A priori un partido entre Empoli y Nápoles no tendría mayor emoción que el encuentro en sí. Un partido sin una motivación más que la propia victoria y los tres puntos, y más disputándose el choque en la tercera jornada y con nada por decidirse. La distancia entre ambas ciudades supera los quinientos kilómetros, por lo que cualquier parecido arquitectónica o antropológico sería mera casualidad.

En la ciudad toscana habitan algo más de cuarenta mil personas, mientras que en la ciudad partenopea la demografía supera los tres millones y medio, por lo que el estilo de vida en las dos urbes es notable, Empoli destaca por la tranquilidad de una villa pequeña, mientras que Nápoles por el bullicio de una gran ciudad. Históricamente, los toscanos tuvieron su momento de mayor fervor en tiempos del Imperio Romano, mientras que en la ciudad de la región de la Campania fue en la Segunda Guerra Mundial cuando obtuvo mayor protagonismo.

Sin embargo, el fútbol es capaz de hacer que estas dos ciudades, sin apenas lazos de unión, encuentren en el partido que se disputa este fin de semana un vínculo emocional. Dicen que lo bueno de las despedidas, son los reencuentros, y en el Estadio Carlo Castellani habrá tres de ellos.

En el pasado mercado de fichajes, el ahora entrenador del Nápoles, Maurizio Sarri hizo las maletas y cambió Empoli por Nápoles. Es habitual que cuando un entrenador abandona un club para poner rumbo a otro, se lleve consigo a los jugadores que ellos consideren vitales. El caso de Sarri no iba a ser menos, y Valdifiori y Elseid Hysaj también cambiaron de club.

Sarri, de la modestia a la élite

Hay dos tipos de entrenadores, aquellos que desde sus comienzos han entrenado a grandes clubes, como puede ser el caso de Guardiola, que en su corta trayectoria de entrenador ha dirigido al filial del Barcelona, al primer equipo de la ciudad condal y al Bayern de Múnich. El otro tipo de entrenador es aquel que empieza en equipos modestos, de categorías inferiores y poco a poco van intentando subir de categoría, a veces llegando a entrenar a un gran club, y a veces nunca llegando a cumplir ese sueño.

Sarri dirigiendo un partido del Empoli. Foto vía Sky Sports.

La historia de Sarri es aquella del entrenador al que el fútbol no le ha regalado nada, sino que ha tenido que ir haciéndose hueco paso a paso hasta llegar a cumplir su sueño, entrenar al club de la ciudad en la que nació, entrenar al Nápoles.

La carrera de Sarri como entrenador tiene origen en el año 1.996 como técnico del Antella en la que entrenó durante dos campañas. Hasta el año 2.012 no llegó hasta el Empoli, pasando antes por muchos equipos, destacando Hellas Verona y Pescara.

Sarri en su presentación como entrenador del Nápoles. Foto vía Web del Nápoles.

En la temporada siguiente a su llegada, en la 2012/2013 llevó a la élite al Empoli subiéndolo a la Serie A, cumpliendo uno de sus sueños como entrenador. Como entrenador solo ha ganado dos títulos, y ambos con el mismo club, el AC Sansovino, en la temporada 2.000/2.001 ganó la Eccellenza Toscana, mientras que en la temporada siguiente se llevó el título de la Coppa Italia de la Serie D. Aunque no todo han sido títulos con los clubs, ya que ha sido galardonado con dos distintivos individuales como son el premio Panchina d´Argento, banquillo de plata, que se le otorga al mejor entrenador de la Serie B, y el Leone d´Argento.

Hysaj, lateral para el futuro

En los últimos años, Maggio y Zúñiga se adueñaron de los laterales en el Nápoles, el colombiano ha visto como en el argelino Ghoulam le ha ganado la partida en el lateral izquierdo. Ahora es Maggio el que ve como su titularidad peligra, ya que Hysaj ocupa su misma posición en el campo.

La diferencia entre Hysaj y Maggio es considerable, el italiano tiene treinta y tres años de edad, su carrera empieza a tener punto y final, mientras que el albanés, con veintiún años tiene aún toda su carrera por delante.

Elseid Hysaj comenzó a dar sus primeros pasos en las categorías inferiores del Vllaznia, su ciudad de nacimiento, aunque debido a que su familia se mudó a Empoli, terminó de formarse en las categorías inferiores del equipo toscano. En el año 2.012 debuta con el primer equipo, que en ese momento disputaba la Serie B. el año del ascenso disputó treinta y dos partidos como titular, y la temporada pasada, ya en Serie A, disputó treinta y seis partidos como titular.

No es un lateral que destaque por su faceta goleadora, solo ha marcado un gol oficial en su carrera, fue en la campaña 2.013/2.014, pero por lo destaca es por su gran capacidad de evitar que el sacan tarjetas, ya que la pasada campaña solo recibió cuatro tarjetas amarillas y no fue expulsado.

Sin duda alguna el futuro de la posición de lateral derecho en el Nápoles pasa por Hysaj. Cuenta con un gran maestro, Maggio, titular en muchísimas ocasiones en el club partenopeo y con la selección italiana, por lo que el albanés tiene mucho que aprender de él.

Valdifiori para tener el control

Si hay algo en lo que temporada tras temporada falla en Nápoles es en no saber a qué juega, en no tener el control del partido, y verse superado por cualquier equipo con un poco de orden táctico en el terreno de juego. Sarri, a sabiendas de esta situación se ha traído al equipo sureño a su estandarte en el centro del campo en las últimas temporadas en el Empoli.

El centrocampista italiano desde la llegada de Sarri tuvo un papel protagonista en el equipo toscano, pasando de jugar algo más de veinte partidos al año, a superar las cuarenta intervenciones en distintos encuentros, pieza fundamental para el técnico nacido en Nápoles.

El jugador italiano debutó en Serie B con el Cesena en el año 2.004, siendo cedido al Pavia dos temporadas después, llegando a disputar veintiún partidos en la Serie C. Al año siguiente, es cedido al Legnano, de la misma categoría, llegando a disputar diecisiete encuentros.

En el año 2.008 es traspasado al Empoli, dónde jugó hasta la temporada pasada, cuando es traspasado al Nápoles. En el club toscano ha disputado más de la centena de partidos, anotando tan solo cuatro tantos, por lo que no es un jugador que destaque por su facilidad a la hora meter gol.