Esta ocasión la suerte fue diferente para el equipo de Mark Hughes. Tras dominar a un insulso y predecible Liverpool en la primera jornada, fueron totalmente dominados por un enorme Tottenham que supo cambiar aquello en lo que falló en Old Trafford. A pesar de ello, la entrada en el campo de Stephen Ireland cuando quedaba media hora de partido por disputar cambió el encuentro para bien del equipo de Stoke-on-Trent.

Mark Hughes aseguró que la entrada del internacional irlandés cambió el partido ya que fueron capaces de jugar con balones en el área para Joselu y sus acompañantes. "Ahí conseguimos nuestra recompensa", destacó Hughes. Además, arengó a los suyos diciendo que solo ellos tenía la capacidad de ganar ese partido, aunque hubiesen ido por detrás casi todo el encuentro y hubiesen sido dominados por el escuadra local.

El técnico británico reseñó la importancia de conseguir el primer punto de la temporada para aumentar la confianza de su plantilla: "Estamos contentos con ello, y satisfechos por lo que hemos hecho en los dos últimos partidos". Y la dicha no era fácil ante dos de los equipos más competitivos de la liga: Liverpool y Tottenham Hotspur.

Ya que nunca fueron capaces de frenar ni de batir al equipo contrario en el primer tiempo, Hughes afirmó que le dieron demasiado tiempo y espacio para jugar. Entonces, el técnico pensó que la solución era restringir el juego de Dembélé y Eriksen y el espacio que se le daba con la pelota. "Lo contrario a lo que hicimos en la primera parte", añadió Hughes.

"Con el uno a cero piensas que te puedes reagrupar, pero el segundo gol fue la decepción", según Hughes. A pesar de ello, no se aferraron en la creencia de que tenía el partido perdido y comenzaron a "escalar una montaña real" en la segunda parte. "Tenía el partido en la mano, hicimos un par de sustituciones que causaron un gran impacto y creamos más ocasiones que nos dieron los que merecíamos", concluyó Mark Hughes.