Hubo un tiempo en el que el fútbol a orillas del río Tyne no sólo era una religión, sino que también aportaba enormes riquezas a la región en forma de trofeos y éxitos sobre el verde de St. James' Park. Sin embargo, hace ya décadas que los aficionados del Newcastle United ven cómo su fe ciega en la camiseta blanquinegra no se traduce en premios por parte de esa divinidad que es el balompié, que unas veces da la gloria y otras tantas hunde sin piedad en la miseria.

Probablemente se cuenten con los dedos de una mano los aficionados que presenciaron el dominio blanquinegro en la Liga cuando el siglo XX apenas daba sus primeros pasos. Únicamente los más ancianos pueden narrar orgullosos las mil batallas ganadas que el Newcastle de la década de los 20 les brindó. Las canas también invaden el pelo de todo aquel que aún recuerda cómo los magpies se convirtieron en el equipo que más veces besó la FA Cup en los 50. Y tras ellos, son muchas las generaciones que ya se han acostumbrado a pertenecer a esa clase media de Inglaterra que sueña con éxitos a la postre utópicos. Nadie les ha enseñado el sabor del champán de los campeones. Sólo saben que se desviven por un club que un día fue gigante para caer después en un letargo que se dilata hasta la actualidad. Así es la historia del palmarés del Newcastle: en blanco y negro, como su camiseta.

La década prodigiosa

Con sus orígenes a finales del siglo XIX, el Newcastle United dio el salto al nuevo centenar de años estableciéndose como uno de los grandes equipos del panorama futbolístico inglés. Los magpies alzaron el primer trofeo de su historia en 1905 tras proclamarse campeones de la Football League, y a partir de entonces dio comienzo la etapa dorada de los blanquinegros.

Foto: anotandofutbol.blogspot.com

Con tres Ligas, una Charity Shield y una FA Cup, los inicios del siglo XX tuvieron un único dueño en Inglaterra: el Newcastle UnitedDespués de su primera copa, la Liga se convirtió en territorio toon durante la década inaugural del siglo XX. Campeón en las temporadas 1904/05, 1906/07 y 1908/09, en Tyneside se formó un temible equipo que ganó tres de las cuatro Ligas que posee el Newcastle, con históricos nombres como Colin Veitch, Jackie Rutherford, Jimmy Lawrence y Albert Shepherd a la cabeza. Además, se proclamaron vencedores en 1909 de la Charity Shield, hoy conocida como Community Shield, que se había creado sólo un año antes.

Sin embargo, para cerrar la década más prodigiosa de la historia de St. James' Park aún faltaba el broche de oro. La FA Cup se había convertido en un trofeo maldito para los blanquinegros, pues llegaron a la final en 1905, 1906 y 1908 y perdieron todos esos asaltos. 1910 de nuevo vio al Newcastle en el choque final, y esta vez sí, la ancestral copa descansó a orillas del río Tyne después de dos partidos, uno de ellos de desempate. Y así, se cerraron los gloriosos e irrepetibles años de los magpies campeones.

La banda de Gallacher, Over the line y turbulencias

Una vez pasada la etapa llena de títulos, la década de los 10 estuvo marcada por la sequía de títulos y la I Guerra Mundial (se suspendió la Liga de 1916 a 1919). La afición toon tuvo incluso que ver cómo su eterno rival, el Sunderland, se alzaba con su quinta Liga en 1913 después de haber vivido a la sombra del Newcastle en los diez años anteriores. Sin embargo, el fin de la barbarie bélica que enfrentó al mundo por primera vez supuso la vuelta a escena de los magpies.

El Newcastle no volvió a dominar como antaño, aunque aún aguardaba la segunda mejor etapa de su historia. La década de los 20 se hizo un hueco en los libros de St. James' Park gracias a dos títulos mayores: la FA Cup que levantaron los blanquinegros en 1924 tras vencer en la segunda final de la historia de Wembley, y la Liga de la campaña 1926/1927, cuarta y última del club.

