Empezado el nuevo milenio, en Gales pocos pensaban que, en 2015 el Swansea City podría llegar a convertirse en una de las revelaciones de la Premier League. Es más, aún menos podrían imaginar que los cisnes serían capaces de ganar una de las copas inglesas y clasificarse por Europa. Quedaba tan lejos… Resultaba improbable imaginarse el equipo que el curso pasado firmó el mejor registro de puntos en la Premier League, emulando los éxitos que logró en la máxima categoría inglesa a principios de los ochenta, en la entonces denominada First Division.

En mayo de 2001, el Swansea City seguía sin levantar cabeza. Sumido en otra crisis deportiva, acababa de perder la categoría, terminando penúltimo en la Football Second Division, la tercera división inglesa, El descenso a la Third Division significaba la vuelta al cuarto peldaño del fútbol británico apenas un año después de un ascenso que de poco había servido a la entidad galesa. Ésta, sin embargo, no perdió su fe, y protagonizó una de las hazañas más esplendorosas que se recuerdan en el fútbol moderno.

Con el veterano Roberto Martínez ejerciendo sus dotes de líder en el centro del campo, y un joven defensor llamado Garry Monk, acabado de aterrizar, el curso 2004-05 sirvió al Swansea City para sumar el primer peldaño de su travesía. Terminaron terceros en la recién estrenada League Two. Apenas tres años después, en 2008, dejaron esa categoría para dar otro paso hacia delante, esta vez rumbo a la League One. El director del proyecto ya era Roberto Martínez, y por sus entrañas pasaron diversos españoles, que contribuyeron a edificar un equipo ascensor que hoy se ha consolidado en la categoría reina. Una división, la Premier League, que alcanzó el Swansea por primera vez en 2011, de la mano de Brendan Rodgers.

De la consolidación en la Premier a soñar en Wembley

Rodgers cambió Swansea por Liverpool en 2012, año en el que cogió las riendas del equipo el danés Michael Laudrup. Con un estilo similar al de Bob Martínez, dotó al Swansea de una personalidad propia. El cisne pasó de ser una anécdota más entre los modestos a irrumpir con fuerza en el panorama, atreviéndose incluso a destronar algunos grandes de los torneos del ko. La Capital One Cup del curso 2011-12 fue precisamente su gran momento.

Mientras en liga las cosas iban rodadas -terminó el curso noveno con 46 puntos-, en la menor de las copas inglesas su andadura fue prácticamente perfecta. Técnicamente, se podría decir que fue perfecta: seis triunfos y un empate en siete partidos. En las dos primeras rondas despachó a Barnsley y Crawley Town, nada especial para un equipo de la Premier. Es lo mínimo que se le exige. En la tercera ronda, el cruce es contra el Liverpool, y en Anfield. Chico y Dyer ponen en ventaja a los cisnes, que no se amedrentan con el tanto de Luis Suárez y finiquitan la eliminatoria con el tercero de De Guzmán, en el añadido. Un golpe de suerte, tal vez.

En cuartos esperaba el Middlesbrough, al que ganaron gracias al autogol de Hines a falta de nueve minutos para el final. De nuevo un final reñido al que el cisne se sobrepone. Sin casi darse cuenta, el Swansea se planta a las semifinales. El rival, el Chelsea. Ida en Londres, vuelta en Swansea. Es un 9 de enero, pero para el Spanish Swansea es día 6, eso es, Día de Reyes en España. El regalo, triunfo por 0-2 con tantos de Michu y Graham, uno en cada tiempo, el segundo en el minuto 92. Cuando más duele. Los cisnes se hacen fuertes en su cancha y aguantan en la vuelta, que termina 0-0. Laudrup y los suyos viajarán a Wembley.

Antes de ese encuentro, que enfrentaría en un marco incomparable al Swansea con el también modesto Bradford, los cisnes, ascensos aparte, apenas acumulaban dos títulos ganados en suelo inglés: los Football League Trophy de 1994 y 2006. En esa competición, hoy extinta, participaban los equipos de las dos últimas divisiones profesionales de la Football League, la League One y la League Two. En la primera de sus dos victorias, el Swansea se impuso al Huddersfield Town en los penaltis, tras un empate a uno en el tiempo reglamentario. En el segundo, los cisnes vencieron por 2-1 al Carlisle United.

Volviendo a inicios del 2013 y a Wembley, el Swansea vivió una de las noches de ensueño en su historia. Tremmel, Rangel, Ki, Williams, Davies, Britton, De Guzmán, Dyer, Pablo Hernández, Routledge y Michu formaron en un once (luego entrarían Monk, Tiendalli y Lamah) que endosó un rotundo 0-5 al Bradford City. Un triunfo inapelable, que quedará para el recuerdo de toda la hinchada de los cisnes, y que catapultó al Swansea a Europa, haciendo posible el debut en la Europa League tras alguna participación en la antigua copa de la UEFA, la última de ellas a inicios de los noventa.

Muchael Laudrup dirigió a los cisnes hacia la consecución de su último título, en 2013. (Foto: Scott Heavey / Getty Images)

De las diez copas galesas a la plantilla actual

Reciente queda en el imaginario ese triunfo en Wembley, pues por lejano que ahora parezca (Manchester City y Chelsea les han sucedido), apenas han pasado dos años y medio desde entonces. La gloria, por lo tanto, permanece reciente. De hecho, parte de la plantilla que logró aquellos éxitos permanece aún. Los retoques en el presente verano han mejorado, a priori, el nivel de la plantilla, lo que permite a miembros del equipo como su propio técnico a presagiar que tienen “la mejor plantilla de la historia del club”. Los refuerzos le permiten ser optimista. “No nos podíamos permitir perder a nadie este verano porque será un curso importante; este club no había tenido nunca estos ingresos que recibirá por la televisión”, celebraba durante esta pretemporada Monk.

¿Y qué puede ser capaz de lograr esta plantilla? Sólo el tiempo lo desvelará. Por lo pronto, de hacer revivir los mejores años de la historia de los cisnes, como por ejemplo los inicios de los ochenta. Al ascenso a la First Division se les unió la consecución de tres copas galesas, competición a la que el Swansea City dejó de participar en 1996 ya que un cambio en la normativa impidió que en ella tomasen parten clubs que jugaran en el sistema de fútbol inglés. En 2011, la Federación Galesa de Fútbol trató de recuperar a los seis conjuntos que quedaron apartados de la misma, pero sólo tres volvieron, quedándose aparte el Colwyn Bat, el Cardiff City y el Swansea City. Los cisnes ganaron esa competición hasta en diez ocasiones, por lo que no hay que descartarlos como candidatos a cualquiera de las dos copas inglesas. Monk lo tiene claro, este equipo está diseñado para soñar.