La Fiorentina y la Roma se enfrentan por la novena jornada de la Serie A con un mismo objetivo: ganar para quedarse con la primera posición de la tabla de posiciones, liderazgo que hoy ostenta el equipo Viola pero con sólo un punto de ventaja sobre el conjunto capitalino y el Inter. Daniele Orsato será el árbitro de un partido que se plantea como un duelo entre la mejor defensa como local y el mejor ataque como visitante.

Por la recuperación

Es cierto que la Fiorentina lidera tras ocho jornadas la Serie A. El equipo entrenado por Paulo Sousa se mostró como el conjunto más eficiente en la primera parte del torneo, aunque no escapa a la irregularidad de la mayoría de los equipos del fútbol italiano. La escuadra toscana viene de recibir dos duros golpes en la última semana, motivo por el que el juego ante la Roma se plantea como un partido crucial por dos causas: mantener la punta y recuperar la confianza y el juego.

La Fiore lleva seis victorias y dos derrotas en el inicio del certamen. Una de esas caídas la sufrió en la última jornada, en la visita al Nápoles en el San Paolo. La derrota 2-1 con gol de Kalinic fue el primer llamado de atención para un equipo acostumbrado a ganar en este momento de la temporada. El anuncio se ratificó días después. En el Artemio Franchi, el conjunto Viola perdió 2-1 ante Lech Poznan por la Europa League, un certamen que hasta aquí se muestra esquivo para los de Sousa, ya que se ubican cuartos en su zona con sólo tres unidades, producto de un triunfo y dos derrotas.

El mal partido realizado entresemana dejó como saldo positivo la reacción en el final, que le permitió a la Fiorentina llegar al descuento y por poco al empate. De eso es de lo que buscará agarrase el técnico portugués para sacar adelante el cotejo contra la Roma.

Momento de demostrar

La Roma transita un inicio de temporada irregular. Con algo del juego vistoso y contundente que pretende Rudi García, el conjunto capitalino subió escalones en la Serie A, pero sigue sin transmitir la seguridad suficiente en defensa para erigirse como un candidato de peso a competir por el título. Más aún, el comienzo en la Liga de Campeones no ha sido el esperado.

En la última jornada, la Roma triunfó con holgura en casa ante el Empoli. Con contundencia, el equipo de García sacó adelante un juego complicado por las ausencias importantes que viene sufriendo por lesiones, como las de Francesco Totti o Edin Dzeko. Sin embargo, en el torneo europeo, la escuadra romanista vivió un auténtico viaje en montaña rusa en su visita al Bayern Leverkusen. De ir perdieron 2-0 a darlo vuelta 4-2, para acabar empatando 4-4 en un duelo que será clave para definir el segundo puesto de la zona detrás del Barcelona.

Para la Roma este juego no es sólo la oportunidad de vencer al líder y acceder a la punta de la tabla. Es la chance de demostrar para qué está en este torneo, si tiene con qué competir por el Scudetto.

La mejor defensa local contra el mejor ataque visitante

El partido del domingo presenta una curiosidad estadística. Se enfrentan la mejor defensa como local hasta ahora con el mejor ataque visitante. La Fiorentina lleva cuatro victorias en el Artemio Franchi, con ocho goles a favor y ninguno en contra. La Roma, por su parte, lleva dos victorias, un empate y una derrota como vistante, con ocho goles a favor y cinco en contra. El conjunto toscando es en estas ocho jornadas el único equipo que no ha encajado goles como local, mientras que la escuadra capitalana posee la mejor marca goleadora jugando fuera de casa.

El equipo Viola lleva una racha de siete victorias consecutivas como local, en las últimas seis sin recibir goles. La Roma, por otro lado, se ve favorecida en el enfrentamiento mutuo: venció en cinco de las últimas seis ocasiones en partidos de Serie A. El último triunfo de la Fiore ocurrió en abril de 2012. Aunque en el pasado reciente hay un fetejo Viola: la eliminación a los capitalinos en los cuartos de final de la Europa League 2014/2015, con una soberbia goleada en el Olímpico.

Los locales esperarán por la recuperación de Marcos Alonso, con molestias musculares tras el juego ante el Nápoles que le impidieron formar parte de la alineación por la Europa League. La visita confía en el regreso de Edin Dzeko, el bosnio que fue al banco entresemana tras su lesión de rodilla. Como un símbolo de sus mejores virtudes, unos esperan un defensor y otros un delantero. Aunque ambos propongan una idea de juego similar, el duelo de está planteado. ¿Triunfará la sólida defensa local o prevalecerá el contundente ataque visitante? El premio es el liderazgo del campeonato. El domingo, la respuesta.