladbach de Favre. Los fohlenelf vuelven a ser un grande de Alemania.

Agrias despedidas de pronta solución

La temporada se iniciaba en verano, donde el Monchengladbach tuvo que hacer frente a dos despedidas dolorosas. Dos verdaderos buques insignia de los últimos tiempos en el equipo renano decían adiós, motivados, eso sí, por razones bien distintas. Posiblemente de las dos marchas la más afectiva fue la del cancerbero Marc-André ter Stegen. A pesar de su corta edad, uno de los jugadores más queridos por la grada y bastión en los últimos tiempos de la meta potra, daba un paso en su carrera fichando por el Barcelona, despidiéndose por última vez de su hinchada entre lágrimas y sollozos. La otra gran pérdida fohlenelf fue el capitán venezolano Juan Arango. A sus 34 años, el ex del Mallorca abandonaba el que ha sido el club de su vida tras no renovar contrato, firmando su dulce retiro de la primera plana con el club Tijuana de México.

Obacionado y entre lágrimas, ter Stegen se despedia del club de us vida | Imagen: Sky.sports

Dos verdaderos buques insignia de los últimos tiempos en el equipo renano decían adiós

Como en todo club donde se hacen bien las cosas, el director deportivo del Gladbach Max Eberl no tardó ni un segundo en suplir las bajas y confeccionar un nuevo equipo, y los fichajes no se hicieron de esperar. Una apuesta fuerte por parte de los potros con hasta cinco caras nuevas de relumbrón, empezando por el prometedor meta suizo Yann Sommer y el jugador revelación André Hahn, encargados ambos de suplir a ter Stegen y Arango. Dos magníficos fichajes a los que se les sumaron el polifacético lateral estadounidense Fabian Johnson, el dinámico y explosivo Ibrahima Traoré y el prometedor Thorgan Hazard, este último en calidad de cedido por parte del Chelsea, que en invierno, pasaría a convertirse en jugador del Monchengladbach.

En definitiva, fichajes importantes que sumados al bloque de la anterior temporada, el cual permaneció prácticamente intacto, formaban un equipo con serias aspiraciones para pelear por las tres competiciones.

Hito histórico

El buen hacer en el mercado veraniego por parte de los potros, permitió a Favre arrancar la temporada con prácticamente toda la plantilla metida en la dinámica del equipo y a su disposición. Un inicio de temporada 2014/15 que estuvo marcado por las rondas previas de clasificaciones coperas, en las que los potros arrancaron como un tiro, superando con facilidad los escoyos de FK Sarajevo (Europa League) y FC Homburg (DFB Pokal). Culminadas ambas clasificaciones, el Gladbach inició su andadura en la Bundesliga algo dubitativo, pues únicamente fue capaz de sumar tres empates y una victoria en los cuatro primeros partidos ligueros.

Pese a los empates, los chicos de Favre mostraron grandes sensaciones desde el inicio. El proyecto continuista del técnico suizo hacía del Gladbach un equipo con las ideas muy claras y un sello de identidad definido, donde los nuevos (Hahn, Traoré, Hazard, Sommer) entraron rápidamente en el ritmo del equipo. Fue entonces cuando, de la mano de una pareja Hahn-Herrmann a un niel de forma esplendoroso, escoltados debidamente por la pareja Xhaka-Kramer en el medio, el Monchengladabach empezó a ganar.

18 encuentros seguidos sin conocer la derrota, superando la anterior marca de los históricos fohlenelf de los años 70

14/18 puntos posibles, en una racha que, sumados los encuentros en Europa y otro de Copa, quedó y quedará marcada para la posteridad en la historia potra, pues supone el mayor registro de partidos consecutivos sin perder del Monchengladbach en toda su historia. Nada más y nada menos que 18 encuentros seguidos sin conocer la derrota, superando la anterior marca de 17, cifrada por los históricos fohlenelf de los años 70, subcampeones de una Liga de Campeones y campeones de dos Copas de la Uefa, cinco Bundesligas y una Copa Intercontinental.

