1946. La Segunda Guerra Mundial ya había llegado a su fin. Todos los países contendientes procuraban reconstruir aquellas infraestructuras que la guerra había echado a perder. Una de ellas era la Football League. Era la segunda temporada en tiempo de paz, pero la primera con la estructura anterior al armisticio.

La temporada 1946-47 sería recordada por el duro invierno. Uno de los peores inviernos asoló las Islas en 1947, lo que provocó que la liga debiese alargarse hasta junio. Solo hay que revisar esa temporada en la escuadra del Stoke City para comprobar que solo pudieron jugar dos partidos en enero. Más dura es la comparación con diciembre, ya que se jugaron seis partidos.

La primera temporada de la Football League tras la guerra no empezó para bien para los potters. Siete años después, era necesario remontar. El técnico, Bob McGrory anunció una plantilla de 45 jugadores, 19 de ellos eran aficionados, pero realmente solo utilizó a 22. Un único punto fueron capaces de obtener en las cuatro primeras jornadas. El partido inaugural ante el Charlton Athletic en Victoria Ground, el antiguo estadio del Stoke City, acabó en empate a dos.

Las sesiones de entrenamiento a tiempo completo empezaron a deparar sus frutos en la quinta jornada. A partir de ahí, arrastraron una racha de seis victorias consecutivas. Entonces, la temporada comenzó a deambular entre victorias, empates y derrotas. Solo fueron capaces de ganar al Liverpool y al Manchester United en casa, pero ante el otro aspirante al título, los wolves, con sendas derrotas por tres a cero.

Pero si fueron capaces de ganar a otros conjuntos competitivos de la liga. En casa del Preston North End ganaron por tres goles a uno mientras que en el primer partido frente al Sheffield United, en casa, obtuvieron una victoria contundente (tres goles a cero). También le ganaron al Everton, el último ganador de la First Division siete años antes.

Adiós al habilidoso extremo

No obstante, el problema que arrastraban Stanley Matthews y Bob McGrory no le sentó bien al equipo de Stoke-on-Trent. McGrory quiso que Matthews accediese a jugar con el equipo reserva para probar su estado de forma tras su lesión en la rodilla, a lo que el internacional se negó. Eso le ocasionó constantes entradas y salidas al banquillo.

El jugador pidió el traspaso del Stoke City a otro club, ya que no podía con la disciplina de McGrory y sus escasos minutos en el campo. El jugador aceptó marchar al Blackpool, que esa temporada acabaría quinto en la tabla. Pero el club le impuso una condición: que no se podía anunciar hasta final de temporada, para no desestabilizar a la escuadra que luchaba en esos momentos por el entorchado de la First Division.

Pero, a pesar de ello, horas después aparecía en la prensa el movimiento que haría el jugador hacia el equipo de, por entonces, Lancashire. El 10 de mayo de 1997, tras el Gran Bretaña contra el Resto de Europa, Stanley Matthews se marchaba al Blackpool por 11.500 libras. Restaban tres jornadas para el final de la liga y el club perdía a unos de sus mayores activos y al, que en unos años, sería el primer ganador del Balón de Oro, antes conocido como Futbolista Europeo del Año.

Llegaba la jornada 40 de la First Division (cabe recordar que en esos momentos las distintas divisiones de la Football League se componían de 22 equipos). Y acontecía el primer descalabro en la lucha por el título tras un empate sin goles en el Victoria Ground frente al Sunderland. El Stoke City venía de una gran racha tras siete victorias consecutivas y una de ellas fue frente al que sería el equipo de Matthews.

La siguiente jornada sería más exitosa para el club de Midlands del Oeste. El conjunto de The Potteries viaja a Birmingham para enfrentarse al Aston Villa. Villa Park se convirtió en el escenario que dejaría la clasificación al rojo vivo con el gol de Mountford ante 32.000 aficionados. La liga se resolvería entre tres equipos: Wolverhampton Wanderers, Liverpool y Stoke City. A pesar de quedar segundo, el Manchester United no tenía posibilidades de alzarse con el trofeo.

Stanley Matthews con la clásica camiseta del Stoke City. Fotografía: World Soccer Shop.

No se pudo

Jornada 42 de liga, 31 de mayo de 1947. El Liverpool era el último entre los tres contendientes al campeonato de liga mientras que el Wolverhampton Wanderers era el primero. Pero las posiciones se revertieron. Dos goles en la primera mitad a cargo Jack Balmer y Albert Stubbins le dieron la victoria a los reds, ya que el gol de Jimmy Dunn en el 65 para los wolves no sirvió para nada.

Jornada 42 de liga, 12 de junio de 1947. El Stoke City tenía una oportunidad espléndida de alzarse con su primer y único título de liga. 10.000 aficionados se trasladaron a Sheffield para apoyar a su conjunto. 20.000 gargantas apoyaban al equipo local, que se llevó la victoria por dos goles a uno, acabando con la única oportunidad de los potters de ganar un trofeo de liga.

Finalmente, el Liverpool consiguió su quinta liga tras 24 años de sequía. Los diablos rojos adelantaron en la clasificación a los lobos por la diferencia de goles, que fue de nueve milésimas. El Stoke City acabó cuarto. El verdugo de los potters consiguió con esa última victoria la sexta posición en la tabla.