La llamada de Dele Alli con el combinado nacional inglés ha levantado una polémica inesperada pero con reminiscencias de la eterna discusión en la Premier League: hay demasiados extranjeros en la liga. El talento nacional se paga cada vez más caro, y la llamada a la selección parece más barata que nunca, y es por ello por lo que una leyenda del fútbol de las islas como Jamie Carragher ha dado la voz de alarma criticando la actitud de Hodgson: la llamada de Dele Alli y Danny Ings ponen de manifiesto que es más fácil que nunca llegar a la selección inglesa.

El talento contra el mérito

La ley Bosman cambió el fútbol, hasta mediados de los 90 el fútbol era de los canteranos, el orgullo de la afición y llegar a la selección era el máximo premio para un chico de Newcastle o Leeds. El talento siempre conseguía abrirse paso, y jugadores como Gascoigne, Beckham o más recientemente Rooney debutarían a una muy temprana edad con los colores de los tres leones. Pero los tiempos han cambiado, y aunque sigue resultando difícil ver a jugadores nacidos en las islas británicas jugar fuera de sus ligas (la segunda y tercera división inglesa está llena de internacionales irlandeses, galeses o escoceses), la masiva llegada de extranjeros en busca del dinero que mueve la mejor liga del mundo ha hecho evidente que el nivel de la selección ha bajado considerablemente, y los lugares tradicionalmente reservados para gente de la casa, ha ido a parar a internacionales de los más diversos países del globo.

Carragher disputó su primer partido como titular con Inglaterra cuando llevaba 170 apariciones con el Liverpool

Poca gente puede discutir que Harry Kane merecía la llamada con la selección absoluta cuando ocurrió, y se ha mantenido en el primer equipo por méritos propios, pero la llamada del joven centro campista del Tottenham ha levantado ampollas entre los exjugadores y comentaristas británicos. Carragher exponía como ejemplo su situación personal, pues cuando recibió su primera llamada con la selección en 1999, solo consiguió entrar desde el banquillo en un encuentro contra Hungría, y no sería hasta un amistoso con Holanda en el año 2001 cuando consiguiese su primera titularidad con el combinado de los tres leones. Para entonces el bueno de Jamie contaba ya con 170 apariciones con el Liverpool y tres trofeos en su haber personal. Dele Alli en cambio ha llegado a debutar con la selección absoluta con 19 años y tan solo tres partidos como titular en la Premier League y dos en la selección sub-21. Hace apenas cinco meses el jugador disputaba la League One con el MK Dons, y ahora comparte vestuario con los Rooney o Hart en el más alto nivel.

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No cabe duda de que Dele Alli tiene las condiciones necesarias para triunfar en el mundo del fútbol, y que su porcentaje de acierto en el pase por partido es insultantemente alto, pero la presión que se pone en los hombros de un joven jugador como él puede resultar contraproducente. Mientras tanto, Roy Hodgson defiende su decisión a capa y espada, excusándose en las muchas bajas con las que contaba (Wilshere, Carrick, Milner, Henderson o Delph) y en que la clasificación estaba cerrada como primeros de grupo, pero al mismo tiempo quiso recordarle al jugador que es más que probable que su próxima llamada sea con las categorías inferiores. Apuntó además que ve preparado al jugador para aguantar la presión que conlleva esta situación y que si sigue jugando como lo ha hecho hasta ahora no tiene duda de que volverá muchas veces al combinado nacional.

Jamie Vardy militaba en el Fleetwood Town en 2012

Junto a él convivió estos días Jamie Vardy, el delantero del Leicester que tras años y años vagando en las divisiones inferiores del fútbol inglés, vive un sueño basado en sus grandes actuaciones con su equipo haciéndose un hueco en el once titular de la selección. Cada partido que disputa puede ser el último y su objetivo es no convertirse en el Rickie Lambert de esta temporada: un jugador medianamente veterano con buenos números que cubre el expediente durante unos partidos y desaparece. La historia de Jamie agrada a todos los ingleses, que ven en el extremo el sueño que todos quisieron ver realizado y no pudieron, el de un chico normal que consiguió labrarse con el trabajo duro una vida en el fútbol profesional, pasando de jugar en 2012 en el Fleetwood Town a buscar un hueco en el próximo gran torneo de selecciones. En su posición compite con Saido Berahino, otro joven que quizá recibió la llamada más pronto de lo que merecía, y que tras un puñado de buenos partidos con el West Bromwich Albion, llegó a debutar con la absoluta. Tras su frustrado traspaso al Tottenham este pasado verano, Berahino ha desaparecido de las alineaciones de Tony Pulis y por consiguiente, su nombre queda casi descartado para participar en la próxima Eurocopa de Francia en 2016.

Los datos demuestran que sí resulta sencillo llegar a la selección

Más allá de lo que Roy Hodgson diga en nombre de la Federación, los datos prueban que la circunstancia que Carragher apuntó es más cercana a la realidad que la del seleccionador inglés.