Entonces llegó el partido frente al otro Borussia, el vecino de Dortmund. Un partido donde ambos cuadros llegaban en posiciones bien distintas, y el cual acabaría decantándose por un detalle. Kramer, en una acción incomprensible, cedió un balón fatídico para Sommer que se coló por encima del meta suizo. Una de las imágenes que más se recordaran en este 2014 en la Bundesliga, la cual acababa con la racha positiva, dando comienzo a otra bien distinta. 7/21 puntos posibles desde el mes de noviembre hasta el final de la primera vuelta, que hicieron a los pupilos de Favre descender hasta la cuarta posición, en la que acabó el año 2014.

Punto y aparte

Tras la amarga despedida de 2014, y la posterior concentración en Belek (Turquía), las sensaciones al inicio de 2015 no fueron excesivamente halagüeñas. Cierto que el equipo comenzó ganando, sí, pero no con lo frescura de meses atrás. Pese a las numerosas rotaciones de Favre, la limitación de la plantilla en ciertos sectores del campo (como el mediocentro) era evidente, y el cansancio que conllevaba seguir vivo en las tres competiciones empezó a hacer mella. Durante este primer tramo de año los resultados fueron bastante buenos (tres victorias y una derrota), pero no así el juego potro, que se volvió lento, previsible y ramplón. Así, el Monchengladbach se desharía de Stuttgart, Friburgo y Colonia por la mínima, cayendo derrotado únicamente por un simplón Schalke.

El equipo ganaba, sí, pero no con lo frescura de meses atrás

Superada la vuelta del parón, llegaría uno de esos momentos que acabó suponiendo un antes y un después en la temporada del Gladbach. En los octavos de final de la Europa League, los de Favre se verían las caras con el todopoderoso Sevilla (a posteriori campeón del certamen), en un duelo terrible para ambos equipos. Los germanos, pese a mostrarse superiores durante gran parte de la eliminatoria, acabarían enterrando el hacha de guerra en un épico choque en el Borussia-Park. Contrariamente a lo que cupiera pensar, esta eliminación de Europa supuso una terrible liberación en los chicos de Favre, que ya no cesarían de ganar y ganar.

Renacimiento esplendoroso

Sin choques inter-semanales de por medio, la plantilla poco a poco se recuperó, arrancando una de sus rachas más brillantes de la última década. Un total de nueve victorias por dos empates y una derrota. Números que ya de por sí son impresionantes, pero que se convierten en espectaculares si dentro de esos nueve triunfos incluimos a rivales como Bayern de Múnich, Borussia Dortmund, Wolfsburgo o Bayer Leverkusen. Nadie absolutamente fue capaz de tumbar a los renanos.

Mandón, intenso, preciso y enormemente activo, Xhaka brilló como nunca en la dirección del GladbachTan sólidos atrás como siempre, concentrados y con una mortalidad cara a gol terrible, varios fueron los nombres que destacarían en esta fase de la temporada. El primero de ellos, el suizo Granit Xhaka, quien, en su segundo año en Monchengladbach, por fin terminó de despegar. Mandón, intenso, preciso y enormemente activo, brilló como nunca en la dirección del Gladbach. Además, un Herrmann inspiradísimo y unos grandes Kruse y Raffael, acabarían permitiendo al Borussia Monchengladbach acabar la temporada en la tercera posición, o lo que es lo mismo, en puestos de acceso directo a Champions League. Finalmente la noticia se confirmaría: el mejor Borussia Monchengladbach está de vuelta.