Pasada la I Guerra Mundial, Tyneside volvió a ver a su equipo campeón de la FA Cup en el 24 y la Liga en el 27, con el mítico y pequeño artillero Gallacher asombrando con su promedio de golesFue la huella que dejó una generación guiada por la voracidad goleadora de Hughie Gallacher, un menudo artillero procedente de Escocia que llegó a Tyneside en 1925 para convertirse en leyenda y símbolo de una época. Aún retumban por las profundidades de St. James' Park los gritos que despertaron sus 143 goles en 174 partidos con la elástica del Newcastle, las botellas descorchadas por la Liga del 27 en la que anotó 39 tantos en 41 apariciones.

Pasaron los años, Gallacher abandonó el club en 1930 y llegaron tiempos de inestabilidad. La II Guerra Mundial ya asomaba en el horizonte de las páginas de los libros de Historia mientras el Newcastle inició una peligrosa cuesta abajo, impredecible cuando ganó en el año 1932 la tercera FA Cup del club. Fue en la famosa final contra el Arsenal en Wembley, conocida como Over the line ("Sobre la línea") por la polémica jugada que dio el triunfo a los de Tyneside: Jimmy Richardson salvó un balón al área desde la línea de fondo que salió de los límites del campo, pero el árbitro dio validez a la acción y acabó en gol.

La alegría, esta vez, fue pasajera. Dos años más tarde, los magpies arrancaron una travesía por el desierto iniciada con el primer descenso de su historia, que se materializó en 1934. La tragedia pudo ser incluso mayor cuando rozaron una nueva pérdida de categoría en 1938, pero salvaron el pellejo 'in extremis'. Llegó entonces la II Guerra Mundial y, como consecuencia, la suspensión de la competición de 1939 a 1946. En medio de la espiral de violencia que envolvió de nuevo al planeta, el Newcastle aprovechó para realizar fichajes que permitieran al equipo dar el salto necesario de vuelta a la élite, y entre otros llegó el legendario killer Jackie Milburn. Con Wor Jackie como punta de lanza, los magpies subieron al terminar la temporada 1947/1948.

Tiempos coperos

Tras escapar del infierno, los blanquinegros recuperaron su identidad perdida e hicieron de los 50 una década para el recuerdo. Fue la última gran etapa para las vitrinas de St. James' Park.

El Newcastle ganó tres veces la FA Cup entre 1951 y 1955 al ritmo de los goles de Jackie Milburn y las filigranas de Bobby MitchellAl talento de Milburn se unió la magia de Bobby Mitchell, un extremo que hizo las delicias de St. James' Park desde 1949 hasta 1961 y formó una dupla de clase mundial con Wor Jackie. Juntos protagonizaron una historia inolvidable en Tyneside: su Newcastle consiguió la FA Cup en 1951, 1952 y 1955 y se ganó el derecho a ser considerado por unos años el gran dominador del torneo. Era la espina clavada en el orgullo toon. Después de tres copas ganadas de forma irregular en la línea cronológica, la generación de los 50 llevó a casa tres de las seis FA Cups de las que presume el club. La del 55 es, hoy por hoy, el último trofeo nacional que ha llegado a las vitrinas del equipo.

En 1957, Wor Jackie abandonó Newcastle y dejó escrita a su paso una carrera eterna. Con 239 goles en 494 partidos, aún hoy es el jugador blanquinegro con más goles en todas las competiciones. Y, de nuevo, tras la locura llegó la depresión. En la temporada 1960/1961, los magpies volvieron a descender y tardarían cuatro años en regresar a la máxima categoría. Además, en el 61 se fue el otro gran símbolo de aquella generación: Bobby Mitchell detuvo sus carreras por la banda de St. James' Park y se retiró.