Más de la mitad de jugadores que han jugado al menos cinco partidos en la Premier League, han llegado a la seleccióninglesa

De los 141 jugadores que han disputado al menos cinco encuentros en la Premier League, 71 han debutado con la selección absoluta (y muchos de los 70 que aún no lo han hecho, juegan en la selección sub-21). Es decir, más de la mitad de los jugadores que llegaron al más alto nivel de fútbol inglés, fueron considerados lo suficientemente buenos para representar a su país en un momento dado. Jugadores como Frazier Cambell, Matt Jarvis o Steven Taylor fueron llamados con la selección, y esto hace que se debata sobre si son mejores que otros como Mark Noble, al que en Inglaterra se le considera como el mejor jugador inglés que nunca vistió la camiseta de la selección. La verdad es que ni unos ni otros son jugadores lo suficientemente excitantes para sobrevivir en la memoria colectiva más allá de haber jugado en uno u otro momento para un determinado equipo, y en cambio en los últimos años representaron a Inglaterra, el país de Bobby Charlton, Lineker, Bryan Robson o Gordon Banks.

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Carl Jenkinson, Martin Kelly, Jon Flanagan, Wilfried Zaha o Callum Chambers debutaron a las órdenes de Hodgson con apenas 20 años y menos de 20 partidos disputados en la Premier League, y mientras sus carreras a día de hoy corren suertes muy distintas, parece altamente improbable que consigan hacerse con un hueco en la próxima Eurocopa. Algo similar ocurre en la delantera, donde Danny Ings llega en busca de ese algo especial del que sin duda carece la selección a pesar de no ser titular indiscutible en su equipo, pues su competencia en el puesto de cara al próximo verano si se tienen en cuenta los jugadores reclutados por Roy, son ni más ni menos que Wayne Rooney, Theo Walcott, Jamie Vardy y Harry Kane entre los convocados habituales, al igual que Daniel Sturridge, Saido Berahino, Danny Welbeck o Charlie Austin, internacionales con posibilidades de regresar tras ya haber jugado con el combinado de los tres leones.

La polémica de Jack Grealish y otros casos similares

Caso similar al de Dele Alli vive en estos días el extremo del Aston Villa, Jack Grealish. Nacido en Birmingham aunque de antepasados irlandeses, ha disputado alrededor de 20 encuentros con la República de Irlanda en sus categorías inferiores, y sin embargo rechazó la llamada de Martin O´Neill para jugar con la absoluta.

Grealish ha sido internacional en todas las categorías inferiores con Irlanda

El motivo era claro, hoy en día tiene más posibilidades que nunca de llegar a vestir la camiseta de Inglaterra, y la llamada de Hodgson no se hizo esperar. A sus 20 años le invitó a formar parte de esta convocatoria sin llegar a jugar, tan solo para entrar en la dinámica y entrenar con los que serán con casi total seguridad sus futuros compañeros de vestuario. Sin embargo su actual entrenador, Tim Sherwood rechazó la idea y bloqueó esta posibilidad, pues el jugador acaba de salir de una lesión que le impidió realizar la pretemporada con el resto del equipo y esto podría mermar sus posibilidades de cara al futuro.

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La realidad es que en el pasado la situación era la contraria, los jugadores buscaban resquicios en sus ancestros para poder disputar encuentros internacionales vistiendo otras camisetas conocedores de que tan solo unos pocos elegidos llegarían a escuchar el “God save the Queen” en Wembley, y sin embargo en este año 2015, son las selecciones grandes las que convocan a jóvenes para impedir su debut con selecciones teóricamente inferiores. En España están los recientes casos de Bojan o Munir, que aún en plena adolescencia se decantaron por jugar con España en vez de con Serbia y Marruecos respectivamente, pudiendo servir este hecho como ejemplo claro de que en estos días pocos jugadores consiguen sobrevivir al hype del momento.

Al igual que Grealish, Gary Hooper estuvo a punto de llegar a la selección pero su club impidió que eso ocurriese, y hoy a sus 27 años y luchando por hacerse con minutos en el Norwich City, parece más lejos que nunca de llegar a conseguir su sueño.

Tan solo 60 jugadores ingleses disputaron la última jornada de la Premier League

Tan solo 60 jugadores ingleses tomaron parte en la última jornada de la Premier League, lo cual deja un escalofriante dato sobre el que reflexionar: uno de cada tres jugadores nacidos en Inglaterra que juegan con sus equipos pueden llegar a la selección. El reciente fracaso de la selección sub-21 en el pasado campeonato de Europa con jugadores consagrados como Kane, Redmond, Stones, Butland, Chambers o el propio Ings, debe ser una muestra de que jugar habitualmente en la liga inglesa no siempre es sinónimo de tener el peso y la experiencia suficiente para poder hacerlo al más alto nivel.