Agridulce Europa

La gran temporada 2013/14 permitió a los potros jugar Europa en la presente temporada. Por primera vez desde el año 2012, donde, liderados por los Reus, Arango, Dante y compañía, el Gladbach obtuvo el pase para la Fase Previa de la Liga de Campeones, el Gladbach regresaba a Europa. Superada la fase previa frente al Sarajevo, el sorteo fue bastante benevolente para los intereses del equipo, encuadrándolo en un grupo sencillo a primera vista, junto a Villarreal, Apollon Limasol y Zúrich. Un grupo en el que españoles y alemanes partían con gran ventaja, y en donde, salvo sorpresa, se batirían por la primera plaza.

Tres victorias y tres empates, en una trayectoria europea impoluta de los potros

Hubo que esperar hasta la última jornada, pero aun así, los pronósticos terminaron por cumplirse. El Gladbach avanzó a dieciseisavos, y no de cualquier forma, sino como primero de grupo. Tres victorias y tres empates, en una trayectoria europea impoluta de los potros, la cual les ha devuelto, por méritos propios, a la primera escena europea.

Entonces llegaría la fase de dieciseisavos, con un choque trascendentalísimo. Un enfrentamiento a cara de perro ante un Sevilla de menos a más. En la ida, disputada en Sevilla, el Gladbach arrancó mejor, pero acabó sucumbiendo ante un Sevilla más enérgico, que supo como controlar a unos cansados potros. En la vuelta, disputada en Alemania, el Borussia Monchengladbach brilló, pero acabó muriendo en la orilla. Una ocasión tras otra, los potros chocarían ante el portero, la defensa y su mala suerte, hasta que Vitolo, con el Gladbach totalmente volcado, cerraría el pase. Adiós agridulce que eso sí, no evitó la sonada ovación de la grada a un equipo que lo había puesto todo en el verde.

Imagen: bundesliga.de

Jugador del año: Patrick Herrmann

Como siempre resulta injusto destacar a un jugador individual dentro de un deporte colectivo, y más si tenemos en cuenta el estupendo hacer de todo el equipo en líneas generales, pero es que este ha sido el año de Herrmann. Tras varias temporadas apuntando muy alto, el extremo por fin se ha desatado. Y es que, a sus innegables condiciones (desborde, velocidad, dribling), Herrmann ha sumado este año una trascendencia a su juego impresionante.

Un partido tras otro, sus goles y asistencias se han traducido en puntos reales para los potros, que han tenido en el germano a su auténtico desatascador. 16 goles y 7 asistencias es un legado que habla, y muy bien, de la temporada de Patrick.

Jugador revelación: Granit Xhaka

Llegó a Monchengladbach con un gran cartel y, tras un buen primer año, Xhaka ha abierto el bote de las esencias. Carácter, garra, calidad, liderazgo, control, técnica… todo lo que se puede pedir de en un mediocentro total, que ha sido capaz de armarse de valor y ser el faro sobre el que gira todo el equipo. Tal ha sido su año, que ya pocos dudan de que nos encontramos ante uno de os tres mejores mediocentro de la liga en la actualidad.

De confirmarse su continuidad en el club (ha sonado para varios grandes del continente), el Monchengladbach no gastarán ni un segundo en lamentar la marcha de un Kramer que este año siempre pareció esta un pasito por detrás del suizo.

Jugador decepción: Havard Nordtveit

Cierto que las expectativas puestas sobre el noruego a principio de temporada no eran excesivamente altas, pero en una plantilla donde prácticamente todos han crecido con el paso de los partidos, el mediocentro parece algo estancado. Desde su llegada al club hace ya cuatro años, las expectativas sobre Nordtveit siempre fueron altas, pero su escaso crecimiento en los últimos tiempos ha apagado la esperanza puesta sobre él.

Pese a ser el primer recambio para el eje de mediocentros este año, su pobre bagaje de minutos no habla excesivamente bien de un Nordtveit, que siempre dio la sensación de estar varios escalones por debajo de sus homólogos. Con la marcha de Kramer, el año que viene Nordtveit tendrá la oportunidad de dar ese paso adelante que tanto tiempo llevan esperando por Monchengladbach.