Se subirá el telón del fútbol en Inglaterra con nada más y nada menos que un derbi de Londres, entre el Chelsea, campeón de la Premier League y el Arsenal, campeón de la F.A. Cup. El escenario para este encuentro será el mítico Wembley, un lugar mágico para una de las batallas entre técnicos más importantes de los últimos tiempos.

El inicio de la batalla

Las primeras declaraciones algo subidas de tono vinieron de parte de Arsene, quien apenas llegó Mourinho a la Premier se mostró incómodo por la personalidad del portugués tanto dentro como fuera de los terrenos de juego.

Foto: Zimbio.com

La primera crítica pública llegó de parte del estratega gunner, en febrero de 2005, cuando criticó al sistema de la cantera blue. "No veo que el Chelsea forme a más jugadores ingleses que nosotros, de su cantera sólo surgió Terry, ningún otro". Esta crítica no tuvo respuesta por parte de Mou, luego, en agosto del mismo año Wenger atizó de nuevo. "Sé que vivimos en un mundo donde sólo hay ganadores y perdedores, pero cuando el deporte premia a un equipo que se rehusa a tomar la iniciativa, el propio deporte se pone en peligro" aseguró.

Desde esa última declaración empezó la guerra dialéctica entre los dos entrenadores, Mourinho, en octubre respondió lo siguiente: "Wenger tiene un serio problema con nosotros y yo creo que es lo que llaman acá en Inglaterra como voyeurismo. Él es alguien a quien le gusta mirar a otras personas. Hay algunos tipos que, cuando están en casa, tienen este gran telescopio para mirar en casa ajenas y ver qué está sucediendo. Wenger debe uno de ellos. Es enfermizo"

Esas declaraciones de Mourinho fueron el detonante de una batalla en los micrófonos desde ese momento.

Guerra futbolística

Estos dos técnicos, con estilos muy diferentes, han estado muy cerca en cuanto a la formación empleada con más regularidad, ambos suelen variar del 4-3-3 al 4-2-3-1 sin muchos problemas. Aunque les acerca su esquema, sus filosofías los ponen en extremos completamente opuestos y bien marcados.

El estratega frances concibe el fútbol como un poema, privilegia la forma al fin, acepta la derrota con tal de en el camino haber sido el del juego más puro, más elegante, el pragmatismo de acariciar a la pelota y de juntar "jugones" en el centro del campo para que el buen trato al esférico sea el bastión de su conjunto.

Por otro lado el técnico portugués hace que sus equipos partan desde una sólida base defensiva, su idea principal es que si no recibe goles tiene la mitad del trabajo hecho. En los entrenamientos del portugués se puede pasar toda una semana trabajando los movimientos de líneas y curvas, los sistemas tácticos que emplean los conjuntos para defender mejor, para Mou el talento de sus jugadores en ataque siempre va a brillar cuando el equipo les acompañe y no tengan fisuras defensivas, no por esto quiere decir que sea un entrenador que se encierra, si no más bien, un estratega con una filosofía diferente, pero igual de valida y de los más exitosos del planeta.

Una rivalidad desde hace mucho tiempo. (Foto:Zimbio.com)

El encuentro del domingo en Wembley será sin duda otra lucha entre dos grandes equipos, pero siempre habrá que tener un ojo en las zonas técnicas, esta rivalidad se ha intensificado tanto que pasó de sólo dialéctica a empujones en la última campaña.

El encuentro tiene todo para ser un partidazo, además de el morbo de estos dos entrenadores, cabe recordar que en más de una decena de encuentros, Wenger nunca ha ganado un partido a José Mourinho, situación que el técnico portugués quiere mantener así este domingo.