Tim Sherwood se ha caracterizado por se un actor de reparto en el mundo del fútbol. El londinense se convirtió en un mediocentro perfecto para los delanteros debido a sus grandes habilidades con el esférico en los pies y su gran precisión a la hora de asistir a sus compañeros. Jack Walker, propietario del Blackburn Rovers, comentó ante una posible oferta sobre Zidenine Zidane: "¿Traer a Zidane? ¿Para qué? Ya tenemos a Sherwood".

Un protagonismo que también se le ha caracterizado en su precoz etapa como técnico donde ha sido capaz de alimentar el alma, y volver a hacer música precisa para los oídos de los amantes del fútbol, de delanteros que perdieron ese hambre goleador que les caracterizaba y por el que consiguieron ser ídolos ante sus respectivas hinchadas. Los casos más claros de esta asistencia de gol de una manera más psicológica han sido Adebayor, en su etapa en el Tottenham, y Benteke.

Inicios como jugador

Sherwood debutó como futbolista profesional en el Watford un 12 de septiembre de 1987 ante el Sheffield Wednesday en un partido que se correspondía a la cuarta división del fútbol inglés. Categoría donde militó el centrocampista dos temporadas -con un balance de 32 partidos y un total de dos goles- hasta que en el verano de 1989 puso rumbo a Norfolk para unirse a la plantilla del Norwich City.

Foto: Daily Mail.

La madurez futbolística dio sus frutos en su nueva andadura y los medios comenzaban a hablar de un jugador prometedor. La afición le quería y él mostraba su lado más goleador. Tres temporadas le sirvieron para que un 'grande' se fijará en sus virtudes como jugador. Los 71 partidos y los diez goles hicieron que el Blacburn Rovers se hiciera con los servicios del futbolista.

La apuesta personal de Kenny Dalglish

Kenny Dalglish no tuvo dudas sobre Tim Sherwood. Era su hombre. La apuesta parecía conducida al fracaso ante la dificultad del centrocampista a adaptarse a los entrenamientos y al estilo de juego que se impartía en el Blackburn Rovers. Un hecho que retrasó su subida al primer equipo y que comenzó a preocupar a la directiva.

Sherwood se convirtió en el capitán de los rovers

Sin embargo, poco a poco sus cualidades hicieron mella y comenzó a entrar en los planes del técnico. De esta forma fue madurando en su juego y logró ese equilibro que buscaba la entidad de Ewood Park. Al final, el londinense logró hacerse con la capitanía del equipo y guió al equipo al subcampeonato liguero en la temporada 1993-1994.

A la orilla del éxito en la Copa de la Liga

Su siguiente paso en el sendero fue el norte de Londres, precisamente en el Tottenham -pese a que el jugador era reconocido admirado del Arsenal-. La oferta de 3m de libras no fue rechazada y el centrocampista volvió a 'casa' para dar un paso más en su carrera.

El Blackburn Rovers se impuso al Tottenham en la final de la Copa de la Liga

No tuvo el paso deseado, ya que no se convirtió en un fijo como esperaba. El jugador se había convertido en el jugador 'doce' de la plantilla. Eso sí, estuvo a punto de conseguir su primer título, sin embargo sus antiguos compañeros en el Blackburn se interpusieron en el camino para hacer que el inglés se conformara con la medalla de subcampeón.

Empero, una fuerte discusión con Glenn Hoddle, gerente del equipo, le abrió la puerta de salida y automáticamente el jugador fue declarado transferible. Una discusión que comenzó tras unas declaraciones del propio gerente confirmando que Sherwood no jugaría más con los spurs.

Portsmouth y Coventry City para terminar su carrera

Su inicio en el equipo pompeyo fue inmejorable siendo considerado como pieza clave y un ídolo entre los aficionados. Su excelente visión guió al equipo a quedar en la primera posición en el campeonato. Su rendimiento fue regular con el paso del tiempo y su buen fútbol hicieron que siguiera siendo fijo en las posteriores temporadas.

Las lesiones aceleraron su retirada

Sin embargo, en el verano de 2004 el jugador se convirtió en jugador libre marchándose al Coventry City. Una etapa final marcada por las continuas lesiones y la mala química con la afición.

Desde una perspectiva más exterior

Pese a una salida tosca, el Tottenham fue la llave de acceso al mundo de los banquillos para Sherwood. En primer lugar como asistente de Harry Redknapp y posteriormente como técnico del equipo U-21. Un momento dulce ya que consiguió que los spurs se convirtieran en uno de los equipos a batir en la competición sub-21. Sin embargo, en el partido decisivo cayeron ante el Manchester United dando la competición a los red devils.

Tras una mala temporada de Villa-Boas al mando del primer equipo, Sherwood tomó las riendas para buscar voltear la situación. Una andadura que comenzó con una derrota frente al West Bromwich Albion por 2-1 en la quinta ronda de la competición.

Tras salvar la situación con una excelente sexta posición y una renovación unos meses atrás para 18 meses, Daniel Levy decidió terminar con la relación profesional con el londinense en 2014.

Villa Park volcado con el londinense

Sherwood se atrevió a aceptar el pasado febrero un gran reto al hacerse cargo del Aston Villa en una situación paupérrima con el equipo colista y una fuerte tensión entre afición y directiva. Sin embargo, su confianza en sí mismo y el optimismo que difundió hicieron cambiar el aura de la zona de West Midlands.

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Su juego dinámico, su estilo de juego y su confianza en los jugadores hicieron que el mecanismo volviera a funcionar y que las piezas clave volvieran a ser los mecanismos que movían al equipo. Un éxito que se saldó con la salvación antes de la última jornada y la disputa de la final de la FA Cup, pese al 4-0 encajado por el Arsenal.