La tensión y las ganas de explotar al fin en esta nueva temporada 2015/16 por parte de ambos equipos designaba a este encuentro como uno de los más interesantes de la jornada. El Tottenham, tras la mala presentación que tuvo ante su afición dejándose empatar en los 10 minutos finales un 2-0 a favor, tenía la obligación, y por lo tanto la presión, de cuajar un buen partido y de iniciar una buena racha que conduzca a la lucha por un puesto 'champions' cuanto antes pues no hay tiempo que perder para los de Pochettino.

Aunque el partido comenzó con un Everton que dominaba ligeramente el balón intentando aproximarse poco a poco al área contraria ante un rival que no conseguía salir con el cuero desde su propio campo, serían los spurs quienes dispondrían de las primeras ocasiones peligrosas destacando un disparo raso de Bentaleb que se marcharía desviado por muy poco haciendo levantar a los seguidores en el White Hart Lane. Los locales se estaban creciendo y Cleverley decidió dar el primer susto aprovechándose de un fallo imperdonable de Walker cercana a su área; el inglés, pese a tener dos buenos pases para Lukaku y Kone, optó con un gran disparo que despejó de forma soberbia Lloris.

No podían cosechar un mal resultado de nuevo, y eso tanto los jugadores como el propio entrenador argentino que insistía en que jugaran con cabeza, eran muy conscientes; dejar crecer al equipo de Liverpool sería un grave error.... o no. Poco a poco, el conjunto de Roberto Martínez fue animándose y subiendo al ataque, confiándose hasta tal punto que los locales pudieron sacar pretóleo aunque no rematar la jugada. Tras un perfecto pase de Barry para Kane que rozaba el fuera de juego, el delantero inglés se quedó solo ante el guardameta estadounidense que realizó una de las mejores paradas de la tarde.

Foto: Premier League

Sin embargo, el festival de Tim Howard no acabaría allí. El equipo norlondinense parecía salir reforzado de cada ocasión fallida, todos se animaban a atacar ante un Everton incapaz de reaccionar, atónito por continuar empatando ante la gran cantidad de jugadas que su rival estaba desaprovechando. Mason, Bentaleb, Alderweireld... todos ellos probaban suerte, pero un muro se había elevado entre los spurs y la portería. El descanso llegaba con la mala noticia de la lesión de Cleverley que se tenía que retirar del campo en camilla siendo sustituido por Mirallas. Los jugadores se retiraban a los vestuarios con aplausos en la grada animando a un Tottenham que aunque se había hecho con las riendas del partido, le faltaba lo más importante del fútbol, el gol.

Ni los mejores cañoneros pudieron derruir las murallas

La segunda parte trajo consigo otra mala noticia, esta vez por parte de los locales, pues Dembélé también se retiraba del terreno de juego lesionado al torcerse el tobillo. El ritmo no bajó, continuando el guión que habían dejado los primeros 45 minutos con un Tottenham mucho más intenso y persistente de cara a una portería que también seguía siendo impenetrable. Chadli desaprovechó una de las ocasiones más peligrosas de la tarde al enviar por encima del larguero un balón que había quedado muerto dentro del área toffee; Vertonghen haría prácticamente lo mismo pero éste desde el borde del área, y Mason hacía obligar a Howard a realizar una gran parada.

La desesperación porque el cuero no pasara la línea de gol pasaba factura sobre los spurs que alcanzaban las 4 amarillas (3 en apenas 5 minutos) por 1 del Everton. A punto estuvo Kane de conseguir el ansiado tanto al recibir un buen pase bombeado de Mason y realizar una volea que saldría rozando el palo derecho de Howard, pero el colegiado anuló el gol por un claro fuera de juego; no era el dia Harry Kane. También hubo tiempo para la polémica en el White Hart Lane ya que Mike Jones no señaló un posible penalti de Oviedo sobre el recién salido Dele Alli ya que el árbitro interpretó que la segada del costarricense había sido anterior.

El Everton estuvo prácticamente desaparecido durante la segunda parte; espontáneas apariciones de Kone en el ataque obligaban a los norlondinenses a no dormirse en defensa y a seguir intentando algo que no iba a llegar. Al final, el electrónico mostró un definitivo 0 a 0 repartiendo un punto al Tottenham pese al enorme esfuerzo realizado durante gran parte del enfrentamiento, y otro a un Everton al que le sabe a gloria sumando así 5 puntos. El Tottenham por su parte, todavía no conoce la victoria en este inicio de temporada sumando 3 empates y 1 derrota ante el Manchester United, un tema que aunque sea temprano para hacer sonar las alarmas, sí que comienza a preocupar en el White Hart Lane.