Milburn (sentado, primero por la derecha) y Mitchell (de pie, segundo por la derecha) celebran la FA Cup del 52 | Foto: chroniclelive.co.uk

Años después de sobrevivir a un descenso, los magpies ganaron en 1969 la Copa de Ferias, primer y único gran trofeo europeo del clubPocos acontecimientos remarcables tuvo la década de los 60, pues el Newcastle fue un club de la clase media que apenas se acercó a la lucha por los grandes títulos de Inglaterra. Sin embargo, un hecho aislado rompió la montonía en Tyneside y dibujó una inesperada sonrisa en la afición toon. En 1969, los magpies, capitaneados por Bobby Moncur y con la versión más brillante de The Mighty Wyn Davies, ganaron la Copa de Ferias y añadieron a su colección el primer y único gran trofeo europeo que posee el Newcastle.

Y entonces, la nada

El júbilo que provocó el entorchado europeo fue, a pesar de todo, el portazo definitivo a la historia del Newcastle ganador. Desde la FA Cup de 1955, no ha habido ninguna otra copa nacional que haya sido besada por un magpie. Desde la Copa de Ferias de 1969, en Tyneside no conocen la gloria europea más allá de esporádicas apariciones en Champions League y Europa League. Hace tiempo que St. James' Park se ha acostumbrado a la nada.

Malcolm Macdonald, Paul Gascoigne, Chris Waddle, Peter Beardsley, Andy Cole, Les Ferdinand e incluso un gigante futbolístico como Alan Shearer. La nómina de jugadores legendarios del Newcastle United que pasaron por el club y se marcharon con las manos vacías es dolorosamente amplia. Son ya 60 años sin títulos en Inglaterra y 46 en Europa para un club que, por historia y magnitud, no está en el lugar que merecen sus leyendas.

Ni siquiera la llegada de Alan Shearer, la leyenda más importante de la historia del Newcastle, en 1996 cortó una sequía de títulos que hoy dura 60 años en Inglaterra y 46 en EuropaLa incorporación de Shearer, probablemente el futbolista más importante de siempre en Newcastle, en 1996 hizo soñar con la vuelta de tiempos de éxitos a Tyneside. Los magpies de los 90 perdieron dos finales de la FA Cup y fueron dos veces subcampeones de la Premier League, pero jamás subieron a lo alto de un podio. Ni siquiera los 206 goles que marcó Shearer en 404 partidos sirvieron para celebrar algo. Se convirtió en el máximo artillero de la historia del Newcastle (contando las competiciones oficiales que disputaron tanto Jackie Milburn como Alan Shearer, Milburn suma 200 dianas en vez de las 239 que registró teniendo en cuenta otros torneos menores o ya extintos). El club volvió a la cumbre el fútbol, pero no logró escapar de la etiqueta de gafe. Entre medias de la época gloriosa y la era de Shearer, décadas marcadas por la inestabilidad y una nueva estancia en la Segunda División desde 1978 hasta 1984.

Más agonías que ilusiones ha traído el nuevo siglo al Newcastle. El club incluso ha pasado una vez más por la FL Championship tras descender en 2009, pero consiguió regresar al año siguiente ganando la Segunda División. Ese triste honor al menos brindó la oportunidad de levantar un trofeo a un equipo en depresión que a punto estuvo de descender en la pasada temporada. Pocas aspiraciones, enfrentamientos entre la afición y la directiva, ausencia de un proyecto competitivo... Son muchos los factores que hacen del Newcastle un equipo que ve la gloria desde lejos. Los tiempos pasados ya son historia y el gigante cada vez se pierde más en su interminable sueño. ¿Dónde quedaron aquellas patadas al balón faltas de técnica pero llenas de corazón de los primeros magpies campeones? ¿Devolverá alguien algún día la misma sensación que en su día inspiraba ver a Gallacher y Milburn perforar las redes rivales? ¿Quién hará olvidar esa tortura que supone para el aficionado de Tyneside el hecho de que Alan Shearer jamás podrá presumir de un título con el Newcastle? El tapete de St. James' Park lleva décadas esperando jugadas ganadoras.