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El precio de los jugadores nacionales

No cabe duda de que el mundo del fútbol hoy en día se asemeja más a un negocio que al romántico deporte del que la afición se enamoró, y que las cantidades manejadas en traspasos año tras año resultan indecentes, pero la realidad en Inglaterra de nuevo resulta alarmante.

Sterling se ha convertido en el jugador inglés más caro de lahistoria

Muchos se preguntan si Sterling vale realmente 63 millones de euros que a sus 20 años ha pagado el Manchester City, o si Charlie Austin realmente merece que el QPR en Championship reclamase 20 millones por dejar escapar a su goleador. El talento nacional escasea y esto infla los precios de jugadores que posteriormente no consiguen sobrevivir a la presión que estas cifras conllevan. El caso más sonado en la historia reciente es sin duda el de Andy Carroll, por el que el Livepool pagó casi 40 millones de euros al Newcastle donde anotó 11 goles en 58 partidos, y es que para los grandes equipos en la Premier League se hace cada vez más difícil cubrir los cupos necesarios de jugadores nacionales (los home-grown players).

El Aston Villa pagó 30 millones de euros por Darren Bent, que procedente del Sunderland nunca llegó a cumplir las expectativas depositadas en él, y que aún a día de hoy en el Derby County sigue con una muy elevada ficha por lo alto de sus traspasos. El gol se paga caro, pero en Inglaterra más aún.

James Milner tiene un salario semanal de 150.000 libras

El Chelsea tiró de talonario para llevarse a Shaun Wright-Phillips, mientras que Joleon Lescott o James Milner le supusieron alrededor de 30 millones de euros al Manchester City, y aunque su rendimiento no fue del todo malo, no llegó nunca a justificar semejante desembolso económico. Milner fue protagonista de uno de los culebrones del verano, pues a sus casi 30 años ha conseguido firmar su último gran contrato, en este caso con el Liverpool tras no renovar con los citizens, y es que las cantidades que manejaban los de Anfield resultan prohibitivas para un más que correcto jugador, pero que de haber nacido en otro país del mundo nunca percibiría semejantes emolumentos en la Premier League.

Otros que sí consiguieron ser un negocio redondo para sus equipos, en esta ocasión el Manchester United, aunque tras realizar unos traspasos multimillonarios fueron Wayne Rooney o Rio Ferdinand, procedentes del Everton y Leeds United, respectivamente, aunque nadie discute que también estos casos su reputación no estaba en el momento del fichaje a la altura del precio requerido.

Foto: Sky Sports

La lista de los jugadores más caros la completan Adam Lallana y Luke Shaw, que aunque aún jóvenes y rindiendo a buen nivel con Liverpool y Manchester United, tienen un largo camino por recorrer para ganarse un hueco en el corazón de sus aficionados y justificar el importe de su traspaso.

El asunto de fondo: ¿hay nivel suficiente?

En el fondo de este asunto subyace la eterna pregunta: ¿qué habría pasado si Inglaterra no llega a ganar el Mundial de 1966? Se le sigue exigiendo a la selección inglesa que llegue a las fases finales de los torneos, por nombre de jugadores y por el nivel de su liga, pero la realidad es muy similar a la de España antes de alzarse en 2012 con la Eurocopa, deberían llegar lejos en estas competiciones por jugadores, aunque la práctica al final suele demostrar lo contrario.

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Quizás los Rooney, Beckham o Gascoingne en su día no eran tan buenos como parecían, o si lo eran, sus compañeros no daban la talla para conseguir competir por trofeos o al menos resultar competitivos a nivel de selecciones. No solo basta con culpar a los extranjeros que copan los onces iniciales semana tras semana en la Premier League, sino hacer autocrítica en busca de un estilo propio más allá de reunir a los 23 mejores jugadores con pasaporte británico. Año tras año el aficionado inglés vive otra decepción en las grandes citas, aunque en el fondo siempre tienen la esperanza de que, como pasaba en España, este año sí sea el definitivo.

Y es que con la armada española campando a sus anchas por la mejor liga del mundo, resulta inevitable preguntarse cuántos de estos jugadores habrían llegado a la selección absoluta inglesa de haber tenido esa nacionalidad, como ya se habló en su día con Manuel Almunia. Otros como Arteta, José Enrique o Alberto Moreno apenas han estado en los planes de Luis Aragonés primero y Del Bosque después, pero muy probablemente sí lo habrían hecho en tierras británicas.

El caso de Bamidele Jermaine "Dele" Alli y la polémica generada por su llamada es solo la punta de un iceberg que puede terminar de nuevo con el buque inglés hundido el próximo verano, o que quizá esta vez, la apuesta por el talento le salga redonda a Hodgson, lo que está claro es que en Inglaterra siempre cuesta poner estos asuntos en perspectiva y acaban generando más ruido del habitual. Solo queda esperar y rezar porque el fútbol sea el ganador.